Sofía Romero es una chica aburrida de su vida cotidiana, anhela que hayan cambios en esa rutina que debe cumplir, para su fortuna (o desgracia) su deseo se cumpliría de una manera un poco.. diferente, a lo que ella podría pensar.
Historia de demonio...
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No sabia con exactitud como fue, pero al día siguiente no pude despertar en todo el día, según mi madre cuando volvió a casa de sus compras en la madrugada, me encontró ensangrentada tirada en mi cama, ella junto a un vecino me llevo a emergencias, los médicos al revisarme dijeron que era un intento de suicidio, que tontería yo jamas haría tal cosa, trate de explicarlo pero no sabia como, además no recordaba muy bien lo que había pasado. Se trataba de un ser irreal para ellos, sonaría como una historia completamente fantástica, aparte de recetarme cosas para los cortes me mandaran a tener una cita con el psicólogo por prevención. Estuve ahí unas horas, los policías dijeron que no hallaron nada en mi cuarto, ni siquiera con lo que supuestamente yo me hice los cortes, eran muy profundos y perfectos como para que hubiesen sido de mis uñas, además de mordidas en lugares donde no podría llegar, algo no andaba bien .
Me dieron una bolsa, dentro estaban las cosas que tenia puestas en el momento que me encontraron junto a una muda de ropa, al fin me iba a sacar esa bata de hospital, cuando fui al baño para cambiarme me mire en el espejo, tenia arañazos en la cintura, parte de mi pecho, espalda, brazos y muslos, que locura, lo que mas me asusta es no recordar bien lo que paso... me frotaba las marcas sin sentir algún tipo de dolor, solo sentía un escalofrío extraño venir de ellas, mire mis pertenencias destacando de ellas un collar dorado bastante bonito, lo tome algo extrañada, no recuerdo tener esto en ningún momento de mi vida, decidí probármelo a ver que tal.
Me mire en el espejo, cada cierto espacio habían unas perlas en el collar, me hacían sentir linda, mi cuerpo no parecía tan dañado y es mas, sentía una extraña sensación de alivio, me sujete la cadena sonriendo para luego empezar a vestirme. Un rato después salí al pasillo buscando a mi madre, de seguro me lo dio ella así que quería agradecerle por el collar que me quedaba hermoso, la vi de espaldas a lo lejos y corrí hacia ella.
—¡Mamá! Me encanto el regalo que me diste, ¡Se me ve hermoso!.—
Ella se dio vuelta, dejándome ver al muchacho que se hallaba delante de ella, era Abel reconozco su figura en todos lados, mis heridas comenzaron a dolerme apenas lo mire a los ojos, haciendo que retrocediera. No entendía lo que mi madre me decía, se escuchaba como si yo estuviese debajo del agua y ella en la superficie, mi vista se hizo nubla en segundos, sentí que el me sujeto mirándome fijo, de allí mi cuerpo no reacciono mas pude sentir como si me hubiese desmayado.
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Estaba almorzando lo mas rápido que pude para ir rumbo al hospital, la mamá de Isabel me dijo que ella se había intentado suicidar y eso me asusto demasiado, 37 estaba esperándome fuera de mi casa, me despedí de mis padres quienes por una vez entendieron mi motivo de apuro y corrí a tomar el primer remis que encuentre (Taxi para los fresas), 37 me hablaba mientras fingía estar en una llamada, por precaución no dejo que se muestre tanto como humano, estaba muy nerviosa. Al rato llegue al hospital, subí corriendo las escaleras con 37 echo sombra detrás mía, empezaba a escuchar gritos desde arriba haciendo que acelerara el paso, una vez allí vi a Isabel convulsionando en el suelo del pasillo con dos enfermeros a sus lados, a su madre gritando con un pibe extraño al lado de ella, me acerque a mirar por Isa, mi piel quedo blanca al ver la sangre salir de sus ojos y boca, me largue a llorar de la impresión, cuando la pudieron calmar la llevaron a una sala de emergencias, que momento tan traumático.
Mi collar brillo dos veces, eso quería decir que 37 se haría humano pero ¿Con cual motivo? le dije que lo haga solo si era realmente necesario, todo era muy raro, mire a su madre llorar en el hombro del chico, algo de familiar tenia, cuando el me dirigió la mirada sentí un peso en la mano derecha, era el anillo que me había dado Abel... Banca... ¿¡Que cajeta hace ese demonio con ellas!? Inevitablemente hice un gesto de enojo al pensar que por su culpa estaba pasando esto. Estaba por encarar para hablarle pero justo se metió 37 en medio.
—Sofi, ¿Que paso? vi que corriste hasta aquí, Isabel esta bien ¿Verdad?.—
Su mirada me hacia entender que ya se dio cuenta de la presencia de Abel, me apretó con fuerza los brazos en señal de que no haga nada, este culiao me conoce demasiado.
—No lo se, subí rápido porque escuche gritos y me asuste, recién la llevaron de nuevo a emergencias...—
—Calma calma, ella estará bien.— Me abrazo con fuerza haciéndome darle la espalda al pasillo.
—Señorita, ¿Usted se encuentra bien?.— Pude escuchar los pasos de Abel.
—Ella esta bien joven, gracias por la preocupación.—
—Se lo pregunte a ella, no sea mal educado por favor.— Note que el buscaba molestar a 37, para que no le hiciera caso escondí el rostro sobre el pecho de Seven, abrazándolo con calidez.
Era evidente que ambos sabían del otro, ambos se sonreían como si fuesen amigos de toda la vida olvidando por completo su pequeña rivalidad de estos momentos, la madre de Isa parecía dejar de llorar de a poco mientras escondía su rostro en el pecho de Abel.
—Perdóneme, no fue muy cortes de mi parte responder así... Es que estoy tan angustiado como ustedes, la que esta en peligro es mi amada Isabel, no cualquier persona.—
Me quede congelada al escuchar eso, ¿Era su novio? Eso no podía ser posible, abrace con fuerza a 37 empezando a temblar estirando su remera, mis ojos abiertos de par en par. Le respondió como si nada.
—Ya veo. Si entiendo lo que sientes, yo no se que haría si lo mismo le pasa a mi linda conejita.—
¿Perdón? Okey mezcla de emociones. Me llegue a sonrojar por lo que dijo, sabia que lo hacia para despistar, llegue a ver por el rabillo del ojo que a Abel no le gusto para nada ese comentario, pero a la madre de Isa al notarlo le había sacado una sonrisa haciendo un chiste sobre 37 y yo, no podía creer que por fin yo tuviese una pareja, que forra señora.
—Disculpa ¿Me recuerdas tu nombre joven afortunado?.—
—Me llamo Marco, encantado de conocerlo joven Abel.—
—Mmm, ¿Como sabe mi nombre?.—
—Sofía me hablo de usted, estaba feliz de que su mejor amiga no este sola y que por fin haya encontrado una pareja.—
Parecía confundido, se ve que fue descubierto por 37, no tenia ni idea de que ese tipo estaba con Isa, y a demás ¿Para que? dudo mucho que su nueva victima sea ella, ¿O si?.
El rato paso, los doctores dijeron que no sabían exactamente el motivo de la convulsión reciente que tuvo, recomendaron que se quede internada por lo menos unos días más para la observación, revisaron algunos papeles y la madre de Isa nos llevo en su auto hasta casa. Los dos chicos hablaban como si nada durante todo el camino, se despidieron de la mejor forma y listo, inclusive 37 se presento a mis padres como mi novio, quede medio.. incomoda.
Ceno con nosotros y pidió para quedarse a dormir, sorprendentemente quedaron encantados con el hasta me felicitaron y yo de.. si. Luego de ducharnos por separado, aclaro, nos acostamos el en el suelo y yo en la cama, obviamente, yo toda seria por lo que acababa de pasar y el riéndose de la ¨situación tan estúpida de hoy¨, mañana viernes debía llevar el certificado de Isa al colegio, fue un día bastante movido, tengo que dormir...
