Tercera temporada de "Echo" y "Fujioka".
El último grito que ensordecerá todo su alrededor comienza a escucharse. El final está cerca.
La revolución de Fujioka Echo está a un solo paso de desarmar la sociedad entera de héroes, pero ellos no serán...
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『 s a n g r e x s a n g r e 』
«I'm standing in
the ashes of who
i used to be».
...
— ¿Qué ha sido ese estruendo?
Katsuki llevó toda su atención en dirección al bosque. Algo parecido a una caída se había oído por doquier. Había retumbado en cada estropicio de su entorno. Algo demasiado fuerte como para que pasara desapercibido. Hasta Gran Torino, quien lo había salvado junto a Deku de una muerte segura, había incapaz de ignorarlo.
Parecía una colisión. Era como si algo muy grande se hubiera estampado contra el suelo, pues hasta la superficie misma se había mecido.
— ¿Habrán acabado con Machia?— preguntó el anciano, con sus palabras volando por el aire; los dos jóvenes y él aislados en un edificio destruido por la mano de Tomura.
— ¿Oís eso?— Izuku habló segundos después, con la voz mostrando confusión. Tanto el rubio como el mayor negaron, pero no hacía más que escuchar una especie de susurro. Un murmuro dulce en su interior.
¿De qué se trataba? ¿Era Shigaraki? No... Era completamente diferente. Otro tipo de sensación. Más suave, y a la vez igual de inquietante.
Al entender de quién podía tratarse, dejó de respirar.
Sus músculos se quedaron prácticamente petrificados. Quiso creer que algo así no podía suceder, que sólo eran imaginaciones suyas. Pero Echo también tenía el poder de AFO en su interior, y al igual que Shigaraki, podrían conectarse gracias a sus quirks. ¿Por qué iba a ser diferente?
Debía de ser ella. ¿Pero por qué ahora...? ¿Por qué notaba el bullicio de su poder en este momento cuando, en teoría, había estado latente desde hacía tiempo?
Sus ojos verdes se posaron en su amigo. Katsuki no hacía más que contemplar a la distancia, y se veía desorientado al igual que precavido. Si le mencionaba que la presentía, puede que los sentimientos de Bakugou por ella se avivasen, y no sólo eso; ambos llegarían a la horrible conclusión de que para sentirla de manera tan abrupta, tenía que estar en peligro.
No sabía lo que haría su amigo. Ni siquiera sabía lo que haría él si supiera que Echo necesitaba ayuda. ¿Qué podía hacer?
