elefante

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Niall nunca se había sentido de esa manera. Había querido a Liam obviamente, habían compartido tantas cosas que era imposible no quererlo, pero no lo quería de esa manera.

La noche de la víspera de Navidad cuando le había dicho a Zayn que lo quería y no había obtenido una respuesta verbal, se había sentido extremadamente alegre con la sonrisa que recibió, una tan preciosa que estaba seguro la llevaría tatuada en la memoria por siempre.

-¿Cuánto tiempo van a quedarse?- preguntó la madre de Niall sirviendo té en la taza de Zayn.

Avanzaba a ciegas respecto a cómo tratar a Zayn, su hijo le había contado un par de cosas sobre aquél joven resaltando el hecho de que había vivido en Inglaterra casi toda su vida, eso había bastado para tener listo un buen té para la visita y aunque Zayn no era fanático de la bebida la aceptaba gustoso consciente de que probablemente sólo la habían preparado para él.

-Tengo tres semanas antes de volver a Chicago así que vamos a volver después del cumpleaños de Zayn para tener todo listo antes de volver al trabajo.

En ese momento el rostro de la mujer se iluminó más brillante que el árbol de Navidad que adornaba la sala de estar con su millón de pequeñas luces intermitentes.

-¿Cuándo es tu cumpleaños, cariño? ¿Ya tienen planes?

Zayn soltó una risita discreta.

-El doce de enero, teníamos pensado pasar el día en Disney.

-Es un lindo plan, pero por favor guarden un día de sus vacaciones para que podamos celebrarlo, a no ser que no te guste celebrarlo en cuyo caso nunca dije eso.

Sin pensarlo Zayn asintió rápidamente, la mujer le resultaba adorable con las mismas mejillas sonrosadas que Niall y esos ojos azules un poco más claros, además aunque se sentía emocionado por pasar el día en el parque de diversiones junto a Niall también adoraría poder celebrar su cumpleaños con la familia que parecía aceptarlo tan bien, llevaba algún tiempo sin celebrar su cumpleaños y extrañaba todo eso.

-Ma, no lo hostigues- pidió Niall sonriendo un poco avergonzado.

Amaba a sus padres pero no sabía si Zayn estaba aceptando por pura cortesía y lo estresa a un poco pensar que lo estaba haciendo pasar por un mal rato.

-No, no, está bien, en verdad me gustaría- se apresuró a aclarar Zayn con una sonrisa tímida, la taza de té caliente entre las manos de Niall no lo hacía sentir ni la mitad de calidez que esa sonrisa.

El padre de Niall asintió cuando vio la mirada en los ojos de su hijo y confirmó lo que había sospechado desde el momento que conoció a ese chico de pronunciado acento extranjero y cabello negro, no existía manera humana de que ese chico fuese solo su amigo.

-Entonces puede ser un día antes- cedió Niall.

Sus padres se dedicaron una sonrisa triunfal, en realidad su padre estaba feliz de que su esposa pudiera salirse con la suya mientras que ella estaba absolutamente emocionada por poder celebrar un cumpleaños. Últimamente Niall había pasado sus cumpleaños lejos y ocupado con el trabajo, una llamada por las mañanas no sustituía su presencia en casa.

Un par de horas después sus padres dijeron que irían a visitar a los tíos de Niall, estaban invitados si querían acompañarlos pero el castaño decidió que conocer a toda su familia en menos de una semana quizá sería poner un poco demasiado estrés en Zayn por lo que prefirieron quedarse en la casa.

-¿Quieres salir? Sé que esta casa no es exactamente una atracción turística- ofreció Niall apenas sus padres cerraron la puerta.

Zayn sonrió pero inmediatamente negó, había tenido pocas horas de sueño en los días anteriores y caminar no sonaba exactamente agradable en ese momento, mucho menos con ese clima.

Normal || ziallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora