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Ninguna victoria es dulce cuando se trata de asesinar, aunque se trate de un demonio. Todos lo saben.

Giyuu la observaba desde la ventana de su habitación, esperando a que su mejor amigo atraviese esa puerta y entre a la finca del agua, donde él lo recibirá con alivio y alegría. Pero fue un cabello color negro sujeto en una coleta de lado quien entro, rápidamente se levanto y salió de la vivienda para ver a su visita.

-Tomioka-sama – hablo al verlo y se acerco al mayor – Shinobu-san me manda.

-¿Qué ocurre?

Kanao dudo demasiado de sus palabras, esto era difícil para ella.

-S-Sabito está en la finca mariposa... Lle-llego hace unos minutos – bajo la mirada – Él... Él está inconsciente, no luce nada bien, resulto muy herido y se me ha pedido que viniera por usted.

-Vamos.

Ambos salieron de la finca y corrieron a gran velocidad a la habitación donde la pilar del insecto trataba desesperadamente mantener con vida el cuerpo del cazador.



•••

La noticia se transmitió rápido entre los pilares y era cuestión de tiempo para que la habitación sea invadida.

Shinobu salió de la habitación en medio de un suspiro cansado, al elevar la vista se encontró con la de Kanao, negó suavemente con la cabeza, provocando que la contraria bajara la mirada y se creara un tenso silencio.

-... Vamos a decirle a Tomioka-san – hablo con pesadez. Kanao asintió con la cabeza y la siguió al lugar donde el mayor esperaba impaciente.

-...S... - presiono sus labios, obligándose a callar. Recordó las conversaciones que tenía de vez en cuando con el cazador de ojos lavanda, así como las palabras de Tanjiro. Expresarse es una cualidad del corazón – Shinobu-san.

-¿Qué pasa? – la miro.

-Y-yo... Dígame por favor... ¿Hay alguna posibilidad de que Sab...?

-Tomioka-san – llamo, interrumpiendo la pregunta de la menor. El mencionado se acerco a ellas –... Hice todo lo que pude, pero no logre que Sabito-san despertara... - forzó una pequeña sonrisa y poso la mano en el hombro de su compañero pilar – Es extraño, pero creo que está en coma... Lo mantendremos en observación. ¿Por qué no vas a verlo?

El mayor asintió con la con la cabeza y la siguió hasta el lugar. Giyuu escuchaba vagamente las explicaciones de la pilar mientras sus ojos se fijaban en el cuerpo tendido y gravemente herido de su amigo. Shinobu se despidió y salió junto a la Tsuguko de su hermana.

-Eso es lo único que puedo decir... ¿Te sirve de algo, Kanao?

-Sí, gracias.

-No es nada – le sonrió antes de emprender su camino en dirección contraria.

-... ¡Shi-Shinobu-san! – la mencionada la miro sobre el hombro – Por favor, deje que yo sea quien vigile la recuperación de Sabito.

-No se me ocurre alguien mejor – sonrió – Pero por ahora descansa, tú también tuviste una misión difícil.

-Sí, muchas gracias – se inclino y se retiro.

Giyuu acerco una silla y se sentó junto a la cama, observando cada detalle del contrario, apoyo la cabeza sobre sus palmas soltando un suspiro.

-¡SABITO! ¡Amigo! – grito azotando la puerta. Las llamas de su corazón fueron congeladas por la mirada antártica del pilar del agua - ¡T-To-Tomioka!

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