Capitulo 19

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Weikath intentaba besarme pero yo lo detuve, aun no estaba muy contenta del todo...

-¿Derramaste ese líquido sólo para traerme aquí? –Dije mientras que cruzaba los brazos

-Maddie… no fue mi intención, juro que te comprare otra bata si es lo que te preocupa, además ese líquido no era más que agua y pegamento… ya lo tenía todo planeado... ¿Acaso dudas de mí? –Dijo mientras que reía y me miraba burlonamente, yo le sonreí e hice una mueca.

Weikath se quitó la bata a lo que yo hice igual, comenzamos a besarnos, el me cargo a lo que yo lo rodee con mis piernas, me coloco sobre un estante que estaba ahí, me quite la cazadora que traía puesta, Weikath comenzó a bajar el cierre de mi vestido, me lo bajo hasta la cintura dejándome en sostén.

-No podemos hacerlo aquí… ¿Qué pasaría si nos atrapan? –Dije deteniéndolo 

-Maddie… te prometo que eso no pasara, es decir mira donde estamos nadie entra aquí –Dijo Weikath con un tono burlón, preferí no decir nada más mientras que me hundía en las carisias y besos que me daba Weikath, pronto el comenzó a acariciar mis senos y prosiguió a abrir mis piernas, pronto me bajo las bragas, a lo que él se desabrocho el cierre y los botones de su pantalón, pude notar su erección ya marcada y crecida, me sonroje un poco mientras que giraba la mirada, inmediatamente Weikath se dio cuenta de esta inquietud 

-Maddie… no puedo seguir si tú no quieres… -Dijo Weikath deteniéndose 

-Claro que quiero, si tú lo quieres yo también… 
-Dije sonriendo a lo que Weikath me dio un cálido beso y se bajó los bóxers dejando su miembro erecto al descubierto, se acomodó entre mis piernas y pronto lo introdujo dentro de mí, no tarde en gemir un poco aun que me contuve, no quería que nadie nos escuchara a lo que Weikath fue lentamente, se movió dentro de mí con mucha delicadeza y lentitud, seguramente no quería que lanzara algún chillido aun que me fue imposible, esta vez el dolor no fue tan agudo como la última vez, pronto el dolor desapareció y la sensación se fue haciendo más placentera al punto en el que deseaba que Weikath no parara, lo besaba mientras que acariciaba y jugaba con su melena, de pronto escuchamos a alguien tratando de girar la perilla de la puerta, Weikath se alejó de mi mientras que se subía los pantalones, yo me apresure a bajar de ese estante mientras que me colocaba lo que me había quitado además de que me peinaba un poco al igual que Weikath, no sabíamos que hacer…

-¿Qué hacemos? –Dije susurrando, estaba asustada, no me podía imaginar que sucedería si alguien se daba cuenta de que ambos estábamos ahí y lo peor si sabían lo que habíamos hecho

- Ya se… mantente callada –Dijo Weikath susurrándome al oído, me señalo un pequeño rincón, procedí a sentarme y agacharme, él coloco un par de cajas y manteles sobre mí, Weikath se apresuró a colocarse la bata y verse lo más normal posible, quitó el seguro y abrió la puerta, me costaba respirar pero trate de que nadie me escuchara, después de unos segundos alguien saco algunas cosas, creí que me encontrarían, alguien comenzó a quitar las cosas que me cubrían, esto había terminado… Mire a ver a la persona que me había quitado las cosas… 

-¡Weikath! –Dije aliviada mientras que suspiraba, él me sonrió mientras que me ayudo a levantarme, él me dio un corto beso y salimos al pasillo sigilosamente, no queríamos que alguien nos atrapara, pero por suerte no había nadie.

-Paso por ti a las 7:00 pm –Dijo Weikath sonriéndome, a lo que yo accedí inmediatamente, él me pidió que me quedara algunos minutos en el pasillo para que nada se viera sospechoso, me mantuve unos 15 minutos hasta que por fin entre a la clase, Weikath solo me miro de reojo, su clase estaba por terminar a lo que él se quitó la bata, me di cuenta de que su cierre estaba abajo, no tarde en sonrojarme, no quería que las chicas se dieran cuenta, a lo que me apresure a levantar la mano y preguntar lo primero que se me vino a la mente…

-¿Qué opina de la reacción del mercurio sobre el ser humano? –Dije mientras que le señalaba con los ojos, Weikath no entendía la seña hasta que bajo su mirada y se dio cuenta a lo que se sentó rápidamente y me miro vergonzosamente.

-Maddie… ¿Acaso usted no puso atención en la clase del Viernes? Tratamos todos esos temas y usted estuvo presente en la clase –Contestó Weikath a mi pregunta, pude notar su tono retador aun que me miraba burlonamente, preferí no contestar pues estaba a punto de morir a carcajadas.

JudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora