Cap. 34 Salida "Familiar"

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Ya es pasado de mitad de año, y hasta ahora en ningún momento hemos tenido algún día libre, o sea, si. Pero a lo que me refiero es que en ningún momento estuvieron tranquilos, ya que por ser demonios tenían... ¿Ocupaciones.. demoníacas? En fin.

Hoy quería aprovechar el fin de semana para ir de campamento, era feriado largo por el día del maestro, convencí a mis padres de viajar solos a algún lugar bonito donde acampar los cuatro, le conté a Isabela de la idea y le encantó, ahora quedaba convencer a los amargados. Cuando nos juntamos a cenar el jueves les planteamos la idea

-¿Un.. que?

-¡Un campamento!

-Te explico Abel Se trata de estar en las afueras de la civilización en pleno bosque, dormir en carpitas y vivir a base de frutos secos y animales muertos.

-Mmm no del todo, hay algo de verdad pero no es del todo así. -

Explicamos y ACLARAMOS ideas con respecto al viaje, al final aceptaron ir sin problemas.

Esa noche empacamos nuestras cosas para salir al día siguiente después de comer, llevamos una mochila cada uno, con un pequeño bolso con las cosas compartidas que usaríamos, algo de comida y bebidas, dos carpas, lo esencial para acampar. Partimos el viernes a la tarde, lo bueno es que en este tiempo que vinieron con nosotros, 409 aprendió a manejar autos humanos, era divertido verlo algo confundido algunas veces con los botones, ellos dos iban delante mientras que yo e Isa íbamos atrás con las mochilas, en el baúl teníamos dos conservadoras con hielo para la comida y los tragos.

El viaje fue tranquilo y divertido, los chicos admiraban el paisaje mientras cantábamos juntos, era el viaje familiar soñado que alguna vez quise de chiquita, pero que jamás tuve, paramos dos veces durante el camino para estirar las piernas, si, habíamos ido bastante lejos de casa. Al llegar ya era de noche, una zona donde habían más campistas cerca y guardabosques merodeando, bajamos las cosas del auto que dejamos en el estacionamiento de una gasolinera y caminamos colina arriba, encontré el lugar perfecto para quedarnos, había una vista hermosa, un arroyo a unos cuantos pasos y teníamos un lugar plano para las carpas. Soy una genia.

Marck y yo nos quedamos arreglando las cosas en el lugar mientras Abel e Isa buscaban leña para cenar.

-¿Crees que sea buena idea?

-Déjalos, se que estarán bien. -

Abel es reservado, bastante frío y a veces callado, esa aura de misterio me llena de intriga, verlo caminar bajo la sombra de los árboles y un leve reflejo de la poca luz que otorga la noche es simplemente, increíble

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Abel es reservado, bastante frío y a veces callado, esa aura de misterio me llena de intriga, verlo caminar bajo la sombra de los árboles y un leve reflejo de la poca luz que otorga la noche es simplemente, increíble.

-¿Porque me miras tanto? ¿Pasa algo?

-Nada, solo admiraba a un demonio que posiblemente me mate

-Jaja niña, créeme que si quisiera matarte ya lo habría echo, hace mucho tiempo. -

Buscamos un rato algún árbol caído, pero solo encontramos ramas algo húmedas y unas hojas secas, en esas Abel se detuvo al lado de un árbol ya viejo, golpeó un par de veces.

-Retrocede, no quiero que el árbol te caiga encima. - Dijo remangando su remera del brazo derecho, para luego dar un golpe seco que hizo que el árbol cayera como si fuese pluma, lo miré asombrada.

-Wouh.. que fuerza. -

-A veces no se trata de simple fuerza, de ser un árbol joven tendría que usar más energía, debo resguardarla por si algo pasa. -

Me miró sonriéndome, mire sus manos, sus gestos, honestamente si me atraía era simplemente extraño lo que sentía, creo que los demonios están creados para que los humanos los amen. Seguimos caminando, ahora con las ramas y las hojas arriba mío, junto a dos troncos cortados sobre la espalda de Abel, recorrimos el camino para regresar, lastima que por andar de distraída me resbale con unas piedras.

Iba a caerme en bajada al arroyo, por reflejo trate de agarrarme por algún árbol, tomando sin querer la remera de Abel, quien puso el pie para no caerse junto conmigo, lo logró pero el peso de su espalda le hizo perder el equilibrio, la tierra suelta hizo que se cayera el también. Ambos caímos cuesta a bajo junto con los troncos y hojas, cuando pude miré que el arroyo era profundo, tenía miedo de caer ahí y ahogarme.

Abel me sujeto del brazo atrayendome a el, me abrazo cubriendo mi cuerpo con su torso, cayendo de espaldas al agua, cerré los ojos cuando frenamos en la profundidad, el tomo impulso desde abajo para salir a la superficie dejándome sobre la tierra.

-Carajo-.. ¿Estas bien Isa?

-Si estoy-... ¿Uh? - Un ruido aumentaba atrás de el, cuando voltee vi a los dos troncos rodando hasta donde estábamos. -¡Mierda! ¡Abel cuidado! -

Miro hacia atrás, apenas le dio tiempo a reaccionar, se puso encima de mi escondiendo su rostro en mi cuello, recibiendo de lleno los troncos sobre su espalda, escuche como se quejo sus dientes dieron un crujido, me cubrí el rostro ante la situación, me tuve que ver realmente tarada en ese momento.

Cuando cayeron al arroyo, el respiro nuevamente, se aparto de mi, saqué las manos de mi rostro, el se había metido al arroyo quitándose su remera, estaba realmente lastimado, estaba sangrando... me sentí muy mal, sentí que fue mi culpa. Vi que mojo la remera, se hundió por completo y volvió a salir.

-¿Puedes dejar de lloriquear y ayudarme?

-Seguro.. ¿Que necesitas?

-Ven sígueme. -

Caminamos un poco alejándonos del agua, en un lugar sin muchos árboles el prendió una fogata no se ni como, escurrio el agua de la remera poniéndola sobre dos ramas dejando que el calor del fuego la cubra, me senté a su lado mirando sus heridas.

-Lo siento.. no quería que salieras herido.

-No te preocupes niña, fue un accidente, solo trata de que no se repita, tal vez no siempre este cerca para ayudarte.

-¿Porque dices eso?

-No es momento de hablarlo, solo ten en mente que lo que estoy haciendo esta mal visto en donde yo provengo, y puede que no siempre este con ustedes... Pero recuerda esto. Eres fuerte, eres valiente y puedes serlo mucho más, debes crecer día tras día, valerte por ti misma, debes ser la mejor pequeña de todas. ¿Entendido?

-Si entiendo.. - Su hablar tenía un tono serio pero dulce, era cautivante. -Seré mejor por ti. Lo prometo.-

-No lo hagas por mi.. jamás hagas las cosas por alguien más, hazlo por tu bien lo que tu desees hacer, yo solo te di un consejo para que seas mejor de lo que ya eres. -

Se levanto tomando la remera, cubrió mis manos con mi abrigo y me la dio, me pidió que ponga eso en su espalda para ayudarlo a curarse, con algo se miedo acepte.

-Oye.. 409..

-¿Si?

-Promete que jamas nos olvidarás cuando te vallas, nosotras no lo haremos ustedes fueron.. lo mejor que nos pasó hasta ahora.

-No te preocupes, siempre conservo los anillos que tienen mis víctimas.

-Oh..

-Pero este.. será el más especial de todos, lo prometo Isa. -

Me hizo sonreír, estaba más tranquila ahora.

Cuando termine Abel corto algo más de leña, volvimos por otro camino esta vez.









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