Capítulo 61 | Problemas parentales

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Asher.

Debí ser yo, esa bala tenía mi nombre. No tenía porque impactar en ella.

La llevo desesperado en mis brazos, sin asociar nada del exterior.

El maldito escapó y ahora tengo a mi corazón herido en mis brazos.

- Resiste... - le ruego sin despegar mis ojos de su rostro desfallecido.

- ¡Pide que la maldita clínica esté preparada! - vocifera Aron sin soltar el arma.

En cuanto ella se desmayó, la tomé en mis brazos y corrí directo al helicóptero privado que trajimos. Aron insistió en traer uno privado porque necesitaba tener el control de la situación, por si algo salía mal. Y salió mal.

Liam, Adam, Aron y yo reaccionamos al instante.

Levantó la mirada y notó lo tenso del ambiente.

Noah está apoyado en Adam mientras este le hace presión en el hombro.

Eso fue un poco por mi culpa.

Cuando mandé la señal de reventar la entrada de la fortaleza, no pensé en que todavía estábamos dentro y teníamos que escapar.

Fue un impulso, porque ya no podíamos esperar ni un minuto más.

Al intentar escapar sin tener con qué defendernos, un hombre de Shadow le disparó a Noah, pero gracias al cielo solo fue en el hombro.

Observo mi mano en el abdomen de Dakota y me llenó de furia.

El hijo de puta le dio en él abdomen.

Y Aron casi se tira su puto helicóptero, de la furia.

- ¡Estamos aterrizando! - avisa Liam y yo conecto con mi hermano.

Aron está en un puto colapso de furia donde es capaz de matar a cualquiera.

No entiendo quién fue el idiota que le dio un arma al tipo más impulsivo que conozco.

Intento calmarlo con la mirada, pero fracasó porque ni yo soy capaz de estar tranquilo.

Estoy a un paso de llegar al mismo grado de Aron y empezar a despotricar contra todo, pero me detiene el tener a Dakota en mis brazos.

En cuanto Aron abre la puerta, me levanto con cuidado, la sostengo firmemente y salgo del helicóptero.

Al instante me la quitan de los brazos y su ausencia me pesa.

Ponen a Dakota en una camilla y se la llevan en menos de dos segundos.

Aron y yo corremos con ellos.

- Sálvenla o vuelvo nada el puto lugar. - la amenaza de Aron es clara en cuanto se encierran con ella.

- Ella estará bien señor. Tiene pulso.

Nos informa una enfermera que se queda para impedirnos entrar.

Al segundo suspiro con fuerza y buscó la mirada de Aron.

- Aron... - el sollozo sale contra mi voluntad y para mi sorpresa, mi hermano me envuelve en sus brazos.

- No llores. - su voz suena rota. - Acá solo se llora por los muertos y ella está viva.

- Tengo miedo. - soy sincero porque la calidez que siento es como una red segura donde puedo soltar todo.

- Yo también. - es sincero y se separa para verme.

Los ojos azules están cargados de tanto, que por un segundo me pregunto si es posible que él sienta lo mismo que yo.

Sin ConocernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora