Los recuerdos de la noche anterior me bombardean y mi corazón late con fuerza.
Cada mirada llena de deseo, estoy segura que todavía puedo sentir los espasmos de mis orgasmos.
No soy capaz de abrir los ojos, pero siento perfectamente a mis chicos. Sin siquiera abrir los ojos, puedo reconocer perfectamente cual es cual.
Aron tiene sus brazos por mi cintura atrapándome contra él y Asher tiene su brazo sobre mi cuello, se debió quedar dormido acariciándome.
Al abrir los ojos no hago más que confirmar mi teoría y no puedo ocultar mi sonrisa.
Aún no ha amanecido y lo agradezco.
Tengo pocas opciones.
Me quedo y cuando despierten tengo una conversación muy incómoda de cómo no los voy a poder ver por algo que tampoco soy capaz de explicar en este momento.
O me voy ahora con el mayor cuidado posible sin que se despierten
No lo debería ni de estar pensando, pero un dolor en pecho no me deja pensar con claridad.
No los quiero dejar, pero tampoco quiero discutir con ellos o al menos con Aron. Solo quiero quedarme con lo que pasó anoche.
Fue perfecto.
Nunca había hecho un trío y no lo llamaría de esa forma realmente.
Solo fue estar con los hombres que quiero.
Me siento completa, sin que nada me importe. Pero el problema es que hay cosas que sí importan. Y si quiero que nada importe lo tengo que resolver.
Decidida tomó el brazo de Asher y lo levantó dejándolo a su lado. Sonrió al ver su rostro, es tan tranquilo y tiene una leve sonrisa casi imperceptible.
Le dejo un suave beso en los labios.
- Te quiero. - murmuró y volteo a ver a Aron que me tiene atrapada de la cintura. Sonrió al notar su ceño levemente fruncido. Por supuesto que él duerme así. Repito mi acción al dejar un beso. - Te quiero, solo tenme paciencia por favor.
Con cuidado me deslizo de sus brazos y salgo de la cama tratando de no mover nada.
Gracias al cielo los dos están profundamente dormidos y no se despiertan.
¿En qué momento se pusieron pijama y yo tengo un polo gigante?
Revisé en el piso buscando mis cosas para salir de acá y voy recogiendo mi ropa por todos lados. Lo último que encuentro es mi cartera.
Como puedo tomo mi teléfono y lo primero que atino a hacer es llamar a Gregory, pero no puedo hablar.
Los voy a despertar.
Tomo mis cosas con cuidado y salgo de la habitación.
¿Dónde estoy?
Mierda, no conozco este lugar.
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Sin Conocernos
Teen FictionAparecieron en mi vida, y la pusieron de cabeza. Más de lo que ya lo estaba. Asher y Aron, mi jodida perdición.