Sin Conocernos

Capítulo 33 | Reencuentros

Dakota

Repaso con la mirada todo a mi alrededor. Las cosas están iguales a como las dejé y eso me da mucha nostalgia.

- Bonita casa - comenta Liam entrando a la sala y se tira en un sillón - El viaje fue corto, pero muero de sueño.

- Pero si ya dormimos toda la noche. - Adam refuta.

- Da igual, los viajes siempre cansan.

- Liam, son las dos de la tarde. Dormiste casi toda la noche y despertaste a las 11 de la mañana. - ahora refutó yo.

- Valeeeee, quizás exagere un poco.

- ¿Un poco? - inquiere Adam.

- ¿Por qué estamos aquí? - ignora a Adam y se dirige a mí.

- Quiero recoger algunas cosas que nunca pude.

- ¿Puedo entrar a tu habitación? Necesito dormir. - pregunta Liam.

- No, nos vamos a quedar mucho tiempo, solo he venido por una cosa en específico. - explicó, haciendo una señal con la mano para que me sigan hasta mi cuarto.

Caminamos hasta mi cuarto y una gran ráfaga de nostalgia llega a mí.

La ráfaga de recuerdos me bombardea dejándome sin aire.

Mi mamá, Gregory y ellos.

Veo todo como hace años, dejé todo muy desordenado, pero está todo ordenado. A mi cuarto no volví desde la noche que pasé junto con ellos.

Tuve la intención de volver, pero ver a Asher esperándome me destrozó en maneras que ni yo creía posibles. Desde ese día no volví, me fui sin mirar atrás.

No puedo sentir que sea real el estar acá ahora.

- ¿Qué buscas exactamente? - pregunta Liam sosteniendo uno de mis antiguos perfumes.

- Solo estoy buscando una polera. - revisó los cajones de mi ropa.

Es lo único que olvidé, porque el collar de Asher lo tengo conmigo.

Instintivamente me toco el cuello y lo acarició sintiéndome cálida.

- ¿Solo por una polera? - pregunta Adam.

- No es solo una polera. - no la encuentro en ningún cajón y eso me frustra mucho, mis movimientos se vuelven torpes y cada vez más fuertes.

- Tranquila. - me agarra de los hombros Adam.

- No. - miro a todos lados - Tiene que estar acá.

- La vamos a encontrar. - Adam intenta centrarme - Sólo la debemos buscar bien. - asiento y sigo buscando más tranquila.

Aún recuerdo haberla usado el último día que estuve aquí, pero me cambié con un pijama.

Claro la ropa sucia, no había pensado en eso. Nadie lavó la ropa después de ese día.

Me acerco al tacho y levantó la tapa. Lo único que hay ahí es la polera, me parece extraño, pero no le tomo importancia. Levanto la polera y la observo.

Me teletransporta a hace tres años. El día que me la dio, vi por primera vez su vulnerabilidad. Sin duda cada cosa que recuerdo me retuerce de dolor.

Sin conocernos confió en mí y yo. Yo lo deje.

Levantó la mirada y Adam me mira muy preocupado. Liam está en su mundo revisando mis cosas.

- Ya podemos irnos. - aviso y Liam saca mi libro que por mucho tiempo fue mi favorito.