Inazuma Eleven Go: ¡Mundial, allá vamos!

Superar el Pasado

—Oye, Preston, Wanli y yo hemos pensado en una forma de evitar que nos marquen. Así que no te sorprendas si ves que hacemos cosas raras —El portero respondió confundido, aún así confiaba en sus compañeros

Esta vez, fueron japoneses quienes reiniciaron el partido, con Lucian y Vladimir a la cabeza. Inazuma Japón salió con muchas ganas de marcar y lo demostraron con varios ataques feroces comandados por los nuevos delanteros. A pesar de su esfuerzo, chocaron constantemente con la impenetrable defensa griega de Caribdis y Escila.

Grecia no se quedó atrás. Pietro y Heracles encabezaron contraataques letales, con el capitán griego mostrando su poder sin reservas. Pietro utilizaba la "Hora Celestial Pétrea" en cada oportunidad y creaba situaciones favorables para los Guerreros de Delfos. Sin embargo, no lograban aumentar el marcador, ya que la estrategia de Iggie y Wanli estaba funcionando a la perfección.

En lugar de intentar frenar los avances griegos, Iggie y Wanli optaron por una táctica defensiva radical: se posicionaron junto a Preston bajo la portería y usaban sus supertécnicas encadenadas para bloquear cada disparo. Aunque Preston no se sentía del todo cómodo con esta formación, le permitía intentar desarrollar la supertécnica que había fallado contra Belerofonte.

Japón no cesó en su ofensiva. Riccardo, con su "Himno de Atenea", burló a Aquiles e inició la supertáctica "Virtuoso", sus guías sirvieron para acercarse a la portería rival pero no para superar a Escila y Caribdis.

Pietro repetía la "Hora Celestial Pétrea" en cada jugada, pero cada chut a puerta fue detenido entre "Iceberg" y "La Muralla de Atlantis".

Bay regateó a Heracles con la "Pared Forestal", pero como en las jugadas anteriores, fue detenido por la dupla griega. Pietro volvió a recurrir a su supertécnica, no obstante, no logró más que un tiro bloqueado.

Cronus, desde el banquillo, observaba con atención. «Esa supertécnica debe tener alguna debilidad. Ya superé la "Hora Celestial" antes, debería poder vencer a esta... Solo debo pensar en su mitología», pensó.

El tiempo se deslizaba rápidamente. Veinte minutos pasaron sin que los japoneses lograran marcar, y la tensión en las gradas crecía. Japón sabía que una derrota los eliminaría, y un empate los dejaría al borde de la eliminación. Con esto en mente, y para mostrarle a Sol que estaba equivocado, Njord decidió tomar la iniciativa y lanzar un ataque solitario.

Escila y Caribdis se interpusieron y usaron la supertécnica "Entre Dos Monstruos". Njord no se iba a quedar atrás y respondió con la supertécnica de regate que había nacido en el partido anterior, el "Cero Absoluto". La onda expansiva congeló a los dos monstruos e incluso detuvo el torbellino del suelo. Njord podía cruzar sin problemas. Esta seguridad dejó confiado a Njord y no notó cuando los monstruos se descongelaron, fue el torbellino empujándolo de nuevo hacia atrás quien lo advirtió. Por suerte, Njord reaccionó a tiempo y se alejó de los defensas. Quedó cara a cara con el portero griego.

«Te voy a demostrar que no tienes razón, Sol» pensó Njord, recordando sus discusiones previas. Con determinación, lanzó su supertécnica, "Leopardo de la Ventisca".

El portero se colocó en posición defensiva, sus manos y cabeza se transformaron en gigantescas cabezas de perro y las tres mordieron el balón con fuerza. Aunque la pelota siguió rodando con fiereza, negándose a detenerse. Entonces algo se alzó detrás del portero, una especie de cola, pero que en la punta tenía la cabeza de una serpiente, que también se lanzó a morder el balón. El disparo se detuvo y Cerbero rodó por el suelo, ya con su forma humana, para asegurarse del todo que el disparo no entraba a puerta. "Khan de la Portería".

En la siguiente jugada, Pietro volvió a usar la supertécnica que había heredado de Byron Love. Cronus contó cuántas veces la había utilizado, unas quince. Pietro no parecía resentirse de usarla repetidamente. «Debe ser porque está convencido de vencerme». DAunque había observado la supertécnica muchas veces, no veía un punto débil. Entonces, recordó algo de la mitología que podría funcionar. «Pero necesito a alguien que entienda de mitología... ¡Ya lo tengo, Biel! Él sabe».