.12.

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Por fin Giyuu dormía tranquilamente luego de recuperar su haori en una sola pieza.

Esa mañana Tanjiro había pasado a devolverlo antes de que Nezuko descubriera que dicha prenda ya no estaba y le hiciera un buen berrinche a su hermano por robarle. Aunque no lo hizo, la pequeña demonio los soltó por accidente mientras dormía y Tanjiro lo tomo para devolverlo a su dueño.

Ah, claro, y como buen imán de problemas que era, ahora tenía que lidiar con un dilema. La visita de Shinobu.

No le molestaba la chica, pero a veces se comportaba muy pesada y Giyuu no siempre contaba con el humor y paciencia suficientes para soportarla.

- Tomioka-san... Tomioka-san - pico su mejilla -...To-mi-o-ka-san - canturreo. Tomo algo de aire - Tomioka-san, Tomioka-san, Tomioka-san, Tomioka-san, Tomioka-san, Tomioka-san, Tomioka-san - repitió picando su cintura hasta que el mayor se despertó.

- S-Shinobu - dijo al verla - ¿Cómo entraste?

- Dejaste la ventana abierta.

La miro asimilando lo que decía. ¿Esa era una respuesta normal?

- Como sea - hizo un ademan con la mano - Tenemos una misión, así que levántate ya.

La pelinegra de puntas moradas miro atentamente la expresión del pilar del agua. Lo agarro del hombro y jalo para dejarlo a su altura.

- ¿Sigues pensando en aquel hombre que te dejo Tomioka-san? - sonrió cerrando los ojos. Giyuu se soltó y se puso el uniforme ignorando su pregunta - Oh Tomioka-san, deberías olvidarlo ya - se recargo en la pared - Lastimo tu emo corazón. ¿Crees que merece tu dolor? - suspiro para ocultar la molestia.

El cazador siguió sin responder, aun no entendía porque creía que sufría por amor...y de un hombre. Si sufría por un hombre, pero no era por amor.

Pobre e ingenuo Giyuu.

- No es más que un tipo cualquiera.

- ¡No es cualquier tipo! - la miro molesto, al darse cuenta de sus palabras desvió la mirada ocultando su rostro -... Él era...diferente - murmuro bastante bajo.

Shinobu sonrió y bajo la mirada cerrando los ojos.

- Opino que abras tu corazón al amor - dijo con tono cursi y movimientos ridículos - Busca nuevas oportunidades.

Giyuu se coloco el haori y Shinobu agarro sus brazos inclinándolo a su altura.

- A Rengoku-san, por ejemplo, se ve interesado en ti - susurro - Y es todo un papucho.

El mayor enrojeció por completo, se zafo de su agarre y se apresuro a la salida de la finca, seguido por una Shinobu que no paraba de reír.

- Vamos Tomioka-san - dijo tratando de alcanzarlo - ¡Solo era una broma inofensiva!

- No necesito a ningún hombre - murmuro. Kocho trato de darle sentido a sus susurros.

- ¡Oh! Entonces buscas mujeres - concluyo - Bueno, eso es más difícil...

- Tampoco mujeres, no necesito una pareja.

- ¿Te aferraras a ese chico? - apunto el haori de patrón.

- Lo estas pensando todo mal.

- Entonces explícame.

-... No me gusta hablar de eso...

- Ya está. Mal de amores - confirmo.

- ¡Tomioka-san! - grito a lo lejos - saltó de la cerca de la finca mariposa y se acerco a ellos - ¡Buenos días Tomioka-san! ¡Shinobu-san!

- Buen día Kamado-kun - saludo sonriente - ¿Qué tal el entrenamiento con tus amigos?

- ¡Genial! Estamos avanzando con rapidez.

- ¡Muy bien! - felicito- Sigan así - animo.

- ¡Sí! Nos esforzaremos - aseguro y miro a Giyuu - No dejare que sus sacrificios sean en vano.

- ¡Monjiro! ¡Pelea conmigo! - dijo el jabalí acercándose - ¡Hah! ¡Es el mitad-mitad! - exclamo - ¡Pelea conmigo!

- ¡Ya voy! - grito nervioso - Tengo que irme ¡Adiós Tomioka-san! ¡Shinobu-san! - se despidió para detener a su amigo que quería abalanzarse al pilar.

- ¡¿A dónde vas?! ¡NO HUYAS COBARDE! - renegó - ¡SUÉLTAME KENTARO!

- Vamos Inosuke, cálmate - pidió volviendo al interior del lugar.

- No seas tan reacio Tomioka-san, pobre chico - comento riéndose - ¿Y qué hay de Kamado Tanjiro-kun? Parece un buen partido para ti.

- Ya te lo dije, no me interesa.

- No juegues al rompe corazones Tomioka-san - dijo divertida - Por eso todos te odian.

- A mí na...

- No lo niegues - interrumpió - Pero eso puede cambiar. ¿Le aceptas una cita a Kamado-kun? ¿O la prefieres con Rengoku-san? - pregunto curiosa - Yo la programare por ti.

- Ninguno - arrugo ligeramente el entrecejo. ¿Por qué respondía a preguntas tan tontas como esas?

- ¿Y si la cita fuera con aquel chico?

Giyuu cambio su expresión y casi detiene sus pasos. Los tortuosos recuerdos volvieron, acabando con sus ilusiones. Se aferro discretamente a la tela de cuadros y bajo la mirada.

- Eso es imposible...

- ¿Qué harías si algún día por azares del destino, cielo y universo él apareciera frente ti? - dijo intrigada.

Quedo ligeramente estático. Jamás se lo planteo.

- Probablemente me desmayaría - respondió lo primero que se le ocurrió.

- ¿Qué? ¿Por qué? - hizo una mueca de confusión.

- ¿Podemos cambiar el tema? - casi ordeno. Kocho rodó los ojos con una sonrisa.

- Bien, programemos tu cita ideal.

Giyuu se mordió ligeramente la lengua. Este será un viaje muy largo.

Shinobu no estaba muy bien enterada sobre la situación de Giyuu y Sabito, se hizo sus propias ideas al verlo lagrimear y escucharlo murmurar ese nombre mientras dormía y se removía incomodo -otra razón por la que el pilar no quiso volver a la finca mariposa- al principio fue difícil creer que Tomioka pudiera tener algún amor, incluso más que la sexualidad de este, pero no se le ocurría nada más y simplemente se rindió ante su hipótesis.

- Dime Tomioka-san. ¿Como sería tu cita perfecta?

- No lo he pensado - confeso.

- Solo imagínalo, tú y él bajo la blanca luz de la luna, cuerpo a cuerpo en algún lugar del bosque - dijo medio suspirando. Giyuu la miro extraño - Disfrutándose uno del otro mientras matan a un demonio.

- Eso no es una cita, es trabajo.

- Una misión con el nuevo amor - aclaro - Se más abierto Tomioka-san.

- ¿No deberías preocuparte más por tu soltería que por la mía? - pregunto. Lo pensó en voz alta. El aura asesina de la menor lo asusto - Lo siento... - se disculpo susurrando.

- Ahora, ¿en que me quede? - lo pensó por unos segundos - ¡Ah, sí! Matando a un demonio, gozando el momento mientras la sangre esta por todas partes.

Giyuu se encogió de hombros, esa chica tenía un grave problema con el sadismo.

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