Su mirada se paseo de un lado a otro en ese aparentemente tranquilo lugar, estaba posicionado sobre la barda de madera. Diviso a quien buscaba y se acerco a una velocidad asombrosa, al estar a una distancia estable se limito a caminar con normalidad.
-Kyojuro.
-¡¿Mm?! – se giro a mirar el responsable de esa voz - ¡Tomioka! ¿Cómo estás? Justo acabo de iniciar con mi merienda, ¿quieres un poco?
-No, gracias, acabo de comer – mintió. Le era imposible con la duda en su mente.
-¡Bien!
-¿Dónde está Sabito? – cuestiono.
-... Yo... ¡Supongo que acompaño a Tengen a su misión!
-¿Qué misión?
-¡La del distrito de flores! – exclamo nervioso, la mirada sobre él le helaba la sangre.
-¿¡Dejaste que Sabito se fuera!?
-No exactamente, surgieron unos inconvenientes y tuve que retirarme.
-¡Se suponía que tú lo cuidarías!
-¡Lo siento mucho Tomioka! – exclamo con la voz levemente temblorosa, se sentía casi un criminal.
-¡Una disculpa no me sirve! – sus piernas perdieron fuerza y se dejo caer al suelo – Ese lugar no es apto para Sabito, él no debería estar allá, no... Mi Sabito es muy puro para ir a esos lugares tan vulgares y obscenos...
-Tomioka – se acerco y coloco a su altura - ¿Estás bien? – pregunto preocupado por sus susurros tan bajos.
-... Kyojuro – se inclino tomando su uniforme y atrayéndolo más. Kyojuro se sentía intimidado por esos azules ojos frívolos que penetraban los suyos – Si le pasa algo a Sabito o no regresa, te perfore el estomago y sacare cada una de tus entrañas... Ya habrá algún demonio que las quiera – lo soltó y se fue de ahí.
El rubio pilar se quedo mirando a la nada, a diferencia de las otras veces, sus ojos reflejaban miedo, no sonreía y estaba incapaz de controlar su tembloroso cuerpo.
Giyuu se adentro a la soledad de su habitación y dejo la nichirinto de lado, posteriormente se tiro en la cama reincorporándose entre las sabanas y abrazando la almohada, estaba preocupado, asustado. Sabito no regreso esa noche, supuso que se había quedado con Kyojuro y entre dientes se fue a dormir con la idea de que volvería al amanecer, pero esa mañana tampoco apareció, lo busco con Mitsuri, se fue sin resultados, fue a la finca mariposa, no lo encontró, incluso se atrevió a preguntarle a Obanai sobre él, pero este le respondió que no lo había visto en días y que le avisara que se mantuviera lejos de Kanroji, por último le quedaba el pilar Rengoku, topándose con esa horrible respuesta.
Si lo que ese chico le dijo es cierto. Hoy se cumplen tres días desde que Tengen secuestro a Sabito.
-¡Carta! – anuncio seguido de algunos graznidos.
Kuro se poso sobre el bode de la ventana al lado de la cama y siguió exclamado aquella palabra hasta que el pilar le prestó un poco de atención. Tomioka desenredo el papel de su pata y le acaricio la cabeza mientras leía la entrega, el ave se acomodo entre sus piernas esperando pacientemente una respuesta que llevar.
La carta obviamente era de Sabito, en ella se disculpaba por la tardanza del mensaje y se excusaba con que ha estado ocupado, le dice que Tengen lo llevo al distrito de las flores para una misión en cubierto con los niños y finaliza con un agradable "Te quiero amigo". Eso calmo la tormenta interna del pilar.
Abrió el cajón del buro y saco lo necesario para escribir su respuesta, claro que con cuidado de no molestar al cuervo de rojo collar, acomodo el papel en blanco sobre la almohada y formulo sus palabras en la mente.
"Estaré esperándote, por favor, ten cuidado. Yo también te quiero Sabito". Finalizo algo sonrojado, enredo la nota en la pata del animal y le deseo un buen viaje. Se pregunto si haberle dicho lo último estuvo bien, rápidamente se contesto que no y que debió buscar otra forma de decirlo.
•••
Hasta el momento todo iba en orden. De alguna misteriosa manera Sabito logro que el trió de menores se viera bien y fuera fácil para Uzui dejarlos en las casas correspondiente, aunque había otras que solicitaban a las supuestas damas, el de ojos lavanda culpo a la demonio con la que comparte cuerpo por su nueva creación.
Con Tanjiro no fue tan difícil, dejo una suave capa de maquillaje en su rostro, pinto sus labios del mismo tono que su rojo cabello sin marcarlos tanto y cubrió la cicatriz también con el cabello, como toque final, un pasador de rosa blanca al lado de la cabeza, fue gustosamente aceptado en la familia Tokito. Inosuke sería el más fácil si no fuera tan inquieto, pero con algo de persuasión lo mantuvo algunos minutos tranquilo, lo suficiente para colocar un color rosa claro en sus labios, algo del tradicional polvo y peinarlo igual que Kyojuro, por insistencia de Tengen, un broche llamativo para decorar su cabello, la familia Ogimoto lo pidió en cuanto lo vieron, aunque otras casa pelearon por él. Zenitsu fue otro caso, con él no se decidía por nada, el amarillo de su cabello ya era suficiente atractivo, pero tenía que hacerlo mujer y no sabía cómo, con ayuda de Tengen logro algo, por suerte entro en la familia Kyougoku sin problemas.
Sabito, por su parte, tenía que hacerse pasar por un nuevo cliente, cada noche visitar una de las tres casas, pero se trata de Sabito, él hacía las cosas a su manera, se infiltraba por los lugares más apartados de las casas y una vez dentro se hacía pasar por cliente solo si era totalmente necesario. Durante el día se tomaba descansos para ver el estado de la pequeña demonio como Tanjiro se lo pidió.
-¿Tú qué dices?
-Es una luna sin duda, y se traslada con facilidad por las tres casas, pero aun no la encuentro – respondió indagando en sus pensamientos -... Luna superior seis... - murmuro.
-¿Dices que ya lo encontraste?
-No estoy muy seguro, el lugar entero es su territorio, su propio laberinto, no logro dar con ella.
-¡Sabía que eras extravagante y útil! – lo abrazo sobre los hombros - ¡Que excéntrico Sabito!
-Fue suerte, creo.
En realidad toda esa información se la debe a la sangre demoniaca que alberga en el cuerpo –y que al parecer se va extendiendo en su interior- pues su cuerpo siente las mismas sensaciones y advertencias que sentía con ese tal Akaza, aunque ahora el nombre que viene a su mente es algo como Dani o Deti.
Su mirada se elevo, atraída por el ave color negro que se dirigía a ellos, lo reconoció y se levanto para recibir a su emplumado amigo, quien aterrizo en su antebrazo y anuncio la entrega de tan esperada respuesta.
-Gracias Kuro – sonrió y lo vio retirarse.
-¿Qué es? – pregunto curioso.
-Una carta de Giyuu, me respondió – contesto desdoblando el papel.
-¿Te responde las cartas? ¿Qué método usas? He escuchado que no devuelve ninguna.
-Supongo que el infalible método del drama – dijo formando círculos en el aire con el papel – Si no me responde le reclamo por horas cuando lo veo, a veces días.
-Con que eres dramático.
-En ocasiones es necesario – sus ojos se concentraron en las letras escritas por su amigo, lentamente iban avanzando con felicidad expresada en una sonrisa.
-... ¿Todo bien? – pregunto al mirar cómo el contrario ocultaba el rostro y su sonrisa desaparecía.
-Todo perfecto – se levanto – Necesito hacer algo... Ya vuelvo – aviso alejándose del pilar – Por cierto, Zenitsu desapareció ayer. Opino que te calmes o Tanjiro se va alterar aun más cuando se entere.
Guardo la carta en el bolsillo del uniforme y se cubrió el rostro, seguía caminando sin darle importancia a los reclamos del peliblanco por no haberle dicho antes. Estaba avergonzado, sí, pero no podía evitar sentirse feliz y un poco ilusionado ante las últimas palabras de la carta.
Conclusión: Sabito estaba enamorado.
No obstante. Esa noche se sentía la esencia de la muerte, otra triste y amarga victoria.
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¿Dónde estás?
FanfictionSabito despertó en la prisión de glicinas sin recordar nada. Termino la selección final y regreso con su maestro, ahí los sucesos extraños comenzaron. A pesar de las tantas cosas que tenía por resolver, decidió encontrar a su mejor amigo y quitarse...