Camino hasta el lobby con una sonrisa de victoria. Acabo de dejar a Asher y Dakota en el ascensor, conociéndolo perderá el control y lo que pase después solo será algo que todos sabemos que se está reprimiendo.
Agarro mi teléfono y marcó el número de mi cómplice.
- ¿Cómo salió todo? - me pregunta Noah.
- Perfecto, todo está saliendo como lo planeamos.
- Me alegro muchísimo, no te imaginas a lo que tuve que recurrir para que venga.
- Gracias por ayudarme.
- Lo hago por ella, desde que se fue no la he vuelto a ver tan viva.
- Bueno me alegra ser quien le dé vida, pero debo solucionar antes el pequeño problema. Mi hermano puede llegar a ser muy obstinado.
- Te deseo suerte ¿Viajaran los tres a Canadá?
- Si, ayer no quise hablar nada más que lo suficiente y se lo pedí - me inclino un poco para ver si vienen y todavía nada - Ella aceptó, obviamente Asher aún no sabe nada.
- Perfecto, acá con sus amigos de New York ya nos encargamos de todo. Solo deben venir a recoger su maleta y el pasaporte.
- Llegamos en diez minutos, el vuelo sale en menos de una hora.
- Nos vemos - cuelgo rápidamente porque veo a Asher salir del ascensor y me acerco sigilosamente.
Asher que estaba saliendo fue detenido por Dakota y me acerco más para oír mejor.
- Porque eres lo más importante para mí y esta vez mi prioridad - la voz de Dakota se hace presente y hasta mí me conmueven sus palabras.
Volteo a ver a Asher y por un segundo tiene ese brillo tan particular en su mirada que casi me hace rodar los ojos. Pero solo dura un segundo.
- No es suficiente, porque eso me lo debiste demostrar hace mucho. No ahora. - suelto un bufido de fastidio.
¿De verdad hermano, me lo vas a hacer todo más difícil?
- Haré que sea más que suficiente, te lo prometo.
- Adiós - suelta seco. Hago como si no hubiera escuchado nada cuando él para a mi lado - No lo vuelvas a hacer - me gruñe.
- ¿Nos vamos? - le pregunto a la pelinegra ignorando a mi hermano.
- Si llegas tarde a la reunión, no pienso hacerme cargo - se apresura a hablar Asher.
- No voy a llegar tarde, solo iremos a recoger sus cosas - su cara es digna de retratar, sus ojos están a punto de salirse y forma una mueca muy graciosa.
- ¡Tu estas demente, ella no puede venir con nosotros! - casi chilla y no pienso negar que esta situación me divierte mucho.
- Qué bueno que no te estoy preguntando - tomó la mano de mi pelinegra que está cabizbaja y verla así me dan ganas de tirarle un buen golpe a mi hermano.
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Sin Conocernos
Roman pour AdolescentsAparecieron en mi vida, y la pusieron de cabeza. Más de lo que ya lo estaba. Asher y Aron, mi jodida perdición.