Cap. 24 Enemistad

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-¡409, ven acá!.-

-¿Que pasa 37?.-

-¡¿Como que "que pasa?! ¿No te diste cuenta de nada?.-

-Acabo de encontrarlos, me tomó tiempo notar la luz blanca ¿Porque estas tan alterado que pasa?.-

-Seré directo contigo, Sofia quiere deshacerse de mi e Isabela prácticamente le exigió que le de mi gema a ella, pero eso no servirá de nada hasta y tu muy ben lo sabes, que la misión no se cumpla no puedo alejarme de la humana, solo un demonio de tu puto rango puede destruirla como se debe. ¡¿Acaso tu hiciste que pasar esto?!.-

-A ver a ver, no me vengas a culpar, si quisiera matarte ya lo habría echo sin necesidad de tener tu Gema novato.-

-Entonces ¿Porque mierda dijo eso la niña esa?.-

Me preguntas a mi como si yo supiese!.-

-Oh por favor, eres el único demonio que a estado con ella. Ahora mismo si cuerpo está poseído, están ambas en el cuarto de Isabela pero lo que está en su cuerpo no es ella, ¿Y si Sofía corre peligro?.-

-Cálmate, ella no corre peligro...-

-¡Como mierda lo sabes pedazo de idiota!.-

Simplemente lo se ahora cierra la boca 37!. Déjame sacarte de aquí.-

Ambos demonios regresaron al plano de los humanos, teniendo sus figuras normales como si nada hubiese pasado, se encargaron de restaurar todo el desastre, al terminar se sentaron Abel en la cama y Marcos en el suelo. Mantuvieron el silencio.

-Mencionaste que algo estaba dentro del cuerpo de Isa... ¿Pudiste saber quien era?.-

-No del todo, solo pude percatarme que era un demonio de tu rango o superior, femenina... sus intenciones no eran del todo claras. Tal vez fue una equivocación.-

-Hmm no lo creo, te sugiero que vayas a la casa de la niña para revisar que todo esté bien.-

-Ya la escuchaste no me quiere cerca.-

-Jaja quien lo diría, el famoso demonio de envidia 37 teniendo miedo por enfrentar a una humana.-

-Cierra la boca.-

Otra vez reino el silencio por unos momentos, Abel se recostó en la cama encendiendo un cigarro mientras miraba los posters y dibujos de la pared, mientras que Mar sentía los rayos del sol de la mañana en el rostro, mirando los autos pasar en la calle de fuera.

-Iré contigo.-

-¿Perdona?.-

-Ya me oíste, te acompañaré a la casa de las niñas, también tengo cierta intriga de saber quien se entromete en mi plan de ganarte la misión.-

-Conque ese era tu propósito... por eso me fastidiaba tanto ¿Eh?.-

-Que puedo decir, soy un demonio de avaricia a fin de cuentas.-

Fue primera vez en basta te tiempo que ambos demonios se daban una sonrisa de compañerismo, ante esta nueva incógnita deberían "unir fuerzas" otra vez para solucionarlo.

Ambos se pusieron de pie, se convirtieron en perros callejeros para salir por la ventana sin llamar la atención de las personas, corrieron a casa de Isabela evitando autos y otros perros que querían pelear, una vez cerca se escondieron en unos árboles tomando sus figuras humanas. Tocaron la puerta del hogar, les atendió la madre de la pequeña invitándolos a pasar, mencionó que iría comprar para el almuerzo, que pronto regresaría, ambos asintieron dirigiéndose al cuarto de Isabela.

A Friendly DemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora