—Mira— Taehyung señala la gigantesca pared de la habitación de sus hijas— a ambas les gustan los colores pastel, las cosas bonitas y brillantes.
Bomi asiente, extrañada por la energía que desprende Taehyung.
Pasa que le comenté al resto que Bomi podía pintar sus habitaciones y se creó un caos dónde el más emocionado fue Taehyung, ahora Bomi tiene veinte habitaciones por personalizar y parece muy contenta porque eso es lo suyo, pintar.
La traje aquí solo porque sé que Crissy no está y no pondrá problema por ello.
—Este es el cuarto de mi hijo mayor— le cuenta— el tonto que está ahí acostado.
—Hola— saluda.
—A Yeonjun le gusta el color rosa, rojo...—la lista continúa, Bomi anota todo lo que escucha— y a su hermano le gustan los colores azules porque le encanta el mar, el cielo, y todas esas cosas, la habitación es igual a esta. Ahora...— salimos— la habitación que comparto con mi esposa, ella es muy simple y tranquila, un solecito básicamente— saca su teléfono y le enseña una foto— es ella, no está ahora mismo.
Bomi ríe un poco abrumada por lo meloso que es Taehyung.
—Es muy linda.
Y con eso se lo ganó.
—¿Verdad que sí? Es preciosa mi bebé. Bueno, pero el caso es que me gustaría algo relacionado a su cabello cobrizo en las paredes, no lo sé, tú eres la creativa aquí.— y parece que eso es todo— ¿Si me hice entender?
—Claro, perfectamente.
—Excelente, déjame tú número de cuenta para hacer el pago e inicias cuando desees.
Luego, Gyuna se enteró que estaban pintando habitaciones y fue a pedirle a Yoongi que le cumpliera el capricho, Lena sarandeó a Hoseok y este le permitió hacer lo que a ella le viniese en gana siempre y cuando lo dejara elegir los colores.
Seokjin dijo que solo quería rosado y blanco.
Jimin dice que quiere algo pero aún no se decide así que luego nos avisa.
Como Namjoon no está, Solji pidió algo sencillo para la habitación de Joonji prometiendo que cuando su esposo regresara, elegirían algo para ellos.
Bomi suspiró.
—Muy bien— empezó a contar con los dedos— necesito mucha pintura y mi cuaderno de diseños.
—No hay que apurarse, tómalo con calma.— asiente—No sé si necesites ayuda.
—Oh, no, siempre he trabajado sola— sonríe— empezaré con tú habitación, dijiste que te gustaban los mosaicos.
Asiento.
—Puedo ayudarte a alcanzar los lugares inalcanzables.
—Trato hecho— se recoge el cabello— si no les molesta a ti y a los demás, empezaré ahora con la base blanca, es pintura de secado rápido, así que supongo que mientras bajo a mi casa y compro la necesaria, puedes pedirles que saquen sus cosas.
—Claro, te llevaré y traeré.
Enrojece.
—Está bien, es mi trabajo, puedo pedir un taxi, no te preocupes.
Niego.
—Aquí hay auto, debemos darle uso y, como notaste, estamos un poco adentrados en el bosque, es peligroso.— y entre menos personas sepan de esta casa, menos curiosos tendrá de comer cariñitos— Vamos, le avisaré a los demás e iré por el auto.
—Bien, yo espero.
Esto va a matarme, no sirvo para alejarme de las personas.
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