.15.

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Había un nuevo rumor merodeando entre los pilares. Para algunos, saberlo fue preocupante.

- ¡¿Usted también lo vio?! - pregunto con una sonrisa.

- Sí, en la misión anterior.

- ¡Es extravagante! ¡Me gustaría verlo pelear!

- No lo hace nada mal - alabo la menor.

- Es bueno - le siguió el albino de cicatrices.

- ¡Lo pediré para la próxima! - aseguro haciendo movimientos exagerados y llamativos.

- ¿De qué están hablando? - cuestiono el pelinegro.

Los pilares estaban reunidos en ese hermoso día, a excepción de Shinobu que evaluaba la recuperación del trió desastroso, Kyojuro que llegaría un poco tarde y Giyuu que difícilmente asistía a una.

- De un extravagante y misterioso chico, Iguro - respondió el más alto abrazándolo sobre los hombros.

- Es muy guapo y atento - alabo Mitsuri sentándose a su lado, la sangre de Obanai hirvió al escucharla.

- ¡Llamativo! - le siguió Tengen.

- ¡Varonil! - respondió ella correspondiendo su sonrisa,

- ¡Extraño!

- ¡Elegante!

- ¡Alegre!

- ¡Maduro!

- ¡Protector!

- ¡Cállense de una vez! - exigió Sanemi - Ni es tan genial como dicen.

- ¿Te peleaste con él? - pregunto seguro de la respuesta - Eso no es extravagante.

- No, no me pelee con él.

- Milagro - hablo Muichiro bajando la mirada a ellos - Es un verdadero milagro.

- ¡¿Qué dijiste mocoso?! - coloco un pie sobre la mesa para abalanzarse al menor.

- Cálmate Shinazugawa - rio el de adornos en el cabello sosteniéndolo de la cintura.

- Si pudiera hablar con Tomioka-san seguro me diría algo de él - comento Mitsuri mordiendo su festín.

- ¿Por qué no lo haces? Ya, tranquilo Shinazugawa.

- No puedo, me pone los nervios de punta - respondió con una sonrisa - En especial ahora que me invade la curiosidad por saber cómo se hizo amigo de alguien así.

- ¡¿Tomioka tiene amigos?! - pregunto con su alta voz el pilar de Fuego - ¡Los engañaron! Eso es imposible.

- ¡Rengoku-san! - saludo Mitsuri.

- ¡Hola compañeros! - su mirada fue atrapada por ambos peliblancos que discutían entre sí - ¡Uzui, mi amigo! ¡Shinazugawa, mi otro amigo! - abrazo a este último riendo con fuerza.

- Concuerdo con Rengoku - comento el serpentino chico - Tomioka es un maldito asocial.

- A decir verdad, yo también creí que me estaba mintiendo, pero descubrí que decía la verdad.

- Yo no pensé en cuestionarlo.

- No parece solo su amigo - en su opinión, un amigo no manda a su cuervo a espiar a su amigo, ¿o sí?

Lo que Sanemi no sabía, es que Kuro no necesito la orden de nadie para tomarse esa molestia.

- ¡Verdad que no! - se inclino a él con una emocionada sonrisa.

- ¿Por qué dicen eso?

- ¡¿Tomioka tiene amigos?! - volvió a preguntar, esta vez sentado con los brazos cruzados, entre los albinos. Su penetrante mirada estaba en la nada.

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