A Friendly Demon

Cap. 25 Origenes

Aunque la relacion entre los dos demonios que se mencionaron hasta ahora, se vea como una buena amistad de hace siglos, no siempre fue así. Obviamente ambos tienen su pasado, sus inicios o creación son muy diferentes uno de otro. Hablemos un poco de ello.

Para empezar hay un pequeño dato, cada demonio nace con un número y letra designados, del 1 al 1.000 y en orden alfabético, así son identificados entre si, aquellos sin número o letra son los que probablemente jamás lleguen a tener éxito en el reino del fuego, siendo nada más que simples seres inferiores, por ejemplo las almas humanas o mixtos entre demonios y personas no contienen ni uno ni otro.

37-RD es el "nombre" completo de nuestro chico favorito, mientras que el segundo favorito es 409-Z, para identificar correctamente a un demonio debes preguntar sus letras, según el orden y cantidad de las mismas sabrás si es de mayor o menor edad, mientras más letras tenga más novato será.

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37 fue el error entre un demonio genuino de envidia y una Sucubo, abandonado a su suerte al ser algo no planeado con anticipación en un agujero de huérfanos, literalmente, un espacio en la tierra donde hay chozas de cartón, piedra o pedazos de lo que sea, donde comen la basura que derrochan los otros demonios, aquí se ayudan como pueden sobreviviendo unicamente los más fuertes. 37 fue uno de ellos, logró salir de ahí cuando apenas había desarrollado sus cuernos, fue reconocido por su "padre" robando comida en los barrios bajos en su tiempo, aunque esto no significara nada para el pequeño.

El demonio intento establecer algo con su hijo, siendo rechazado en múltiples ocasiones por parte del menor, quien poco a poco fue escalando más y más concentrándose en su fuerza, poder, mentalidad, habilidades... Su finalidad era encontrar algo que hacer en ese sector del infierno, un lugar pobre sin mayor entretenimiento, más que unas pocas peleas por alimento, las habituales visitas de Sucubos e Incubos buscando calmar un poco sus deseos, etcétera. Nada de esto le interesaba a 37, el quería algo más de acción, algo divertido, algo nuevo fuera del chiquero que vivió toda su vida.

En una oportunidad, cuando 37 ya era casi un adulto adiestrado en ese mundo, llegaron demonios superiores, en corto sirvientes de los príncipes, buscando jóvenes demonios tirados en ese pequeño abismo para un nuevo proyecto que se estaba conformando de a poco, El fue de los primeros en acercarse para curiosear, aquí fue cuando conoció a 409...

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409 fue hijo de un descendiente de los príncipes y una humana, era de los pocos híbridos que pudieron alcanzar un título importante en el infierno... Desde pequeño se crío entre Overlords, aprendiendo de ellos sus costumbres, comportamientos y ciertas habilidades, era más una mascota que uno de ellos.

Su padre por otro lado era bastante recto con el, impidiéndole muchas cosas de su niñez, diciendo cosas como que los sentimientos no sirven de nada, que debe ser frío y cruel o lo aplastaran, la diversion era para los novatos incompetentes, era como un militar entrenando un soldado, excusándose al decir que si no aprendía ninguna de esas reglas jamás sería alguien importante, que debe ganarse un puesto digno si no quería terminar tirado a su suerte como un ser inservible, como un simple Humano. Hasta su adolescencia vivió de esa forma, sufriendo si fallaba, siendo recompensado con poder y rango si hacia lo correcto (o lo que ellos creían correcto).

Llego el día en que su padre se soltó de toda responsabilidad sobre el, el proyecto de los príncipes era algo importante que no podían manejar por si solos, buscaban seres semejantes a ellos para dirigir dicho proyecto, así fue como 409 fue apodado Abel para identificarse dentro de la organización, empezó como un líder para terminar siendo el único encargado de corregir a los idiotas que no cumplían con el trabajo, imponiendo la enseñanza de su padre y los líderes infernales. Un dictador echo y derecho