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- No te recuerdo. - me levanto rápidamente dándome cuenta que solo llevo un polo y ropa interior.
- Eso pensé - comenta estirándose y puedo ver que si lleva pantalones.
El tal Luis es un pelinegro tirando a castaño, tiene los ojos marrones oscuros. Yo diría que tiene un aire a Nick Jonas.
¿Espera que?
Bueno tengo aceptarlo Luis es un poco atractivo, pero no de una forma en la que no llama la atención, él es como un término medio de todo.
- ¿Y cómo terminé en tu cama? - pregunto viendo el polo que tengo puesto - ¿Y esto es tuyo?
- Es una historia muy interesante que seguro querrás escuchar - me dice apoyando su cabeza para verme de costado - Te divertirá mucho.
- Soy toda oídos.
- Yo llegué al bar con unos amigos que al parecer son amigos tuyos o algo así, pero llegué algo tarde y vi que todos estaban ebrios menos un amigo tuyo que no dejaba que nadie se acerque a ti.
- Ese es Aron, es muy territorial.
- Tu novio insistió en que se vayan, pero tú no querías y te fuiste a bailar con tus otros amigos, que también eran los míos.
- No es mi novio.
- Como tu digas. Lo que pasó después, fue que él te quería llevar a tu casa, pero te saliste de su carro y te metiste al mío.
- Perdón - murmuro avergonzada.
- No te preocupes y como soy muy obediente te traje a mi casa porque no me decías dónde vivías. Llegamos y de frente te metiste a mi cama. Yo estaba muy dispuesto a dormir en el sofá, pero me pediste que duerma contigo. - solo quiero que me trague la tierra. - Ah y te desvestiste frente mío.
¡Por favor trágame tierra!
- No puede ser. - me tapo con las sábanas.
- Tranquila no vi mucho porque te di una camiseta, después me contaste unas historias muy raras, algo de tus novios y un secreto.
- ¿Secreto?
- Se lo que hiciste bonita - lo miró sorprendida. - Tranquila, tu oscuro secreto está a salvo conmigo - comenta despreocupado.
- ¿Qué te dije exactamente?
- Se que eras drogadicta y atacaste a alguien por droga. - me doy golpes mentales. - No te juzgo también me contaste de tu recuperación, pero me preocupa más la parte de un tal Theo.
- No debí decir nada. - comentó seria mientras me levanto de la cama para buscar mi vestido que está tirado en el piso.
- Espero no te molestes.
- A ver Luis.
- No soy Luis - me da una sonrisa juguetona desde la cama - Quería comprobar si de verdad no me recordabas. Soy Adam. - me extiende la mano y yo lo ignoro colocándome el vestido por debajo.
