~~Narra Weikath~~
Todo comenzaba a mejorar con Maddie, en una ocasión fuimos a un bonito parque, yo ya estaba decidido... Maddie era la chica que toda mi vida había estado buscando, regresando a Hamburgo le prepondría matrimonio.
Después de un largo día por fin regresamos a su casa, su madre se veía algo ansiosa por nuestra llegada, nos dijo que habían unos invitados que nos estaban esperando, no podía pensar de quien se tratase, no tenía familiares en Berlín y mucho menos amigos, era algo extraño, seguro andaban buscando a Maddie, era lo más probable. Nos adentramos a la casa, su madre nos dirigió a la sala y ahí estaban los invitados que menos me podía esperar.
Kiske, Ingo, Markus y Kai se hallaban en los sofás comiendo galletas y tomando vasos de leche, la madre de Maddie se marchó de la habitación dejándonos solos, no tarde en acercarme a hablar con ellos, estaba sorprendido ¿Qué hacían ellos ahí?
-¿Qué diablos creen que hacen aquí? –Dije acercándome pasmado
-Tranquilo... hemos venido a pasarla bien contigo –Dijo Kai con un tono pesado
- ¿Cómo nos encontraron? –Preguntó Maddie sorprendida
-Dejaron una dirección, esta estaba en un pedazo de papel que estaba dentro de uno de los bolsillos de la cazadora que dejo Weikath por error... -Respondió Ingo
-Bueno... me alegro de que estén aquí, siéntanse como en casa –Dijo Maddie con una sonrisa algo fingida, seguro ya pensaba en todo el caos que provocarían muy pronto los chicos estando en su casa, en todos los lugares que ellos visitaban siempre terminaban haciendo de las suyas y por cierto... un gran destrozo, pero había algo que aún no me quedaba claro...
-Antes que nada... ¿De dónde sacaron tanto dinero para venir hasta aquí? –Pregunte alzando las cejas
- Bueno... pues... es una larga historia... -Dijo Markus tratando de ocultar algo
-Kai e Ingo sacaron tus ahorros... -Dijo Kiske confesando con una voz infantil, no tardaron en mirarlo enfurecidos, de inmediato me llevé las manos a la cabeza y comencé a alzar la voz
-¿Qué? Díganme que no fue todo lo que estaba debajo del colchón... -
-Ese mismo, creo que debiste esconderlo en tu casa... –Dijo Kiske haciendo una mueca
-¿Qué? Carajo... ¿Por qué yo? ¿Por qué siempre me tienen que pasar estas cosas? ¿Ahora como conseguiré todo ese dinero? – Dije a punto de enloquecer, estaba más que enojado... pronto golpearía a alguno si nadie me detenía...
- Oye... tranquilo, aquí va la mejor parte, seguro recuperaremos todo el dinero muy pronto, ya que en tu algo larga ausencia hemos conseguido un contrato, en unos pocos meses estaremos disfrutando del sabor de la gloria, mandamos algunas de nuestras canciones, las que decidimos mejores... -Dijo Ingo mirándome emocionado, aun no estaba muy convencido, siempre que me dejaba llevar por las decisiones de los chicos lo primero en lo que pensaba era que todo saldría mal, sería una pérdida de tiempo...
Pero sobre todo de dinero, aunque ya no me quedaba de otra que escucharlos y desear lo mejor ya perdidos todos mis ahorros- ¿Y solo a eso han venido hasta aquí? ¿No podían haber llamado? O simplemente esperado... - Dije con mucha ironía, ellos se miraron algo avergonzados
-Tal vez tengas razón... pero queríamos visitar este lugar, a decir verdad luce muy agradable-Dijo Markus tratando de pensar y poner sus ideas en orden, tal vez fueran algo torpes al tratarse de decisiones pero a pesar de eso eran mis amigos y pasaría por alto todo lo que deseasen realizar, además de que era parte de la banda y siempre estaría de acuerdo con cualquier decisión para la mejora de esta.
Maddie y yo decidimos ir con los chicos a cabalgar a caballo, de inmediato a Markus pareció fascinarle la idea aunque a Kiske se le podía notar algo asustado.
Llegamos a un bonito campo, Maddie pidió seis caballos, uno para cada quien, el hombre de aquella granja nos mostró algunos corceles, Maddie tomo un caballo manchado color vino, Markus de inmediato eligió uno blanco, Ingo uno color marrón con manchas opacas, Kiske eligió uno color amarillento de cabello dorado, yo tome uno color negro con orejas blancas, mientras que a Kai no le quedo de otra que elegir un pequeño pony color gris con marrón, aunque él fue el ganador de la pelea por el pony ya que Kiske lo deseaba, ambos parecían tenerle pánico a las alturas o a los caballos...
Fuimos a galopar por un bonito monte, el pastizal era muy verde, la pradera era algo inclinada, si no teníamos cuidado podríamos salir disparados, todos subimos sin ninguna dificultad a los corceles, a excepción de Kiske, el seguía horrorizado, Maddie y yo nos acercamos a ayudarle, a pesar de que cada caballo tenía una silla para subir con facilidad él parecía no lograr subir
-No se preocupen por mi... yo estaré por haya observándolos... -Dijo Kiske seguido de una sonrisa desconfiada
-Anda, no te preocupes, nosotros te ayudamos a subir –Dijo Maddie aguantándose la risa por la dicha actitud de Kiske, a él no le quedo de otra que dejar que nosotros le ayudáramos a montar al caballo, Maddie lo tomo de la mano mientras que yo le ayudaba a subir a este, al estar montado comenzó a abrazar al potro del cuello.
-Mike... no pasara nada, por favor tranquilízate –Dijo Maddie moviendo sus manos para que él se tranquilizara pero parecía imposible, no dejaba de abrazar con mucho vigor al pobre caballo.
-Estas más asustado que el caballo... anda ya tranquilízate –Dije agobiado por su exagerada postura
- ¡Claro que yo estoy más asustado! ¡¿Quién es el que está montado?! –Dijo Kiske apretando aun con más energía al animal, este se molestó y comenzó a sacudirse de una manera violenta, se paraba con sus patas traseras y comenzaba a relinchar, Kiske se aferró a este, parecía todo un vaquero, Maddie y yo nos alejamos para no recibir un fuerte golpe del molesto animal
-¡Ayuda! –Gritaba Kiske horripilado, todos nos quedamos asombrados viendo aquella rápida y feroz escena, el animal comenzó a galopar cada vez con más velocidad, era increíble notar la energía de Kiske al aferrarse, pudimos darnos cuenta que él comenzó a marearse y cansarse, no tardo en soltarlo y salir disparado hacia un montón de heno y hierba seca, que forraba un montón de piedras, tuvo suerte a caer en un blanco tan determinado, los chicos bajaron de los caballos y nos acercamos a mirarlo
-¿Estas bien? –Preguntaron Kai e Ingo al unánime, Kiske solo se veía confundido y algo nauseabundo, lo ayudamos a levantarse, todos comenzamos a reír mientras que él se sobaba la cabeza tambaleándose de un lugar a otro ademas de que su cabello había quedado lleno de paja y algunas hojas
ESTÁS LEYENDO
Judas
RomanceJudas - Sinopsis: Locura, atracción, pasión, pero ¿Amor?Michael Weikath, guitarrista de Helloween, serio e interesado en su banda pero además en sus estudios, al terminar unos cursos en los que estuvo asistiendo hace ya dos años, por fin podrá tener...