Después de colocarse el uniforme, tomo la espada para ponerla en su cintura y acomodo la máscara de zorro a un lado de su cabeza.
-¿Estás seguro en llevarla? - pregunto el mayor.
-Sí, será un buen recuerdo – le sonrió – Me gusta mucho esta máscara.
-Bien – se levanto y lo acompaño a la salida – Sera difícil encontrar a Giyuu, no creo que des con él un cuestión de días.
-Lo sé – dio una rápida y última mirada a la montaña – Se que tengo muchas dudas que resolver, pero mi prioridad es encontrarlo – apretó ligeramente el puño – Tengo que ver a Giyuu.
- Entonces... - lo tomo de los hombros – Buena suerte, Sabito.
-Gracias, Urokodaki-san – asintió agradecido.
Se abrazaron en forma de despedida.
•••
-¡Kuro! – llamo al ave en un grito. El cuervo soltó un graznido y descendió a su hombro - ¿Tú sabes dónde o como puedo encontrar a Giyuu?
-¡El cazador, Giyuu Tomioka, está de misión en el sur! – dijo agitando las alas - ¡Pasa la mayor parte del tiempo en la finca del agua!
-Gracias – sonrió.
Sabito continúo su camino hacia el noroeste, en algún bosque poco transcurrido. Agarro la katana y asomo una pequeña parte de esta dejando escapar una densa nube de humo, sus colores volvieron a cambiar, el color avellana se volvió un gris muy oscuro, y la franja verde ahora es blanca. Dio un largo suspiro y la guardo de nuevo.
-¡Cow! – grazno un cuervo a lo lejos, volando en dirección contraria a la suya. Kuro, el cuervo de Sabito, le siguió el graznido, el chico supuso que era un tipo de saludo o algo así.
-Los cuervos no son muy diferentes entre sí – comento para sí mismo – Debería darte algo para poder diferenciarte con facilidad.
•••
Cuando Sabito llego al bosque indicado, el anochecer se acercaba desde el horizonte con cautela. A unos pasos dentro, Kuro inicio su vuelo dejando solo al humano.
Caminaba sin rumbo fijo, esperando encontrarse con cualquier cosa. El cielo ya se encontraba estrellado, le sorprendió el ambiente tan aterrador que se formaba al caer la noche, pero no podía perder la concentración.
Entre la densa niebla, logro ver una silueta acercarse a él, tomo la katana, listo para desenvainarla si llegase a ser necesario, pero entre más cerca estaba se volvía más clara. Era una mujer con múltiples heridas en todo el cuerpo, su respiración era agitada y débil, corría desesperada. Cegada por el pánico, no pudo notar el momento en que su kimono se enredo con una de las ramas y resbalo, Sabito la sujeto antes de que impactara con el suelo.
-¿Qué sucedió? – la interrogo sosteniendo sus brazos. Ella lo miro asustada.
-¿Usted es un cazador? – dijo con la voz entrecortada.
-Sí, diga-
Su frase fue interrumpida.
-¡Váyase! ¡Tome a mi hijo y váyanse de aquí! – suplico en débiles gritos, se aferro a los brazos del chico.
-Señora...
-¡Rápido, antes de que los encuentre! – lo sacudió – Haga lo que haga ¡Ignore la flauta!
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¿Dónde estás?
FanfictionSabito despertó en la prisión de glicinas sin recordar nada. Termino la selección final y regreso con su maestro, ahí los sucesos extraños comenzaron. A pesar de las tantas cosas que tenía por resolver, decidió encontrar a su mejor amigo y quitarse...