rutina

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Zayn recorrió el borde del vaso con los dedos un poco temblorosos ¿de verdad quería tener esa conversación? ¿Arrastrar a Louis a un problema del que sabía poco menos que nada?

—Entonces Niall —Louis rompió el silencio.

—También es sorpresa para mí —sonrió un poco sintiéndose extremadamente consciente de cada acto y temiendo que alguno revelara la verdad de ese almuerzo.

—Es lindo, físicamente me refiero, no me parece alguien a quien escogería como amigo pero debe ser buena persona si ha logrado que le hagas caso —soltó una risita que denotaba lo mucho que dudaba de cada palabra y prosiguió a beber del vaso de cristal, eso parecía más natural.

Zayn se lo pensó unos segundos antes de contestar.

—En realidad es excelente, tampoco soy alguien con derecho a creerse una brújula moral por supuesto, pero lo quiero —el balbuceo fue producto de pensamientos vagos pero la idea concreta había estado ahí, esperando a salir de sus labios en el momento correcto.

—Entonces no hay nada de malo con lo que sientes, puede parecer difícil ahora pero con el tiempo se vuelve más sencillo, ¡el amor es maravilloso! —exclamó Louis aliviado de tener respuesta para algo.

Zayn sonrió sintiéndose un poco más ligero que momentos antes, por supuesto que valía un poco de dificultades estar con Niall, después de todo lo hacía experimentar todo un abanico de emociones tan nuevas como aterradoras y comenzaba a adorar cada segundo de ese nuevo panorama.

Louis se encargó de llenar el resto del almuerzo con comentarios de Harry (estaba realmente perdido por ese chico) y Zayn se lo permitió porque por un momento quería olvidarse de sus dudas y llenarse de la alegría de esperar con ansias ver a alguien, ver a Niall.

Tras despedirse caminó hasta su departamento a un par de manzanas, hizo un esfuerzo por no correr y resbalar en la nieve sucia que comenzaba a derretirse bajo el pálido sol que asomaba entre las nubes. Cuando al fin sacudió las llaves con los dedos entorpecidos por el frío se sintió casi decepcionado de no ver a Niall ahí, su presencia en la misma habitación se había convertido en algo tan rutinario que lo había dado por sentado y en ese momento el apartamento le parecía enorme, vacío y oscuro. Se deshizo del abrigo que dejó en el salón sin prestar mucha atención y se aseó un poco, revisó su aspecto antes de salir, un hábito que había abandonado meses atrás y lentamente se arrastraba de vuelta a él.

—Por un momento olvidé que aquí somos vecinos —sonrió cuando Niall abrió la puerta con una camiseta deportiva sin mangas.

—Es difícil volver a la rutina —rio dejando la entrada libre.

Sin dudarlo un segundo le besó la mejilla y se dejó hacer cuando Niall lo atrapó en un abrazo antes de besarlo de una manera más intensa aunque no se prolongó mucho en ello, dentro del apartamento Zayn se puso cómodo un poco demasiado rápido para el decoro que parecía haber estado guardando en ocasiones anteriores pero Niall no pudo sentirse más halagado, contrario a los temores que habían estado ahuyentando su tranquilidad las cosas parecían ir bien de vuelta en Nueva York, o por lo menos prometían ir bien.

—Estaba preparando una maleta, tengo que volver a Chicago en un par de días —le informó tomando asiento junto a Zayn en la sala de estar.

—Ya, ¿vuelves el fin de semana? —preguntó reduciendo un poco el espacio que los separaba.

—No, quizá el siguiente.

Niall no se sentía cómodo con expresar la idea en voz alta pero la única razón por la que no lo retenían de tiempo completo en Chicago era por el rodaje de Normal que justo en ese momento se encontraba detenido mientras los productores decidían si valía la pena seguir exprimiendo la trama, quizá esta vez dirigida para adolescentes.

—Podemos llamarnos —sugirió Zayn.

La idea de comprar un boleto a un precio inflado al doble y hacer maletas de manera precipitada estaba ahí, suspendida en el aire de manera silenciosa ya que ninguno de los dos se atrevía a verbalizar lo que parecía la solución obvia pero a la vez apresurada, por un lado Niall no quería empujar los límites de su suerte hasta lo imposible y por otro, Zayn no estaba seguro de si la propuesta parecería súbitamente un compromiso acelerado.

En California las cosas parecían ir viento en popa y lo iban la mayoría del tiempo, el problema en Nueva York era el hecho de que una vez sin la magia del descanso y las vacaciones el romance adquiría un tinte más serio con cada pequeña decisión ¿Salir a comer? Implicaba ser vistos en público más de lo acordado ¿Viajar a Chicago por puro gusto de acompañar a Niall? No estaba en el contrato, ¿qué tanto debían seguir el contrato en ese lugar donde más gente los conocía?

A Niall la situación le volvía loco, se moría por volver a la ligereza y naturalidad de la situación en California puesto que la confusión de ambos aunada a sus temores de que súbitamente Zayn comenzara a pensar las cosas de más con la claridad que solo el clima frío ofrecía le hacían sentir de vuelta a la preparatoria, analizar cada detalle era exhaustivo. Comenzaba a detestar la ciudad que amaba.

El silencio se extendió entre ellos como una liga, en algún momento iba a reventar y alguien lo diría, Niall siempre se retiraba antes de que la tensión lo superara.

—El apartamento es más que grande para mí solo y he oído que existen un par de lugares bastante decentes si buscas pasar el rato —dijo al fin, la carga que había quitado de sus hombros fue rápidamente reemplazada por incertidumbre, una carga todavía mayor.

Zayn sonrió para sus adentros pero mantuvo su expresión neutra durante unos segundos, como si intentara pensar si podía salirse de su itinerario o lo que una escapada a Chicago presentaba como beneficio, finalmente asintió incapaz de ocultar la sonrisa que marcaba sus labios.

—No es que tenga muchos planes pero supongo que podría hacer un espacio —rio convencido de que estaba bien, la calidez en su estómago le era familiar y lo abrazaba haciéndole creer que todo saldría bien.

Que distintas eran las cosas a comparación de esa mañana.

Se supone que en ese entonces debían estar en una etapa de luna de miel, eso era al menos lo que siempre había visto en las relaciones de sus amigos, las cosas comenzaban bien, maravillosamente acarameladas ofreciendo una sensación que los hacía rozar el cielo con los dedos de solo ver a esa persona especial, sin embargo para Zayn se había sentido como una montaña rusa en todo momento.

En momentos como ese aprisionado entre los fuertes y pálidos brazos de Niall a la espera de otro beso se sentía embriagado de un cariño profundo que había crecido silencioso durante meses y le había explotado en el rostro con un beso dorado como el champán, pero en ocasiones antes de dormir se preguntaba cómo decirle a Niall que aquello no funcionaría sin destrozarle el corazón.

—¿Cómo te fue con Louis? —preguntó Niall tras una corta sesión de besos inocentes.

—Bastante bien —asintió Zayn distraído con el borde de la camiseta del otro.

—¿Cómo está Harry?

—En realidad no presté mucha atención cuando me lo dijo —soltó una risita antes de decidir sus siguientes palabras—. No hablamos mucho de él.

Niall sabía qué había ocupado la mayoría de la conversación, o por lo menos lo sospechaba con demasiada claridad.

—¿Crees que cambie de opinión si hablo con él? Ya sabes, si me disculpo.

—No eres su persona favorita pero tampoco está en contra de esto, creo que está feliz por mí —sonrió Zayn animado.

—Supongo que funciona por ahora —se encogió de hombros Niall sin mencionar otra palabra.

No estaba seguro de querer continuar con una conversación sobre el futuro en un punto tan incierto de la relación, por el momento era un buen día dado que ahora sabía que Zayn lo acompañaría a Chicago, un paso a la vez las cosas se desarrollaban de manera segura.

El resto del día transcurrió casi sin que ninguno lo notara, el tiempo juntos había dejado de ser eterno y agonizante a correr con más rapidez de la necesaria. Antes de darse cuenta las miles de pequeñas luces que iluminaban Nueva York de noche se habían encendido y Niall dormía en el sillón de la sala abrazando una almohada debido a que Zayn se encontraba demasiado concentrado en un documental que había encontrado por casualidad entre los canales de la televisión.

El documental de producción extranjera (a juzgar por el pobre doblaje) contaba la historia de una cantante que había experimentado un ascenso a la fama tan súbito que parecía increíble, con todo y eso no todo era bueno, aún así a Zayn le pareció interesante, casi fascinante, había algo en la música que siempre le había llamado la atención pero por varias razones nunca había tenido el coraje de seguir un camino que prometía ser aún menos lucrativo que la actuación.

—¿Qué hora es? —la voz adormilada de Niall lo distrajo de la pantalla por primera vez en un buen rato.

—Creo que las once, has dormido por un par de horas —respondió Zayn en voz baja apartando los mechones de cabello marrón que ya le llegaban a los ojos, nunca había visto a Niall con el cabello tan largo pero le parecía adorable, le resultaba sorprendente lo mucho que quería llenarlo de muestras de cariño en ese momento.

Tras una especie de gemido de queja Niall sonrió e inclinó un poco más el rostro contra la mano de Zayn.

—¿Te quedas?

A decir verdad no habían dormido juntos desde que habían vuelto a su rutina normal y ambos echaban de menos el calor del otro.

—Vale, solo tengo que recoger un par de cosas y vuelvo —con la mano libre estrechó su pierna con cariño antes de levantarse para salir del departamento.

El pasillo estaba vacío y sólo el habitual ruido incesante de la ciudad le hacía compañía mientras buscaba la llave correcta entre las variadas piezas metálicas. Zayn entró al apartamento y tomó todo lo necesario en apenas unos minutos para volver con Niall.

Había dejado la puerta del apartamento abierta así que incluso desde el pasillo pudo escuchar el amortiguado sonido de la voz de Niall hablando por teléfono, probablemente con sus padres.

—Vale, lo pensaremos, claro, te veo después.

Terminó la llamada antes de que Zayn pudiera escuchar algo de verdad útil pero rápidamente recibió un resumen de la situación en cuanto Niall se dio cuenta de su presencia.

—Era Marcus, sabe que vuelvo en un par de días y al parecer quería invitarme a una especie de club al que asiste la mayoría del reparto, le dije que en realidad irías conmigo así que es probable que estemos ocupados, de cualquier modo la invitación sigue en pie así que prometí que lo pensaríamos.

Zayn asintió sin saber muy bien que responder, los clubs no eran su tipo de diversión y sobre todo no después de su última experiencia con el alcohol pero no se sentía correcto privar a Niall de experiencias que probablemente disfrutaría más que pasar el tiempo en el departamento o recorriendo Chicago sin mucho rumbo.

—Suena bien, creo que sería divertido—aceptó finalmente y por la sonrisa en el rostro de Niall supo que había estado esperando esa respuesta desde el inicio.

—Vale, le avisaré mañana, no estoy muy familiarizado con todos pero estoy seguro de que te amarán.

Un breve recuerdo de Niall diciendo algo similar antes de su viaje a California atravesó su mente y se sintió más cómodo, la última vez había sido verdad, todo había resultado bien así que no había razón para estresarse.

Al día siguiente salieron a la calle apenas momentos después de desayunar, Zayn había insistido en que tenía que comprar varias cosas porque simplemente la perspectiva de otro día encerrado en el apartamento le parecía chocante, no porque prefiriera congelarse las piernas caminando sobre los restos de nieve sucia que disfrutar de la comodidad del acogedor departamento, era que no soportaba la idea de que Niall comenzara a creer que tenía muy poca iniciativa para salir con él. Eran tan distintos que en el corto período de su relación había pensado en mil distintas maneras de encontrar cosas en las que congeniaran, no había tenido mucho éxito y ciertamente eso lo asustaba, probablemente era más fácil intentar adaptarse un poco a la manera en que Niall veía la vida, ser un poco más extrovertido no podía significar el fin del mundo.

—Ayer mencionaste que no habías tratado mucho con la gente del proyecto de Chicago, pero suenas familiarizado con Marcus —mencionó Zayn mientras revisaba la etiqueta de talla de un suéter verde.

—No demasiado en realidad, lo conocí en la audición y es la única persona que ha insistido en hablarme, he intentado hablar un poco con los demás pero se limitan a tratarme de manera profesional —respondió jugueteando con una de las bolsas que ya llevaba en la mano.

Zayn había dejado de prestarle atención al suéter y estaba concentrado en Niall, era la primera vez que sentía una especie de necesidad de protegerlo, hasta ese momento le había parecido el tipo cool que todos envidian en la preparatoria y que no tiene ninguna dificultad para hacer amigos y en ese momento le encontraba mayor parecido con el Zayn que había llegado a Nueva York a trabajar en un programa con poca probabilidad de triunfar dejando todo lo que conocía.

—Estoy seguro de que mejorará ahora que tendrás que pasar más tiempo con ellos —sonrió Zayn.

—O podemos dejarlos de lado y centrarnos en lo que quieres hacer cuando lleguemos, hasta ahora no has mencionado ningún lugar específico que te gustaría visitar.

Niall lo miró esperando una respuesta pero Zayn solamente podía pensar en lo perdido que se encontraba en ese momento, podría estar en cualquier lugar con Niall y le parecería mejor que cualquier atractivo turístico, después de todo él se estaba convirtiendo en su destino favorito.

En lugar de responder Zayn lo besó, no lograba acostumbrarse del todo a ese contacto pero cada vez le agradaba más y se sentía más confiado a hacerlo, sobre todo cuando la primera respuesta de Niall siempre era abrazarlo y continuar besándolo con esa amplia sonrisa.

Normal || ziallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora