Capitulo 56

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~~Narra Maddie~~ 

Ambos regresamos al colegio, seguimos fingiendo y ocultando nuestra relación, aun que podía sentir que alguien ya lo sabía, igual no le dimos importancia, mi vientre cada vez comenzaba a estar más crecido y comenzaba a tener cansancio y diversos dolores, no podía seguir asistiendo además de que mis compañeros se comenzaban a dar cuenta, aunque para mi suerte Rose dejó de asistir, eso me hacía sentir segura, podía dejar a Weikath solo sin preocuparme por ella, lo mejor era de que las demás parecían mostrar menos atención a él, ya no había nada por qué preocuparme, decidí abandonar los estudios hasta que él bebe naciera, fingí mudarme de estado, seguido de un montón de papeleo que Weikath se encargó de llenar.

Tendríamos un bonito varón, comenzamos a comprar mobiliario para el niño y demás cosas necesarias, pronto la habitación quedo muy linda, con un maravilloso toque infantil y muy adorable, con imágenes de jirafas, leones, tigres y demás animales en la pared, todo parecía mejorar, aunque la mejor parte fue cuando Weikath me pidió matrimonio, fue en una noche de luna llena, después de regresar de la gran presentación que él y los chicos llevaron a cabo, me lleve la gran sorpresa, todo fue como en un cuento de hadas, fue todo tan perfecto, creí que Weikath nunca me lo pediría pero por fin llegó el momento... uno de los mejores días de mi vida.
Nos casaríamos en un mes, según Weikath no quería que yo no encontrara un vestido de mi tamaño por mi vientre, eso era muy cómico pero por otra parte él siempre tenía razón, parecía que todo iba perfecto... casi todo... había algo que todavía no estaba establecido, no sabía nada de mis padres, incontables veces había recibido llamadas de ellos pero solo las ignoraba, cuando me creía llena de valor para afrontar lo que había provocado estaba equivocada, aquel sonido del teléfono sonar me hacía poner la piel de gallina, abundantes veces lloraba cada noche antes de dormir, mi boda ideal siempre fue que mi familia estuviese presente, que mi padre me llevar al altar y que mi madre llorara al ver a su hija menor desposándose, pero ahora nada sería así... mejor me iba olvidando de esa perspectiva, aunque por otra parte era lo mismo con Weikath, el desde muy joven había tenido riñas con su familia, él se había ido de casa para huir con sus amigos en ese entonces Kai y Markus, no había nada por hacer, no habría nadie presente de nuestras familias, eso me llenaba de un sabor amargo que me era difícil ingerir, Weikath siempre trataba de darme ánimos inclusive se había propuesto a arreglar las cosas con mis padres pero por alguna razón eso me parecía una locura, una desgracia que no debería de suceder, fue cuando me di cuenta de que las cosas nunca saldrían como lo deseaba, tal vez era lo mejor, sin mis padres o con mis padres me casaría con Weikath, lo único que me importaba ahora era él y nadie más, así que dejaría esos deseos en el pasado, las cosas serían distintas y tal vez aún mejor que en mis ilusiones.

Los días pasaron, Weikath y yo fuimos a elegir el pastel, la recepción, la comida y demás cosas, aunque no sería una gran fiesta nos encargaríamos de que todo estuviera impecable, elegimos un bonito parque cerca de un lindo estanque con algunos cisnes, había una pequeña capilla donde se podía observar todo el natural y bello alrededor, elegimos un pastel de cuatro pisos de tres tipos de chocolate, café y nuez, de comida serviríamos Eisbein ya que era una de las comidas favoritas de Weikath, decidí ir a elegir mi vestido con Kiske, él era probablemente mi mejor amigo y el que me comprendía en varias situaciones, aunque no nos conocimos de la mejor manera al pasar el tiempo comenzamos a ser muy unidos, me di cuenta de que la relación que tengo con él es mil veces mejor que la relación que tuve en el pasado con varias chicas que creía mejores amigas, lo gracioso es que Kiske a pesar de ser chico me comprendía en casi todo.

Fuimos un día soleado, era algo tarde pero a pesar de todo todos los locales de la ciudad estaban abiertos, fuimos a varias tiendas de vestidos pero ninguno me era muy convincente, hasta que llegamos a una que era muy grande y habían vestidos de todo tipo, no quería algo tradicional o anticuado, buscaba algo llamativo, e inusual algo que captara la atención de Weikath inmediatamente; Entramos a aquella tienda de vestidos, elegí los más llamativos y los que captaron mi atención de inmediato, tome tres y los llevé a los vestidores, me coloqué el primero con ayuda de una vendedora, lo lucí frente a Kiske que se encontraba algo aburrido leyendo algunas revistas que habían en una mesa, di una vuelta mientras me miraba en el espejo 

-¿Qué opinas? – 

-No es muy convincente –Dijo él decidido, entre a colocarme el segundo, este era como uno tradicional, el único detalle era que el escote era en forma de corazón y tenía muchos brillos al alrededor de él, lo modelé nuevamente pero Kiske no parecía sorprenderse, entre a colocarme el ultimo, era el que más me había gustado de los tres, este era color hueso con un gran moño esquinado en la cintura, caía en varias capas de la parte de atrás y de la parte de adelante era corto pero igual con un poco de volumen, tenía mangas muy elegantes, un escote de corazón y un collar estilo gargantilla, además de que elegí unos zapatos de plataforma del mismo color del vestido, a decir verdad el conjunto era algo gótico o del barroco , salí luciendo orgullosa aquel conjunto que había sido mi favorito, Kiske me miro sorprendido, estaba boquiabierto, estaba más que decidida que era el indicado 

-Es... es... Fantástico... te luce muy bien –Dijo él colorándose un poco 

-¿Crees que a Weikath le guste? –Pregunte tímida 

-¿Estas bromeando? ¡Claro que sí! ¡Le encantará! – Dijo él al instante, estaba decidido, ya tenía el vestido, todo estaba más que listo, ahora solo faltaba escoger un anillo para Weikath, así es la tradición, ambos se deben entregar un anillo; Mike tomó la gran bolsa con el vestido y los zapatos, pronto llegamos a una joyería, fuimos a la sección de anillos para caballero y comenzamos a mirarlos, estaba confundida, pero por suerte Mike estaba ahí conmigo, eligió uno plateado con unas rejillas en medio color negro, se veía muy elegante, seguro le luciría bien al tocar la guitarra, elegimos ese, me despedí de Mike y entre a casa, estaba agotada, últimamente era muy pesado caminar aunque no se tratase de una caminata tan extensa, por suerte no estaba Weikath, seguro estaba con Ingo, Kai y Markus, subí a guardar el vestido y el anillo, guarde todo dentro de mi closet, este era muy grande así que Weikath no se percataría de nada. 

JudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora