Era un nublado amanecer. Sabito salió de su habitación encaminándose a la de al lado, toco antes de abrir y dirigirse a la cama observando a su amigo dormir. Es indefinido el momento en que Tomioka comenzó a gustarle tanto, lo único seguro es que lo adora.
Lo sacudió sin mucha fuerza.
Giyuu entreabrió los ojos y elevo la mirada encontrando la sonrisa de Sabito.
-Es hora de levantarte.
-Sabito – estiro los brazos atrapando su cuello y lo jalo con él – Buenos días – saludo con un cariñoso tono.
-Buenos días.
-... ¿Sabes Sabito? Mi chico me gusta mucho, antes pensaba solo declararme, pero ahora no sé si pueda aceptar un no – lo abrazo – Soy egoísta, lo sé. Quizás algo más...pero no me importa – Sabito maldijo mentalmente antes de tomar el rostro del ojiazul y sonreírle.
-No lo dejes ir, Giyuu – se levanto – Saldré un rato – se retiro del cuarto.
El pelinegro se quedo en el centro de la cama con sus mejillas acaloradas, al mismo tiempo, sus ojos azules miraban la puerta por donde su amigo se había retirado... Amigo, llamarlo así comenzaba a ser irritante.
-Me voy a declarar – dijo con una expresión decidida.
Caminando se acomodo la máscara a un lado de la cabeza, se dirigía a la finca mariposa para despedir al pelirrojo.
-¡Sabito-san! ¡Hola!
-Hola Tanjiro – saludo acercándose.
-... Gracias por haber venido – sonrió.
-No hay de qué, pero dime para que me llamaste.
-Respecto a eso... - bajo la mirada nervioso y comenzó a jugar con sus dedos – Podemos ir...a un lugar más privado – pidió en voz baja. Sabito se extraño por su repentino sonrojo.
-Sí, claro – acepto.
-S-Sígame por favor – apunto al lado del camino.
El mayor camino tras sus pasos sin decir nada, poco a poco se separaban del resto y miraba un entorno que hasta él mismo desconocía de las fincas, en esa parte no llegaban los tenues rayos el sol debido a los grandes árboles de glicina que cubrían la zona, era un camino estrecho y oculto por las hiervas que crecieron debido al abandono. Tanjiro se agacho poniendo la caja de su hermana demonio en el suelo.
-Se siente extraño traerlo hasta aquí misteriosamente – admitió con las mejillas aun enrojecidas – Nezuko encontró este lugar en una de sus expediciones nocturnas, le gusto mucho – sonrió mientras abría la caja.
-Es tranquilo.
-Sí... Nezuko quiere hablar con usted.
-Bueno – se puso de cuclillas – ¿Qué pasa pequeña? – le sonrió cerrando los ojos.
-¡Mmmhh! – corrió y se abalanzo haciéndolo caer.
-¡Nezuko! – se acerco alertado – ¡Ten cuidado! Lo siento Sabito-san – se disculpo cargando a la demonio para que el mayor se levantara.
-No importa – sonrió – A mí también me alegra verte Nezuko.
-¡Mm mhh mhm!
-Dice que lo extraño mucho – tradujo. Sabito reprimió una risa.
-Yo también.
-Mmhm mm mh mm hm.
-"Gracias por cuidar de mi hermano y de mi".
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¿Dónde estás?
FanfictionSabito despertó en la prisión de glicinas sin recordar nada. Termino la selección final y regreso con su maestro, ahí los sucesos extraños comenzaron. A pesar de las tantas cosas que tenía por resolver, decidió encontrar a su mejor amigo y quitarse...