Tercera temporada de "Echo" y "Fujioka".
El último grito que ensordecerá todo su alrededor comienza a escucharse. El final está cerca.
La revolución de Fujioka Echo está a un solo paso de desarmar la sociedad entera de héroes, pero ellos no serán...
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『 C e r c a n í a & l e j a n í a 』
«Bad things happen
when angry people grieve»
Pov Echo
(Antes de que Void llegase al campo de batalla)
No sabía cómo sentirme.
¿Cuál era la emoción apropiada para todo lo que ocurría? Me encontraba aislada, literal y metafóricamente. Alejada de la auténtica realidad y sumergida en una nube confusa. Tenía un nudo tanto en la garganta como en el estómago, que me hacía querer gritar de la rabia. Gritar hasta quedarme afónica.
La sensación de estar enredada y descontrolada me ponía la piel de gallina, y a la vez me provocaba unos impulsos que eran terriblemente complicados de soportar. Cada vez se me hacía más difícil mantenerme serena. Lo sentía dentro de mí. Sentía las ganas de liberarse; de que ese poder saliese y se apoderase de todo.
Eran arrebatos de ira. Sin más. Era justamente lo que sucedía. Mi mano cerrándose y abriéndose a partes iguales; mi boca tragando saliva con más recurrencia; mi pecho aprisionándome hasta el punto de hacerme sentir que no me queda ni un solo espacio de oxígeno.
No era únicamente el ilícito deseo de chillar hasta quedarme sin voz, si no de destruirlo todo a mi paso.
Yo incluida.
— Asqueroso cabrón...— susurré, con un disgusto atosigante— Te has aprovechado de mí en un momento de debilidad. ¡Sigues siendo la misma escoria de siempre!
Golpeé el muro a mi derecha, con la mandíbula más tensa que nunca.
Acabé agotada cuando me deshice de Machia. No notaba el dolor, y tampoco si estaba cansada, pero el entumecimiento en mis extremidades era alarma suficiente para saber mi estado físico. Había tenido unos cuantos años de experiencia para ir enumerando las posibles causas de dolencia o de problemas físicos, así que discernía bien el pesado sueño que acarreaba, y el mareo que me ocasionaba una visión algo borrosa.
Sin contar que el haberme encontrando con mis compañeros me había revuelto la mente con una fuerza más bestial de la que hubiese esperando.
Y él... Este engendro había utilizado mi estado absorto para controlarme. Si hubiese estado mejor, no habría sido capaz de usarme como una puta marioneta por más de cinco minutos. Ni siquiera había sido capaz de permanecer en mi cuerpo demasiado tiempo, no antes de que despertase por completo.
