Inazuma Eleven Go: ¡Mundial, allá vamos!

Turismo Entre Amigos

Arion estaba corriendo vueltas alrededor del campo, como el día anterior. Travis había decidido repetir el mismo entrenamiento. Todos estaban practicando técnicas ofensivas y defensivas, individuales y combinadas. Sin embargo, Arion, satisfecho con sus supertécnicas, priorizaba el entrenamiento físico.

Al principio, se decía a sí mismo que quería mejorar como jugador en general. Pero, con el tiempo, se dio cuenta de que su verdadera motivación era superar a Matías Medino, el jugador de la selección chilena. Desde aquel enfrentamiento en la fiesta organizada por Uruguay, el mediocentro no podía dejar de pensar en él. Quería ser más ágil que Medino a toda costa. Con este pensamiento, aceleró su ritmo de carrera, controlando su respiración a través de la nariz como le habían enseñado todos sus entrenadores, asegurando que así se regulaba mejor el oxígeno y su temperatura corporal.

Arion había empezado corriendo junto a Cronus, pero ahora había triplicado la velocidad mientras su compañero había disminuido el ritmo. Su cuerpo estaba agotado; sus músculos y energía lo delataban. Para distraerse del cansancio, decidió observar los entrenamientos de los demás.

Vio a Bay, Lucian, Preston y Samguk juntos, entrenando supertécnicas. Al principio, pensó que estaban creando una nueva técnica, pero pronto se dio cuenta de que hacían todo lo contrario, estaban perfeccionando aquellas que ya tenían: la "Raíz Furiosa" de Bay, la "Fuga de Agujero Negro" de Lucian, las "Manos Liberadas" de Samguk y, sobre todo, la "Rotación Inversa" de Preston.

Arion observó que la "Raíz Furiosa" de Bay había mejorado mucho respecto al día anterior; era mucho más veloz y más potente. Sin embargo, aún no era suficiente para el nivel del mundial y se podía deducir porque no era capaz de marcar a ninguno de los porteros, aunque le daba guerra a la "Rotación Inversa". En contraste, la "Fuga de Agujero Negro" de Lucian era increíblemente poderosa; ninguna técnica de parada podía disminuir su fuerza.

Arion quería seguir mirando sus entrenamientos, pero se había alejado mucho de ellos y se le habían quedado a la otra punta del campo, «Bueno, ya volveré a mirarlos cuando haya dado la vuelta al campo...», se obligó a buscar a otras personas para disuadirse, pues le había funcionado.

Al principio se fijó en Victor y su hermano pero pronto se aburrió, ya que no habían sido capaz de crear ni una mínima cosa con la que luego pudieran materializar una supertécnica. Aunque ganas no les faltaban.

Volvió a buscar a alguien a quien ver, pasó de largo de Wanli y Harrold, y entonces encontró en quienes fijarse: Biel e Iggie.

Aquellos dos chicos le parecían muy curiosos a Arion, encontraba que se parecían bastante. Dos defensas con no muchos amigos en la selección que tenían un gran potencial pero que ninguno de los dos lo había demostrado aún. Los dos tímidos y también dudaban de sus propias capacidades. La curiosidad lo mantuvo mirándolos.

Biel estaba ayudando a su amigo a mejorar su fuerza corporal mediante golpes de cuerpo y pelotazos. Biel, con uno de los torsos más fuertes del equipo, resultaba ser un desafío insuperable para Iggie. Pero Arion sabía que este entrenamiento lo llevaban haciendo desde la llegada a la isla y en el partido contra Uruguay se pudo ver que había dado sus frutos, al menos desde su punto de vista.

Al tiempo que los veía entrenar también los escuchaba. No decían nada especial, solo los típicos gritos para darle al balón con más ganas, pero eso ayudaba a Arion a distraerse más del cansancio.

Los disparos de Biel eran poco precisos, aunque no se le podía exigir mucho, dado que su posición era defensa, pero esto dificultaba a Iggie el entrenamiento.

Arion  ya estaba dejando atrás a los dos chicos. Se preparó para volver a ver a Preston entrenar. De repente, un balón pasó raudo por delante de él a apenas dos centímetros de su cabeza, iba con tal fuerza que una ráfaga de aire le golpeó en la cara. Se detuvo en seco con los ojos bien abiertos y sorprendido de estar ileso.