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Cuando llego a mi casa ya es un poco tarde, pero me gusto mucho pasar tiempo con Aron y su mamá.
Siento que quiero intentarlo con él, es muy diferente a los chicos que he conocido antes porque se abrió conmigo, me mostró su lado vulnerable y eso es algo que valoro mucho.
Y dios ese beso me derritió, se sintió tan cercano, tan dulce, fue como magia.
Pero hay algo que no me puedo sacar de la cabeza. Más bien a alguien.
Asher.
Sería todo tan extraño si de repente empiezo a salir con su hermano.
Sacudo la cabeza intentando olvidar lo que siento y busco a mi mamá por mi casa, pero no la encuentro. La voy a llamar.
- Hola mamá, ¿Dónde estás?
- Hija tuve que viajar a Los Ángeles de emergencia me quedare una semana. Ya le dije a los papás de Alicia, si se puede quedar contigo y me dijeron que sí, seguramente ya está por llegar.
- Solo ten cuidado y no te estreses mucho.
- Si, perdón por no avisarte.
- No te preocupes, lo entiendo.
- Adios mi amor, me tengo que ir a una reunión.
- Te quiero mamá.
- Y yo a ti.
- Adiós - cuelgo el teléfono.
Así es mi mamá siempre su trabajo hace que viaje a diferentes lugares, pero supongo que es precio de su éxito ya que es una gran empresaria y abogada, es todo un orgullo.
Siempre me quedo con Alicia porque no tengo más familia en la ciudad, ni en el país. Pero de igual forma en Suiza toda mi familia es lejana, porque desde mis tataras abuelos no tenemos hermanos, ninguno de mis abuelos tuvo hermanos.
Mientras espero a Alicia me quito la ropa y me coloco un delicioso pijama que me deja calientita.
Antes de guardar la polera que me dio Aron la observo y creo que mañana me la pondré, porque me encanta y además le dejare en claro que estuve pensando en él, sé que suena tonto, pero siento que es mi forma de apoyarlo moralmente, porque lo que esta pasando.
Escucho mi timbre sonar repetidamente y se que es mi mejor amiga porque solo Alicia toca de esa forma.
Bajo las escaleras y le abro la puerta a la castaña que lleva una pequeña maleta con ella.
- Dakotisss!!!! - grita eufórica mi amiga.
- Pasa -la dejo entrar.
- Estaremos solas toda una semana y lo vamos a festejar mañana. Ya planee amanecernos.
- Para eso debemos descansar y entre antes lo hagamos mejor.
Ella me sigue a mi cuarto parloteando de que nos vamos a poner lo cual no me importa mucho, porque igual me pondré lo que ella diga.
