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No sé si el destino está jugando conmigo o es algo que yo misma estoy repitiendo inconscientemente, pero desde que Asher nos despertó no dejo de pensar que todo esto es como un tremendo dejavu.
Más que un dejavu parece un ciclo que se vuelve a repetir y no estoy dispuesta a que sea así.
- Esto no era parte del plan – le digo a Aron viendo cómo se peina frente al espejo que hay en su cuarto.
El cuarto de Aron es realmente muy cómodo, más de lo me esperaría. Todo muy ordenado y amplio.
Me paseo por el cuarto encontrándome detalles que claramente son de él cómo: un perrito de peluche o una foto de Asher, Aron y sus mamás en un parque cuando los chicos tenían unos ocho años aproximadamente.
En la foto Clarissa (la mamá de Asher) está sentada junto a Regina (la mamá de Aron), ambas viendo a la cámara con una sonrisa tierna y se ven realmente hermosas.
Asher está en medio de ellas parado en el asiento con ambas manos al aire y una gran sonrisa tan grande que no se le ven los ojos. Por su lado Aron tiene una pequeña sonrisa y está sentado en el césped dándole la mano a Clarissa y Regina acaricia su mejilla de forma suave.
Se ven realmente felices.
- Mi mamá amaba esa foto – habla Aron detrás mío, al parecer se dio cuenta que me quedé mirándola mucho tiempo. Apoya su mentón en mi hombro para también verla – Recuerdo que cuando crecí, me explicaron lo que mi padre había hecho. Mi mamá decía que a pesar que le decepcionó enterarse sobre Clarissa todo cambió cuando se conocieron. Porque encontró a su mejor amiga, así fue como creamos a nuestra peculiar familia.
- Es hermoso, las dos son mujeres increíbles – suspiro.
- Quizás por eso con Asher no salimos tan mal – bromea.
- ¿Tú crees? – Aron levanta su mentón y me mira con una ceja arqueada – Aún recuerdo tus delirios de secuestrador.
- Creo que había visto muchas pelis – bufa volviendo al espejo a seguir peinándose.
- Claro – canturreo – Volviendo al tema de Asher, creo que acabo de retroceder cincuenta pasos y solo había avanzado uno – me acerco a Aron.
- ¿Te arrepientes de lo que pasó hace un rato? – voltea a verme con los ojos fijos en mí y un leve gesto de dolor cruza por su mirada.
Mierda, por un momento estoy olvidando de proteger sus sentimientos.
- Claro que no – le acarició el rostro con una sonrisa y me paró de puntas para darle un beso.
- Hay que verle el lado bueno, si está molesto es porque está celoso – sonríe maliciosamente Aron – Y yo estoy más que dispuesto a seguir sacándole celos.
- Gracias por tu gran apoyo – rio negando con la cabeza. Y le llega un mensaje que hace eco en la habitación y lo revisa rápidamente.
- Llegaron los que te ayudarán a arreglarte. Claro que aun así llevarás pijama estarías muchísimo más guapa que cualquiera - me guiña el ojo.
