Tercera temporada de "Echo" y "Fujioka".
El último grito que ensordecerá todo su alrededor comienza a escucharse. El final está cerca.
La revolución de Fujioka Echo está a un solo paso de desarmar la sociedad entera de héroes, pero ellos no serán...
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『 S e n s a c i ó n & e f e c t o 』
«Cuando me desperté,
lloré para volver a soñar».
...
La revuelta había comenzado.
Fujioka Echo se había marchado del hospital dejando una bomba de relojería a su paso. Sin mirar atrás. Asegurándose de meditar lo suficiente para no sentir remordimiento alguno. Y a medida que caminaba, a medida que llegaba a su hogar, las voces de la gente a su alrededor inundaban sus frágiles oídos como una tempestad avisando de su llegada.
Las calles estaban infestadas de cientos de personas mirando sus teléfonos móviles, los escaparates de las tiendas, de cafeterías... Donde, en su interior, cada ser consciente alzaba su mentón para escuchar las atronadoras noticias. E incluso los televisores que habían en las torres, mientras caminabas con tranquilidad, eran absorbidos por la atención de cada peatón y conductor que recorría su típico camino por su amada ciudad.
La tranquilidad que habían conocido había terminado. El viento se estaba llevando una era que parecía segura, y traía una corriente nueva y deseosa de ser escuchada. De esperanza y libertad.
— ¿Has visto las grabaciones?
— ¡Jamás hubiera creído que Endeavor haría eso!
— ¿Y qué me dices de Hawks? ¡Ambos son los héroes más populares!
— Esto no pasaba con All Might...
— ¿Qué más nos habrán ocultado...?
La capucha de la sudadera ocultaba el serio semblante que la pelilila portaba. Sus ojos grises examinaban cada persona que pasaba por su lado, y mientras procuraba esquivar a la marabunta de personas que se había creado en la calle, las voces cautivaban su mente. Pero ella siguió hacia adelante, camino a casa.
No obstante, el sonido de un televisor la detuvo. Captó su atención con total éxito.
Al oír lo que decían, su mirada se aflojó muy ligeramente. Sus pasos se ralentizaron y su cuerpo paró justo delante de una vitrina de cristal; en su interior había una pantalla enorme, y en esta, el canal de las noticias hacía eco en su interior.
— Parte de las grabaciones muestran la ineptitud de muchos profesores a la hora de poner a sus estudiantes en riesgo— dictaminó el periodista—. Han demostrado que hacen bien su trabajo, pero que los mismos héroes que nos protegen por el día, pueden convertirse en auténticos villanos en sus propias casas.
