Capítulo 30 | El pasado

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Te contaré una historia, mi historia

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Te contaré una historia, mi historia.

De cómo termine tirada en una carretera. Sin saber dónde estaba. ni de cómo había llegado al punto de estar tan desesperada solo por un poco de cocaína.

En eso se basaba mi vida en esos momentos, en querer más. Había cometido demasiados errores en muy poco tiempo.

Solo por esa estúpida adicción que yo sola me interpuse.

Ahora lo pienso, solo puedo decir que no tenía la necesidad de drogarme, pero yo era tan joven y estúpida. Quería encajar y acepté una línea, después solo recordaba una detrás de otra, compraba más solo porque me sentía con una seguridad que jamás había sentido.

Recuerdo cosas borrosas de las noches anteriores, estaba en una fiesta con Theo y Gregory. Ambos estaban pasados de copas y llegó Theo, me ofreció una línea. Acepte, yo y mi estupidez aceptamos, fue algo que nunca antes me había animado a hacer.

El estar con mi perfecto novio me entusiasmo más y termine aceptando.

Tenía quince años y ya estaba metida en todo eso, me drogaba, tomaba y salía cada vez que podía, para poder seguir haciendo todo eso. Según yo estaba disfrutando al máximo, pero solo me mataba. Cada día se me hacía más difícil seguir adelante sin cocaína.

Hice demasiadas estupideces como comprar yo misma la droga para poder inhalar una línea antes de entrar al colegio. Las diferencias de cuando estaba drogada y cuando no lo estaba, cada vez eran más notorias.

Volviendo a la carretera donde yacía, acostumbrándome a la luz.

Me paré como pude y vi que estaba en un lugar bastante alejado, donde solo pasaban carros y justo en esos momentos ni uno pasaba.

Busqué mis bolsillos y no traía nada más que mi teléfono. Lo tenía en mi pequeña cartera, tenía puesto un vestido corto, para mi buena suerte tenía shorts porque si no se me vería toda el alma.

Llamé a la persona que sabía que me ayudaría en ese momento, mi novio. Theo era de las personas en las que más confiaba. Al tercer timbre me contestó.

- Dolcezza, al fin - suspira - Te estoy buscando con el rubio ¿Dónde estás? - pregunta con preocupación, conozco a mi novio se que cuando no sabe nada de mi se preocupa mucho y lo mismo con mi amigo.

- No lo sé, estoy en una carretera - oigo cómo maldice en voz baja.

- Preciosa, mándame tu ubicación actual, estaremos ahí lo más rápido posible. - contesta Gregory y hago lo que me dice al instante.

- No se demoren, tengo miedo. No hay gente y todo está abandonado.

- ¿Cómo llegaste ahí? - pregunta mi novio.

- No... lo sé.

- Mierda, maldita sea Dolcezza, me tienes muy mal y no en el buen sentido.

- ¿Perdón?

Sin ConocernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora