Inazuma Eleven Go: ¡Mundial, allá vamos!

Admiración Mutua

Arion se levantó lleno de energía. Con cada minuto que pasaba, su entusiasmo por enfrentarse a los belgas crecía. Aunque la posibilidad de una derrota en la final era alta, eso no le preocupaba en lo más mínimo. Para él, lo único importante era medirse contra los mejores del mundo y demostrar a todos su fútbol.

En los entrenamientos, Arion se entregó al máximo. Aunque se había prometido no volver a destacar más de lo debido en todos los aspectos de aquel maravilloso deporte, no pudo evitar entrenar cada uno de ellos. Su defensa y su tiro seguían siendo sólidos. «No lo suficiente». Como habían comentado días atrás: Bélgica jugaba como si cada jugador fuera un equipo por sí mismo, y Arion debía ser igual.

Cada vez que Arion pensaba en usar una de sus supertécnicas, recordaba a Liam Jacobs regateando a Joaquín con el "Paso Espectral". «Si puede robar supertécnicas, tendremos que tener mucho cuidado. ¿Y si se apodera del "Eclipse de Balón" o de alguna otra técnica de regate?» También temía que pudiera usar varias supertécnicas al mismo tiempo y ocupar cualquier posición en el campo sin problemas, algo que ya era capaz de hacer sin necesidad de técnicas.

Los últimos días, Arion había visto muchos pronósticos sobre el partido, y la mayoría predecía una clara derrota para Inazuma Japón, con una diferencia de al menos tres goles. Incluso los que apoyaban a Japón coincidían en que Liam sería el MVP. Esto no daba grandes esperanzas.

Arion había entrenado en la "Furia de los Elementos" junto a sus compañeros, pero el entrenamiento fue breve. La causa principal era Victor, quien no soportaba a Pinkus. Pinkus se destacaba entre los entrenadores por su enfoque, exigiendo el máximo rendimiento a través de una dureza implacable y una estricta obediencia. En contraste, entrenadores como Travis o Jude, aplicaban un enfoque más equilibrado, basado en la severidad mezclada con el respeto. A pesar de la dureza de Pinkus, su profesionalidad era indiscutible: había logrado empatar con el Improved Japan en su momento y había desarrollado la técnica combinada de Tezcat y Bailong, una de las más formidables que se habían enfrentado. Sin embargo, esta actitud de Pinkus era una de las razones por las cuales el equipo no entrenaba tanto como debieran. Además, un cuarto de los integrantes de la supertécnica estaban ocupados entrenando otras habilidades. Como Cronus había dicho:

—Cuantas más opciones tengamos, más oportunidades generaremos y aumentarán nuestras posibilidades de victoria.

Los defensas, por su parte, se concentraban en mejorar su trabajo. Si lograban establecer una defensa impenetrable antes del partido, podrían mantener la portería a cero y Japón podría conseguir el ansiado trofeo, incluso sin goles. «¡Debemos repetir la gesta que lograron Mark y los demás a nuestra edad!».

Wanli y Harrold se mostraban relajados y confiados. Aunque se entregaban con intensidad en cada entrenamiento, no parecían preocupados. Era como si ya hubieran alcanzado todos sus objetivos para el torneo y solo les quedara esperar el último partido, disfrutando del tiempo que les quedaba antes de la gran final.

Biel, para sorpresa de Arion, también estaba entrenando la defensa en lugar de seguir con la supertécnica combinada con Lucian. El delantero se quedó solo con Cronus, quienes eran los únicos sin un entrenamiento específico.

El tiempo avanzaba y el ambiente en el campo de entrenamiento se volvía cada vez más tenso. Los jugadores del Inazuma fallaban una y otra vez, sus esfuerzos frustrados se traducían en murmullos de desánimo y gestos de impaciencia. Los balones chocaban con el suelo y rebotaban en los postes, mientras los jugadores se aferraban a las supertécnicas con creciente desesperación.

Travis observaba desde un rincón, sus cejas fruncidas en preocupación. Finalmente, dio un golpe en el silbato, cortando el murmullo de la frustración. Con un gesto amplio, indicó que era hora de parar. Los jugadores, exhaustos y con el ceño fruncido, se agruparon alrededor de él, mientras Travis hablaba con calma pero firmeza. Les recordó que la presión estaba afectando su rendimiento y que necesitaban despejar sus mentes para que el cuerpo pudiera rendir al máximo. Así que otorgó tiempo libre.