—Entonces.. ¿Cual es tu misión en la tierra y cual es el motivo de tu encierro?.
—Voy a ser encerrado en esta gema para viajar al mundo humano, mi misión y deber como demonio es el ocasionar la desgracia entre los mortales para mandar mas guerreros al reino del fuego.
—¿Que obtienes si fracasas?.
—Obtengo el odio de mis hermanos y deshonra de los 7 príncipes del infierno, junto con el castigo de la muerte, quedando y siendo nada mas que polvo.
—Eres de nuestros mejores aliados número 37.. no nos falles. Vienes demasiado bien como para darte ese lujo.
—No se preocupe, señor, no habrán errores.—
Antes de que inicies este capítulo déjenme presentarme. Soy Número 37, un demonio que resulto del error lujurioso de una súcubo y un demonio de avaricia, pero que actualmente es uno de los demonios más poderosos de esta zona del infierno, fui reclutado para ser enviado al mundo humano y traer al subsuelo nuevos guerreros pecadores, aunque para mi eso no tiene sentido, solo son simples seres inferiores sin nada de valor o utilidad. Como sea, soy el que más almas consiguió en estos años, el favorito de la organización.
☆
Apenas ingrese a mi nueva gema ya sentí que la dejaron caer en algún lugar de la tierra, para mi sorpresa fui recogido casi de inmediato, esto generalmente se toma días en que ocurra, tal vez fue casualidad. Paso el tiempo, un día para ser exactos, aun no entiendo bien los horarios de estos idiotas, hasta que por fin se me dio la oportunidad de salir de esa incomoda gema, el ser que lo recogió se coloco el collar permitiéndome la vista de fuera, un lugar abierto cerca del agua, no era lo que esperaba pero funcionaba.
Por mas que miraba por todos lados no encontraba al humano que debía torturar, la gema al parecer tubo contacto por unos minutos con el cuerpo del mortal y luego fue arrojado, espere hasta que la víctima llegara por si solo.. sola, en este caso. Una niña se acerco buscando el collar, actué de inmediato haciendo que esta se durmiera, primer paso completado, el segundo es indagar su mente para saber que cosas le afectaban y a su familia para empezar, otra sorpresa más para mi, esta chica no tenia nada traumante ni que le molestara lo suficiente para matarla de depresión, ni siquiera tenia pensamientos malos o tediosos sobre su persona, esto será un problema.
No medí el tiempo que me tome, cuando me distraje ya me di cuenta que el cielo tronaba, señal de que lloverá y eso es malo para los humanos, estaba por dejarla ahí tirada pero me dio curiosidad saber si tiene alguna debilidad, amo los desafíos y este aparentemente es uno muy bueno. La cargue con cuidado optando una figura humana para camuflarme, en sus recuerdos vi donde estaba su casa y allí me dirigí.
Al llegar la deje tirada en el suelo, me fije que no hubiese nadie al rededor y me volví a desaparecer por si acaso, antes de seguir mirando su mente ella despertó por una especie de melodía, ya es demasiada mi mala suerte el día de hoy. Hablo con una chica de nada interesante, solo vi que ella la hacia sonreír así que ya tenia una pista más, cuando terminó su patética charla de nuevo salí de la gema para que se durmiera, esta vez se tardo un poco más en caer, empecé a ver su mente de nuevo sin encontrar mayor cosa, lo típico de todo adolecente a mi parecer, las peleas con sus padres y el desacuerdo con algunas personas, pero aun nada fuerte, que decepcionante.
Algo me asusto, la misma maldita musiquita que salía de la mochila que ella tenia, busque en su interior hallando el teléfono del cual salia el molesto sonido
—Llamada entrante de Isabel.. ¿será la misma de recién?. —
No se como, pero respondí esa ¨llamada¨ la voz de la chica parecía tranquila, dijo algo de una profesora o de salir temprano, trate de hablar buscando una excusa, pero me olvide que estaba en una forma que no era humana, seguramente solo escucho rugidos y sonidos raros para los mortales, confirme lo antes dicho cuando dijo que venia en camino a esta casa en un tono molesto y agobiante, en ese momento sabia que estaba en problemas..
—Ah, perfecto, ahora tengo otro parásito del cual encargarme. Tsh, no me queda de otra.—
Agarre a la niña llevándola a lo que parecía un deposito lleno de cosas, la senté contra unas cajas y deje su mochila allí, me quede mirándola un rato en silencio analizando su cuerpo, sujete su cabeza poniéndola de costado, corriendo su cabello a un lado estirando la ropa para ver su hombro, con cuidado de no despertarla mordí en un lugar donde la remera esconda la marca, lo suficientemente fuerte como para sacarle algo de sangre.
Ya con una muestra, cambie mi figura a una como la de ella, le quite su atuendo dejándola solo con unas telas viejas que encontré, mucho no me interesa si le pica alguna araña la verdad. Salí arreglándome la ropa y justo llegaba la chica que asumo yo se llama Isabel, abrí el portón recibiendo un abrazo de su parte.
—Me asustaste mucho, ¿Porque no fuiste al colegio?.. si no vas siempre me sueles avisar a la mañana, tarada.
—Lo siento, se me paso por alto avisarte..—
Esto es raro, se notaba que estaba preocupada su tono de voz y la manera de tomarme de los hombros decían mucho, me entro la duda de saber si son amigas o son algo más.. al no estar seguro temía hacer algo que luego me perjudique en el trabajo, simplemente le seguí la corriente como pude, se separo mencionando que luego pasará lo que dieron esa mañana y de más, yo como idiota diciendo que si a todo. Luego de un rato de hablar ella se me quedo viendo fijo
—¿Hey, traes pupilentes?.
—Ah.. ¡sisi! estaba algo aburrida.— Mierda. seguro mis ojos no llegaron a cambiar..
—Actúas extraño.. ¿Que tienes?
—Hambre. tengo hambre.— ¿En serio? ¿Es lo mejor que se me pudo ocurrir?..
—Sisi.. ¡Mucha hambre!— ¡Carajo ya callate!..—Claaaro.. bien, entonces te dejo comer tranquila.. te veo en la tarde.—
Me abrazo una última vez para luego retirarse, la seguí con la mirada hasta que se perdió de mi vista, me acerque a la pared y pegue tres golpes contra ella
—Joder, Mas idiota no puedo ser.—
Cuando me quede recostado para pensar que hacer, escuche que algo se cayo en el galpón donde estaba la chica, tenia miedo que se despertara. Camine hasta allá para ver que paso, al entrar la busque con la mirada pero ella no estaba donde la deje.. ¿Donde se metió?
ESTÁS LEYENDO
A Friendly Demon
RandomSofía Romero es una chica aburrida de su vida cotidiana, anhela que hayan cambios en esa rutina que debe cumplir, para su fortuna (o desgracia) su deseo se cumpliría de una manera un poco.. diferente, a lo que ella podría pensar. Historia de demonio...