Protagonismo Perdido

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Victor falló disparo tras otro, su falta de precisión en el entrenamiento era más que evidente.

No es que sus tiros no tuvieran la potencia para tumbar a Preston, Samguk o JP, sino que ni siquiera se acercaban a la portería. Esto habría desquiciado mucho a Victor unas semanas atrás, pero ahora no. Sus pensamientos eran un eco de resignación: «Total, para no conseguir nada...».

Aunque Travis y Jude le daban minutos de juego, la realidad era que Victor se sentía aislado en el campo. Recordaba cómo en los últimos partidos apenas había recibido un pase, mientras que sus compañeros preferían jugar con Sol, Njord, incluso Lucian era más asistido que él. No marcaba un gol desde el partido contra la selección china.

Victor siguió disparando ante la atónita mirada de Arion, los porteros y su propio hermano, asombrados por su cadena de errores. Victor parecía un robot en ese momento, porque no mostraba emoción alguna, solo entrenaba tal y como le mandaban los seleccionadores. Finalmente, Jude decidió intervenir.

Víctor se acercó a pasos muy cortos y poco enérgicos, los segundos hasta llegar a su lado se hicieron eternos. Levantó la cabeza sin fuerzas y aguantó la mirada a las gafas de Jude, aunque no pudiera verle los ojos sintió como le atravesaba su mirada y eso le estremeció.

—Victor... No estás jugando como esperábamos. ¿Puedes decirme qué te pasa? Entendemos que en los partidos te pongas nervioso y tengas errores, pero, ¿ahora también?

—¿De verdad me estás regañando por fallar unos cuantos disparos?

—No han sido solo unos cuantos. Solo el primero fue a puerta, y sin mucha fuerza. Los demás ni siquiera han rozado los palos.

—¿Bueno y que más da? —replicó Victor, su voz cargada de apatía.

—Victor, esto no es un juego. Estamos en una competición global, representando a todo un país. Si no te lo vas a tomar en serio, estamos seguros de que alguien sí.

—¡Ah vale, muy bien! Pues cambiarme ya por otro. Solo os he pedido una cosa, ¡una! Si ni siquiera me he quejado por no ser titular. Pero para una vez que pido algo, me lo negáis.

—No te lo has ganado.

—¿En serio? ¿Esperar cinco años no es suficiente? ¿Sabéis qué? ¡Que os den! —gritó Víctor, con la voz cargada de frustración. Sin esperar una respuesta, salió corriendo por el campo, con la energía que no había mostrado en todo el día. Su furia era tan intensa que, al pasar junto a un balón, lo pateó con fuerza, enviándolo lejos en una curva exagerada hacia la derecha hasta que desapareció de la vista de todos. Sin mirar atrás, Víctor se adentró en la maleza que rodeaba el campo de entrenamiento, dejando a sus compañeros en un incómodo silencio.

Vlad hizo el ademán de seguir a su hermano, pero Travis lo detuvo. Le explicó que Victor había desarrollado una dependencia hacia él, y que seguirlo solo empeoraría la situación. Aunque Vlad aceptó el consejo, no pudo evitar preocuparse, mirando hacia donde su hermano había desaparecido.

Arion había visto todo desde cerca y decidió que él iría a buscar a Victor. «Le han dicho que Vlad no puede ir, pero no han dicho nada de mi», pensó. JP notó la intención de Arion y decidió seguirlo.

Riccardo estaba entrenando junto a Samguk, cuando vio a sus compañeros adentrándose en la vegetación. «¿Qué está pasando? Primero Victor, ahora ellos... ¿Debería ir tras ellos?». Miró hacia Travis y Jude, que a su vez observaban la dirección en la que habían desaparecido los tres chicos. «Soy el capitán, pero... ¡Qué demonios, son mis amigos!» Riccardo decidió unirse a la búsqueda.

Samguk se sentía responsable de Riccardo. Después de todo, había sido el portero quien lo nombró capitán del Raimon cuando Riccardo aún estaba en primer curso. Además, Samguk fue el primero, aparte de Arion, JP y el propio Riccardo, en unirse a la rebelión contra el Sector-5. Con esa lealtad en mente, decidió seguir el mismo camino que su compañero, bajo la asombrada mirada de sus compañeros, que se preguntaban por qué tantos jugadores acababan de marcharse por esa misma ruta.

Inazuma Eleven Go: ¡Mundial, allá vamos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora