—Nos volvemos a Japón —anunció de repente Travis durante el desayuno, lo que provocó algún que otro atraganto.
—¿Cómo? —Riccardo fue el primero en reaccionar.
—Lo qué oís.
—Pero aún queda una jornada por delante. Podemos no estar eliminados.
—No nos vamos porque estemos eliminados —aclaró Travis—. Volveremos a Japón porque tenemos la suerte de que en la última jornada nos toca descanso. ¿No os gustaría ver a vuestra familia y amigos? —Esta pregunta dejó pensativos a varios jugadores—. Si volvemos ahora, tendremos una semana hasta el próximo partido. Si no pasamos de ronda, ya estaremos en Japón, evitando largas filas para tomar el avión. Y si ganamos, será más fácil regresar que salir. Además, yo tengo asuntos que atender en Japón y quiero ver a mi hija.
La mayoría estuvo de acuerdo, aunque algunos, como Biel y Sol, se quejaron de que preferían aprovechar al máximo su tiempo en la isla del fútbol.
—No os obligo a volver, pero aviso: yo y quienes me acompañen nos iremos. Si quedamos eliminados, no regresaremos aquí, y tendréis que apañároslas solos para llegar al aeropuerto a tiempo. —Los chicos que pensaban como Sol se convencieron de inmediato; la idea de ir solos al aeropuerto no les entusiasmaba—. Ahora que está decidido, os sugiero que os despidáis de los amigos que habéis hecho aquí. Puede que no los volváis a ver nunca. Saber que algo puede ser lo último es mejor que descubrirlo después. Aprovechadlo.
Los chicos comenzaron a discutir entre ellos sobre a quiénes irían a despedir. Sol quería decir adiós a Lautaro y José, aunque este último fuera su gran rival; al final, le había tomado cariño. Cronus decidió despedirse de Byron y aprovechar para hablar con Pietro y zanjar de una vez por todas el asunto del Zeus y el Monte Olimpo. Sabía que lo había perdonado, pero quería estar seguro. Arion e Iggie acordaron ir juntos con Skie para despedirse de Matías y Joaquín. Vlad convenció a su hermano para disculparse con los congoleños por su juego agresivo en la primera parte.
Lucian se acercó a Biel.
—Oye, ¿vamos a despedirnos de Lizzie? —le propuso.
—Bueno, de Lizzie y Bruno.
—Claro, claro. Cuando digo Lizzie, me refiero a los dos —Biel lo miró con extrañeza.
—Vale —acabó contestando—, pero antes quiero despedirme de alguien. ¿Nos vemos en el área japonesa en una hora? —Lucian asintió.
Biel fue el primero en salir, seguido de Rex. Biel le preguntó a Rex de quién se tenía que despedir y Rex, sin concretar, dijo que de muchas personas. «Que raro, creía que no tenía amigos».
Rex se dirigió primero al área belga. Quería despedirse de Carlson, su mejor amigo en la isla. Tal vez no se veían tanto como otros sí hacían, pero así eran ellos. Al llegar, encontró el albergue vacío, así que se dirigió al campo de entrenamiento belga. Allí estaban, entrenando por la mañana, algo que sorprendió a Rex.
Rex se acercó manteniéndose a una distancia segura para evitar ser visto. Sin embargo, como había ocurrido en la primera ocasión y en todas las siguientes, Liam Jacobs lo notó de inmediato. Lo saludó y su gesto interrumpió el entrenamiento.
Rex, al haber estado en esa tesitura varias veces, ya había dejado atrás cualquier rastro de vergüenza. Descendió con calma, y al acercarse a ellos, lo primero que comentó fue que no sabía que entrenaban por las mañanas.
—Sí, estamos en la última jornada y queremos asegurar la entrada a la semifinal —se apresuró a decir Liam.
—¿Cómo vais en vuestra fase de grupos?
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Inazuma Eleven Go: ¡Mundial, allá vamos!
Fanfiction¿Qué hubiera pasado si el Celesta Galaxy nunca hubiera existido y en su lugar el torneo celebrado hubiera sido un mundial normal y corriente? Con los mejores jugadores del Camino Imperial representando a Japón y sin ser una aventura galáctica. ¿Qui...