Capitulo 7

73 7 1
                                    

Yo no quería que se fuera… Tenía que inventar algún pretexto… para evitar que se fuera, lo primero que se me vino a la mente fue ofrecerle una copa de vino, recordé aquel vino tinto que tenía en la alacena, lo guardaba para alguna ocasión formal o para cuando me sintiera sola y miserable, a lo que le pedí a Weikath que solo se quedara unos últimos minutos mientras bebía un poco de aquel vino…

-¡Espera! Solo quiero que te tomes una copa de vino conmigo, después podrás irte… -Dije algo entusiasmada, mientras que el soltaba la perilla de la puerta y se sentaba de nuevo en el sofá, me dirigí a la cocina, saque aquel vino, lo serví en dos copas, serví al punto en que casi se derramaba de la copa, este era para Weikath, en cambio en el mío solo serví la mitad, él se relajó y comenzó a beber, mientras yo hacía lo mismo aunque odiara el amargo sabor del alcohol, surgió un silencio incomodo, tenía que interrumpir eso… 

-Weikath… tú crees… ¿Qué algún día podría conocer a tu banda? –Dije sonrojándome y entusiasmada 

-Claro… es decir ¿Por qué no? –Dijo Weikath aun con el vino en la boca, él se había acabado toda la copa, insistí en servirle más y el acepto, ¡Que estúpida! Estaba embriagando a Weikath, eso no era buena idea aunque por otra parte lo estaba incitando a mis mayores deseos, cuando se acabó esta última me balance sobre él, tenía la mirada sumamente perdida sin duda alguna ya estaba ebrio, me senté de nuevo sobre sus piernas, quería acabar lo que hace algunos minutos había comenzado, de nuevo me desabroche el cierre del vestido, pero Weikath me detuvo, ¡Sí! Aun estando ebrio me detuvo, me sentía terrible, él no me deseaba para nada, tal vez tenía razón… Una relación entre alumna y profesor simplemente es imposible y una completa estupidez, me sentía como una completa idiota, me separe de él, lo mire algo furiosa pero más que nada desmotivada y triste, el me miraba seriamente sin decir nada… 

-Lo siento, se puede ir si gusta, buenas noches… profesor… -Dije bajando la mirada, me fui a mi habitación, me acosté sobre las sabanas, ya no me importaba si Weikath no me quería y no me deseaba como yo a él, por primera vez me habían hecho sentir repulsivamente terrible e indeseada, no paraba de sumergirme en mis pensamientos, hasta que sentí como alguien se sentó sobre mi cama, tal vez era mi imaginación, sentí una respiración fuerte cerca de mis oídos, y el calor abrazándome y cubriendo todo mi cuerpo … 

- Perdóname… Maddie… me equivoqué –Dijo Weikath susurrándome en el oído 

-No te compadezcas de mí… Yo sé que tu no me deseas… -Dije igual susurrando, Weikath me puso boca arriba, él se recostó sobre mí, me miro con sus hermosos ojos grises que tanto me enloquecían…

-Yo te deseo como no te imaginas… -Dijo susurrándome al oído… sentí como me envolvía en la pasión, al instante él me comenzó a besar, sus labios eran húmedos y tibios, y su aliento a alcohol y a tabaco me enloquecían aun mas… Él bajo hasta mi cuello, besándome cada vez con más pasión, sentí un bulto en mi pierna, era su masculinidad, esto hizo que me mojara aun mas, Weikath procedió a desabrocharme el vestido, esta vez lo hizo completamente hasta dejarme en lencería sobre las sabanas, me quite las zapatillas aun dejándome las medias, mire a Weikath con una mirada picara, le saque la cazadora de mezclilla, él se sacó la camisa y se quitó los zapatos, besé su torso descubierto dejando suaves besos sobre su piel… Lleve mis manos hacia el cinturón de Weikath, desabrochando cada botón, pero algo me hizo sentirme nerviosa y algo asustada… Pare y me aleje de él… Me puse colorada además de que me congele… 

-¿Pasa algo? –Dijo Weikath algo confundido 

-No pasa nada… -Dije con la voz temblorosa y algo alterada, Weikath se dio cuenta… 
-Perdóname si fui muy rápido… -Dijo algo avergonzado

-Es que… Nunca había hecho esto… ¡No estoy lista! –Dije casi gritando, muy alterada y con lágrimas en los ojos, me sentía asustada, nunca antes había llegado tan lejos con ninguno de mis antiguos novios, había tenido bastantes pero con ninguno había llegado donde había llegado con Weikath, al caso llegábamos a la cama a besarnos un poco, pero ninguno de ellos me había visto en lencería… Simplemente era algo que me asustaba… Pero lo peor era que Weikath ni siquiera era mi novio, era mi profesor ¡Era una locura! Pero una locura que me encantaba… 

Me acerque a Weikath, nos metimos debajo de las sabanas, lo abrace al igual que él me abrazaba… 

-Lo siento… Me siento como una estúpida… -Dije aun sollozando 

-No importa, no iba a hacer algo que tu no quisieras –Dijo Weikath abrazándome, le di un breve beso en los labios, el me correspondió mientras que me acariciaba la espalda, yo acariciaba su cabello, era muy suave y me encantaba… Después de unos minutos nos quedamos dormidos, el simple hecho de saber a dónde había llegado con Weikath me hacía sentir la chica más feliz y afortunada del mundo, por fin estaba donde quería y como quería, junto con el chico que tanto deseaba y quería, el por fin me daba atención y sentía lo mismo que yo… 

JudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora