-Sofi, últimamente los chicos actúan extraño ¿No lo crees? Están un poco... distantes.-Habla por ti, 37 sigue igual de pesadilla que siempre. -
Abel en algún momento menciono el querer vivir con Isabela, mencionando que quería protegerla personalmente, nos sorprendió a los tres la repentina idea, pero fue un gesto tierno viniendo de el, su madre no tenía problemas así que acepto.
Era mitad de Agosto, el tiempo pasaba volando, Isabela hablaba de que 409 era muy buen amo de casa, le ayudaba con las tareas de la escuela y de la casa, su madre ya parecía enamorada de él de tanto que ayudaba, aunque era sorprendente como pasaba de una sonrisa cálida a un rostro sombrío cuando nadie lo veía, esto preocupaba a Isa.
Ellos dormían en cuartos separados, me contó 37 que cuando lo fue a visitar su cuarto era similar a los cuartos que se utilizaban en la organización, en donde los niños convivían mientras eran preparados para ingresar a las gemas, le dio nostalgia estar ahí, así que se pasaban noches recordando viejos tiempos juntos. Estos últimos días parecía estar todo bien, por momentos olvidabamos como nos conocimos, que hacen ellos aquí realmente y mi vida tomo otro color, otra energía, algo más alegre, justo lo que buscaba.
Estábamos sentadas en el recreo hablando de todo ese gran cambio, hasta que salió el tema de que Abel andaba extraño hace dos días, era más distante, llegaba de madrugada agotado y sin ánimos de nada, parecía estar enfermando ¿Los demonios se enferman?. Decidimos hablarle a 37 sobre esto, por que Isabela no me dejaba en paz.
El estaba hablando con otros compañeros sobre la semana del estudiante, la estudiantina y otras boludeces, lo tironeamos del uniforme para que nos acompañe, al estar seguros el dejo ver el brillo rojizo de sus ojos.
-Mínimo pidan permiso a la próxima niñas.
-Lamentamos sacarte de tu club de fans 37, pero esta tarada me esta dejando loca, ¡Atiendela por favor!. - Empuje a Isa frente a el
-A ver peque, ¿Que te agobia?.
-Es Abel... esta actuando muy raro en todo este rato, me esta preocupando.
-De echo, ya que lo mencionas recuerdo haber escuchado algo cuando se quedo dormido en el techo de tu casa hace unos días. Parecía estar soñando con alguien, pedía a gritos que lo soltaran.
-Tal vez solo esta preocupado por la misión que tenían.
-Es una posibilidad, aunque no estoy seguro de ello. Si quieres, trato de hablar con el saliendo de la escuela.
-Si, por favor. -
Se acordó que Abel y 37 se verían en la cafetería donde se solían ver Isa y el, al fin pude entender que era el jodido diario que ella solía tener, me explico como servia, me asuste pero en estos casos era efectivo, le avisaron sobre la junta y el acepto, ahora tocaba esperar.
A la salida, yo e Isa nos escondimos en la plaza, 37 tenia un pequeño micrófono en el bolsillo de su camisa, de chusmas queríamos saber que decían. Ambos demonios se juntaron, 409 parecía serio, demasiado tenso, hace tiempo no lo veíamos así, guardamos silencio para escuchar bien cada palabra que dijeran, cada detalle podría servir.
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A decir verdad también me llamaba la atención el comportamiento de 409, así que accedí a ese plan raro de ambas, las veía desde la mesa en la que estábamos, trate de que sea lo más cercano a una ventana que se pudiera, me reí de lo infantiles que se veían esas dos.
-Entonces... ¿Para que me invitaron aquí 37? ¿Paso algo?.
-De echo no, simplemente quería hablar contigo. Verás, las niñas notaron que estabas actuando diferente, más Isabela, esta... demasiado angustiada por ti.
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A Friendly Demon
DiversosSofía Romero es una chica aburrida de su vida cotidiana, anhela que hayan cambios en esa rutina que debe cumplir, para su fortuna (o desgracia) su deseo se cumpliría de una manera un poco.. diferente, a lo que ella podría pensar. Historia de demonio...