¿Dónde estás?

.17.

El chico de cicatriz en la mejilla volvió en sí luego de unas horas.

- Sabito-san – sonrió aliviado – Que bueno que está bien.

- ¿Cómo está tu herida?

La respuesta de Tanjiro fue interrumpida por el pilar.

- ¡Sabito! ¡Así que eres Sabito! ¡De verdad eres tú! – intervino con exclamaciones llenas de energía, aunque su aspecto no decía lo mismo.

- Sí, ese soy yo.

- ¡Un placer conocerte Sabito! ¡Gracias por salvar mi vida!

- Fue suerte, por algunos momentos pensé que moriría – rio nervioso.

- Tanjiro – susurro el rubio menor - ¿Cómo es que tú y Rengoku-san lo conocen?

- No lo sé, no tenía idea que Rengoku-san lo conocía.

- Escuche algunos rumores y comentarios sobre ti – dijo respondiendo las preguntas.

- ¿Es así? Espero que sean buenos.

- ¡Lo son! Mis compañeros pilares hablaron sobre ti en nuestra última reunión – argumento con una enorme sonrisa – Buscas a Tomioka, ¡¿verdad?!

- ¿¡Él lo sabe!?

- No, por alguna razón no se me permitió decir nada al respecto.

Sabito suspiro aliviado con una sonrisa y una mano sobre el corazón. Hace tiempo que no se asustaba así.

- ¿Busca a Tomioka-san? – pregunto intrigado.

- Sí – lo miro – Hace tiempo que quiero encontrarlo.

-... ¡¿Usted y Tomioka-san se conocen?! – dijo sorprendido para después relajar el cuerpo – No lo sabía... - comento atónito.

- ¡Pues tienes suerte! Justamente nos preparamos para ir a la finca mariposa, una de las fincas.

Los ojos lilas con toque grisáceo se pasearon por los alrededores. Personas con un traje que solo dejada sus ojos al descubierto se paseaban de un lado a otro atendiendo a los heridos y tratando de ayudar.

- Hay nos atenderán las lesiones o heridas y ayudaran en nuestra recuperación hasta que estemos listos para la próxima misión – explico con una sonrisa – Yo acabo de salir, pero voy de regreso – se rasco la nuca riendo.

- Lo importante es que estés bien – intervino Zenitsu – Sin importar cuantas veces tengas que ir.

- Tu amigo tiene razón – confirmo el de cabellos durazno.

- ¿Amigo? – repitió con tono amenazador.

Un corto silencio se formo entre ese grupo. Todos lo miraban confundidos, excepto por Inosuke que se quedo dormido minutos después.

- ¿Me equivoque? – pregunto ladeando la cabeza.

- ¡Yo soy su cuñado! ¡El futuro esposo de Nezuko-chan! ¡Grábate eso maldito!

- ¡Zenitsu! – interrumpió irritado - ¡No le hables tan groseramente a Sabito-san! ¡Él no te ha hecho nada malo! ¡Y ya te dije muchas veces que Nezuko se casara con quien ella quiera!

- ¡Ella querrá casarse conmigo!

- ¡No estés tan seguro!

- ¿Un humano cortejando a un demonio? Eso sí que es nuevo – comento mirando la pequeña pelea entre ellos.

Kyojuro le dio la razón con un pujido animoso.

- Tomioka debe estar en su día libre ¡Después de todo hoy es su aniversario!

- ¿Aniversario? – pregunto. El contrarío volvió a afirmar.

- Hoy cumple ocho años en la organización de cazadores de demonios – informo – Se les da el día a los cazadores de nivel Tsuchinoe en adelante... - cerro los ojos para reconciliar el sueño y recuperarse.

-... Sabito-san, ¿se siente bien?

- Sí, ¿por qué? – lo miro.

- Me preguntaba si esta vez podría responder mi pregunta.

- Dime.

-... ¿Cómo es que conoce a Muzan Kibutsuji? ¿Alguna vez se encontró con él? ¿Y porque lo llamo "sama"?

- No tengo idea – sonrió – Tampoco recuerdo haber visto a ese tal Mu...

Se tiro al suelo cubriéndose el estomago mientras ese malestar volvía.

"- No puedes hablarle a nadie sobre mi – dijo con el dedo índice sobre los labios – Si lo haces morirás.

- Como usted ordene, Kibutsuji-sama – hablo la femenina con una pequeña sonrisa y haciendo una reverencia".

- Tanjiro, deja de preguntarle eso – sugirió el rubio – Siempre que intenta decir su nombre vomita sangre, y ahora de desmayo – lo señalo con ambas manos.

- Lo siento, novolveré a preguntar – aseguro alterado.