Chris Evans - One Shots

Chris Evans (8)

- Chris nunca me platicó de ti, ¿eres alguna amiga lejana? - La rubia se sentó enfrente de mí, estábamos en el comedor del hospital, habían varias mesas con algunas personas en ellas.
- Am... creo que sí - Contesté sin pensarlo, bebía un poco del café que me había servido.
- ¿Desde cuando... estás con él? - Me sentía un poco rara preguntándoselo pero quería saberlo.
- Llevamos cinco meses, apenas - Ella sonrió.
- Él es tan lindo conmigo, sé que apenas es muy poco tiempo pero lo amo, quiero formar una vida con él, aparte es tan guapo que... todas quieren con él - Ella rió y yo no hice más que regalarle una sonrisa, sentía algo en mi pecho, pero estaba feliz por Chris, estaba haciendo su vida con alguien más.

Había despertado Chris, su novia había entrado para verlo, yo solo esperaba para poder verlo de nuevo, me moría por estar con él.
La rubia salió de la habitación dejándome pasar para estar con Chris pero de alguna forma sentía que la mujer ya no me miraba como antes, estaba seria, no me había volteado a ver.

Entré a la habitación, Chris me miró, estaba feliz, se veía tranquilo, yo al contrario estaba un poco desconcertada.
- Hola - Me senté a lado de él y me respondió de la misma manera, sonriente, tomó mi mano y la acarició.
- ¿Amaneciste bien?,¿Tienes hambre? ¿Quieres que te traiga algo de comer? - Puse mi bolso a un lado del sillón.
- Me gusta que te preocupes por mí, antes no lo hacías - Rápidamente lo miré.
- No lo hacíamos, tú tampoco te preocupabas por mí - Suspiré y él frunció el ceño.
- Cómo fue que nuestros trabajos pudieran más que nosotros, más que nuestro amor - Él bajó la mirada un poco triste.
- Es triste, pero ya no hablemos de eso, ya pasó, es algo que ya no tiene sentido hablar - Sonreí un poco para no sentirme incómoda y me paré del sillón para estar enfrente de él.
- Claro ya no vale la pena hablar de eso - Yo negué y después me acerqué a él.
- Mañana te darán de alta, quieres que te acompañe a tus terapias - Él dibujó una sonrisa en su rostro.
- Me harías tan feliz si me acompañaras... - Él hizo una gran pausa.
- No te lo dije porque era un mal momento pero te sigues viendo tan hermosa - Yo me puse un poco roja de mi cara, trataba de ocultarlo, pero había recordado a su novia.

- Chris... ¿qué fue lo que le dijiste a tu novia? - Él desvío la mirada al principio no me había contestado pero le insistía.
- Nada, solo le dije que fuiste mi esposa - Yo suspiré.
- ¿Por qué le dijiste eso? - Me puse enfrente de él.
- ¿Qué querías que le dijera? ¿Una amiga cómo le dijiste? - Yo desvié la mirada.
- Yo no quiero causar problemas entre ustedes - Él seguía sin mirarme a los ojos.
- No los causarás, yo hablé con ella - Yo crucé mis brazos.
- ¿A si? Y por qué siento que ella ya no me volteará a ver - Él rápido contestó arrastrando las palabras.
- Es solo que no pensó que habías sido mi esposa, solo eso - Tragó saliva.
- ¿La amas? - Ambos nos quedamos mirando, Chris habia tardado en responderme.
- Es mi novia, tengo que hacerlo - Suspiré

Había entrado la hermana de Chris yo saludé.
- Quería saber como estaba Chris, quería saber si me lo cuidabas bien - Yo reí un poco.
- Por supuesto, vendré a verlo mañana para saber cómo siguió - La hermana de Chris me miró un poco confusa.
- Pensé que te quedarías a cuidarlo en la noche - Yo tomé sus manos y respondí.
- Scott quiso cuidarlo, y yo aproveché para tener una cita hoy - Carly miró a Chris por un segundo, ella sonrió un poco.
- Te deseo suerte en tu cita y gracias por cuidarlo mientras llegaba - Recogí mi bolso.
- No te preocupes Carly, está bien - Miré a Chris y le dije.
- Espero y te mejores Evans - Dije sin más que decir, él no me contestó, yo salí de la habitación.

Llegué a casa un poco cansada, chequé mi celular, estaba saturado de muchos mensajes era de Matt, él era un compañero de mi trabajo, en realidad la cita se trataría de hablar de trabajo.

                                   CHRIS

- Llámala - Dije en cuanto vi a Scott entrar a mi habitación.
- Me dijo que iría con su mamá... - Yo lo interrumpí.
- No hablo de mi novia, hablo de ______ - Scott rodeó los ojos.
- ¿Para qué la quieres? Vendrá mañana, ten paciencia, Chris - Tragué saliva.
- No entiendes - Scott rápido me interrumpió.
- ¡Claro que entiendo Chris! Sé perfectamente que la llegada de ______ te tiene así, como cuando estaban en su matrimonio - Él dio una sonrisa falsa.
- Crees que todavía están juntos, pero la realidad es otra Chris, tienes a tu novia, piensa en ella, ella te ama - Yo cerré los ojos, escuché a Scott salir de la habitación, suspiré, realmente no sabía lo que quería ni tampoco sabía qué pensar.

Desperté en la mañana con un gran dolor de cabeza, no lo soportaba, había llegado Regina.
- ¿Qué pasa mi amor, te sientes bien? - Ella se acercó a mí preocupada.
- No, me duele mucho la cabeza, tengo mucha sed, y yo sin poder pararme de esta maldita cama - Gruñí recostándome otra vez en la cama, hacía un intento de levantarme pero no podía.
- Tranquilo, le diré al doctor que venga, ¿Está bien?
- Ella se fue gritándole a una enfermera o a lo que se encontrara, hacía muchas muecas por el dolor.

                                   _______

Me serví un poco de jugo de naranja, desayunaba un pan tostado, me levanté de la silla cuando escuché el timbre de la puerta.
Era Scott, no se veía tan contento, estaba serio y sentía que hasta con algo de amargura o enojo.
- Scott, pasa - Dije un poco desconcertada.
- ¿Pasó algo con Chris? - Pregunté preocupada.
- No, él está bien - Ambos nos sentamos en la sala.
- ¿Quieres algo de tomar? - Él negó.
- Bueno, ¿Qué pasa? - Pregunté.
- ______ quiero que te alejes de mi hermano, sé que mis hermanas te pidieron que te quedaras con él pero realmente no saben nada, no lo conocen lo suficiente - Yo bajé la mirada, no decía absolutamente nada.
- Hablé con él y me dijo que no se sentía bien con tu presencia, como comprenderás su matrimonio no fue muy bueno y aún se acuerda de eso cuando estás con él - Yo suspiré, sí, nuestro matrimonio no había sido tan bueno, habían muchos problemas pero pensaba que ya había sido olvidado por parte de los dos.
- Créeme le harías un gran favor que te fueras de su vida y ya no regresaras, le dolerá porque sus heridas se abrieron cuando llegaste a verlo, pero es lo mejor para que tenga ganas de levantarse de esa camilla y poder seguir con su vida, a lado de su novia - Una lágrima recorría mi mejilla.

- Está bien, creo que él estará mejor, con su familia que lo apoya y con su novia - Trataba de no llorar enfrente de Scott, me era imposible pero no lo hice.
- Sí, estará mucho mejor, espero que hayas entendido - Yo asentí derramando unas cuantas lágrimas, rápido las quité con las yemas de mis dedos.
Cerré la puerta de mi casa, Scott ya se había ido, estaba destrozada por dentro, me imaginaba solo una especie de amistad con Chris, y por fin llevarnos bien como cuando nos conocimos, sin tener ningún problema o discutir de nuestras diferencias, las palabras de Scott no me dejaban pensar, lo mejor era irme de la vida de Chris, para que él estuviera bien y que no se atormentara cuando estuviera conmigo, quería que fuera feliz a pesar de nuestro horrible matrimonio que habíamos tenido.