Zayn no estaba seguro de lo que estaba por hacer pero la llave en su mano le daba el ánimo de usarla, con cuidado de no ser demasiado ruidoso abrió la cerradura y se deleitó con el cada vez más tenue aroma de la colonia de Niall, iba a extrañar eso. Sin pensarlo dos veces entró al apartamento cerrando la puerta tras de sí.
No planeaba tocar más de lo necesario ni pasarse mucho tiempo en el lugar pero consideró oportuno memorizar tanto como pudiese la ubicación de todo. Caminó hasta la habitación que sabía encontraría desordenada y sonrió al ver el desastre de sábanas y ropa que era la cama, por un momento pensó en que seguramente Niall no notaría si se recostaba en ella pero incluso en ese momento de invasión de privacidad tenía límites y centró su atención en el closet que todavía guardaba suficiente ropa para ofrecerle una selección variada.
Inspeccionó la colección de colores un par de veces solo con la vista antes de atreverse a tocar la tela, finalmente llamó su atención una prenda en específico, entre todas las demás camisas y chaquetas se veía casi simple pero la reconocería en cualquier escenario, la camisa que Niall llevaba la primera vez que lo besó. Rememorar los fragmentos de como había sucedido todo en ese momento lo hacía sentir avergonzado por lo que sacudió el pensamiento de su mente y se apresuró a sacarla del closet, dejó la percha que la sostenía junto a las demás vacías y aspiró el olor de la tela. Predominaba el olor a detergente sobre el de Niall pero no importaba mucho.
Se aseguró de que la habitación luciera exactamente igual que antes de su visita antes de caminar hacia la puerta, un par de semanas atrás habría asegurado que a Niall no le importaba aquella visita pero en ese momento no estaba muy seguro de en que términos se encontraban y prefería no averiguarlo. Salió del departamento con el corazón acelerado y con la camisa abrazada al pecho.
En cuanto cerró la puerta distinguió a la persona que esperaba en su puerta, cruzaron miradas por unos segundos sin que Zayn se atreviera a decir algo que intentara justificar su acción.
—No hablemos de ello —dijo finalmente Louis y ambos asintieron para sellar el trato.
—Creí que llegarías en una hora —mencionó Zayn abriendo la puerta de su propio apartamento.
—Llegué a tiempo, tuve que correr para alcanzar un taxi pero… — Louis se encogió de hombros y se deshizo de la chaqueta de mezclilla.
La decoración del amplio apartamento se veía interrumpida por las torres y montones de cajas de cartón que contenían las pertenencias de Zayn. Pocos días después de volver a Nueva York había caído en cuenta de que lo mejor sería mudarse de ese edificio pero no estaba seguro de querer seguir viviendo en esa ciudad, con todo el drama ocurrido desde el inicio de aquel contrato y el lanzamiento de Niall con una imagen más madura estaba casi seguro de que Normal había llegado a su merecido fin y estaba a tiempo de decidir que hacer.
—¿No vas a extrañar la bella melodía de la ciudad? —preguntó Louis en cuanto escuchó a dos hombres gritarse de palabrotas en la calle.
—En lo absoluto —respondió Zayn con una risita, doblaba cuidadosamente la camisa sobre la mesa de la sala.
—No puedo creer que te vayas.
Zayn ya había escuchado esa frase al menos una veintena de veces antes y cada ocasión se había contenido de mencionar con sorna lo poco que se habían visto últimamente gracias a Harry, sabía que él también había pasado todo su tiempo con Niall y sólo eso lo detenía de culpar por completo al apuesto novio de Louis.
—Son solo unos meses —le aseguró de nuevo, aunque la ausencia de un boleto de avión de regreso le quitaba credibilidad a sus palabras.
—Lo sé, solo va a ser extraño saber que no estás a diez minutos de distancia —suspiró Louis alejándose de la ventana por la que había estado observando —. Había dicho que no hablaríamos de ello pero ¿sabe Niall que estás asaltando su closet?
Zayn se sonrojó un poco, no esperaba que nadie lo atrapara en aquel momento.
—No le he notificado, ¿crees que le moleste?
—No, la verdad es que he hablado con él y…
—No gracias —Zayn estaba sediento de noticias de Niall pero también estaba consciente de que no era la más sensata idea.
Louis suspiró con dramatismo, era agotador presenciar ambos lados de una ruptura cuando Zayn lloraba un día y evitaba noticias de su ex al siguiente mientras que Niall no se cansaba de pedir noticias de su amigo.
—Al menos puedes decirle que te vas a mudar, no quiero ser quien le dé las noticias —el simple pensamiento de avisarle le hacía sentir incómodo.
—No le digas, probablemente se enterará en cuanto consiga trabajo allá.
La verdad no estaba seguro de que haría volviendo al país del que había escapado de adolescente y no consideraba útil comenzar a hacer planes con tanta anticipación.
—Vale, ¿seguro que te quieres deshacer de todo esto?
Las decisiones de Zayn le parecían por completo precipitadas a Louis y la idea de que volviera a estar tan cerca de su familia le desagradaba más de lo que se atrevía a expresar en voz alta.
—Puedes quedarte con lo que quieras —respondió Zayn.
Era imposible hablar con él cuando ya había tomado una decisión y hacía el tonto evitando el verdadero tema que llenaba el aire.
Despedirse de Louis fue casi asfixiante, sabía que se verían de nuevo pero fue hasta ese momento que la realidad de su partida se volvió tangible y fue casi como despedirse de Niall de nuevo. Creyó que al aterrizar en un lugar que le resultaba tan conocido pese a no haberlo visto en tantos años le haría sentir comodidad pero los edificios que vio en el largo camino del aeropuerto a casa de su hermana le parecieron hostiles.
El frío de la noche fue casi desconocido y mucho más agresivo que el de Nueva York pero se esforzó en mantenerse positivo, sonrió sin el menor ánimo y tocó el timbre de aquella bonita casa, esperaba estar frente a la correcta.
La adormilada cara de su hermana lo recibió con poco entusiasmo.
—Lo siento, solo será esta noche —se disculpó intentando suavizar la incómoda situación.
Lo cierto era que se comenzaba a arrepentir de no planear más las cosas, tener que pedirle un favor como ese a su hermana tras un par de años sin verla lo hacía sentir como alguien desvergonzado, no sé suponía qué llegaría causando molestias.
—No pasa nada —pero sí pasaba.
Entró tan rápido como pudo y siguió a su hermana hasta la habitación de huéspedes que había acondicionado para su breve visita, cuando ella lo dejó solo tras un formal ‘buenas noches’ Zayn casi deja escapar un sollozo. No sabía que esperar pero definitivamente albergaba un poco más de esperanza respecto a su recibimiento.
Se sentó en el borde de la cama individual intentando tranquilizarse pero la visión de aquella pequeña maleta donde había hecho caber su vida solo lo alteró más.
Había hecho algo estúpido, debió haberse quedado con Louis en la comodidad de Nueva York, en ese momento estaba seguro, debía haber escuchado las advertencias de su mejor amigo. No, no, todo estaba bien, simplemente era de madrugada y todo eso le abrumaba más de lo necesario.
Al día siguiente todo parecería mejor y más fácil de solucionar, estaba seguro.
La mañana llegó y la actitud de su hermana no cambió en absoluto y aunque Zayn se repetía que era natural su manera de actuar había una pequeña parte de él completamente furiosa, ¿cómo se atrevía a enfadarse con él por haber tenido una relación con Niall? Él no se enfadaba ni le recriminaba por el insípido marido que se sentó con ellos a la hora del desayuno.
En el fondo de su corazón sabía que ese trato era injusto y que no tenía ningún derecho a juzgar sus decisiones cuando habían seguido caminos tan distintos, sin embargo el Zayn que había crecido en esas mismas calles agradecía que al menos hubiera aceptado verlo.
—Buscaré un hotel, lo siento por la hora a la que llegué anoche —volvió a disculparse en cuanto el marido de su hermana abandonó la cocina.
—No es nada, mejor ve a ver a mis padres – le sonrió con la cortesía que se le ofrece a un desconocido y también lo dejó para irse al trabajo.
Sus padres. Había intentado ignorar el tema hasta que le fuera imposible hacerlo y al parecer tenía que enfrentarlos más rápido de lo que hubiese deseado. Esperaba que su hermana les contara de su presencia pero al parecer se oponía a hacerle incluso ese favor y no estaba muy seguro de querer presentarse de sorpresa en su casa de la niñez.
El collar que le habían regalado los padres de Niall seguía en su cuello, había meditado mucho sobre sí quería quitárselo pero extrañaba demasiado a Niall, a ese día en específico, y sabía que si dejaba el collar de lado iba a volver a la agradable comodidad que implicaba no enfrentar su pasado. Cada vez que todo daba más vueltas de lo habitual su mano se dirigía a la pequeña joya de manera casi instintiva, no le hacía mucho bien juguetear con el dije pero se aferraba al metal como si eso mejorara algo.
Se levantó de la mesa con un suspiro, no tenía mucha hambre ni ganas de continuar con su día pero no había opciones. Puso todo en el lavavajillas y se dirigió a la habitación que había ocupado la noche anterior, tomó una muda de ropa limpia y se cambió para lucir un poco más presentable. Seguía confundido y considerando mil opciones, entre ellas ordenar la cocina que lucía un poco de cabeza, optó por no mover nada, nadie estaba siendo muy amable con él como para mostrarse especialmente dispuesto a ayudar.
Salió de la casa sin dejar una nota ni ningún rastro de su paso por ahí a decir verdad, por primera vez en años se estaba sintiendo rebelde y la adrenalina que lo recorría por una acción tan sencilla como irse sin despedir amenazaba con hacerlo vomitar en el pequeño tramo de césped, sonreía con satisfacción pero incluso en ese momento encontraba lamentable no tener con quien compartir el sentimiento, aunque entendía que había cosas que tenía que enfrentar por su cuenta.
Caminó por la calle con el fresco aire acariciándole el rostro y antes de arriesgarse a perderse detuvo a un taxi pidiéndole que le llevara a un hotel, no pensaba pasar otra incómoda noche en casa de su hermana solo para notar lo poco bienvenido que era allí.
Se permitió pasar el día en el hotel explorando la habitación pequeña y descolorida, vio todos los canales que había en el genérico televisor y durmió gran parte de la tarde, mañana iría a casa de sus padres y esperaba no pasar el día absolutamente concentrado en su nerviosismo.
En la noche casi sintió emoción por ver a sus padres, sin importar el resultado iba a estar un paso más cerca de aclarar uno de los principales líos que lo mantenían despierto cuando aún vivía en Nueva York. Por la mañana escogió la ropa más formal que pudo, una camisa siempre era una elección segura y los pantalones formales podían verse un poco menos casuales si usaba botas; estaba nervioso y no estaba listo pero sonrió a su reflejo una última vez y salió con paso decidido, no soportaba seguir aplazando ese encuentro.
Los minutos pasaban más lento de lo normal en la parte trasera de aquel taxi, lo podía jurar, y en cuanto reconoció las casas cercanas a la de su infancia sintió unas inmensas ganas de no haber desayunado, las mejillas se le calentaron con energía renovada y la cabeza comenzó a dolerle un poco. Pagó al taxista con rapidez, temía pedirle que lo llevara a otro lugar si lo veía por un segundo más.
Antes de atreverse a tocar el timbre admiró la construcción por prolongados minutos, en ese momento le parecía un lugar más pequeño que la última vez que lo había visto, el ladrillo rojo había adquirido una tonalidad oscura debido a años de descuido y las ventanas conservaban las cortinas que recordaba de toda la vida, en el patio había unos cuantos juguetes de niño pequeño que Zayn supuso eran de su sobrino, la construcción era tan parecida a todas las demás del barrio que era difícil distinguirla de las demás casitas acomodadas en fila a lo largo de la calle pero estaba seguro de estar en el lugar correcto.
Tocó el timbre con apenas la fuerza necesaria para activarlo y, aunque llevaba años sin hacerlo, en ese momento rezó para que su padre abriera la puerta. Por destino, casualidad o designio divino fue justamente él quien apareció en la puerta y Zayn estuvo a punto de agradecer de rodillas.
El padre de Zayn esperaba esa visita, con poca esperanza pero esperaba ver a su hijo de nuevo. Se había enterado meses atrás de la ruptura con ese muchacho estadounidense a través de un periódico que había llegado a sus manos por accidente en el trabajo, en secreto siempre hojeaba la sección de espectáculos esperando encontrar algo de su hijo, y esa mañana lo había visto, en letras pequeñas y en un lugar poco importante de la hoja estaba la noticia, casi escondida para que solo él la pudiera ver. Tras haber leído esas siete líneas una docena de veces había dejado el periódico en donde lo había encontrado pero la información no salía de su cabeza, anhelaba que fuera cierto y que su Zayn volviera a casa para retomar el camino correcto, pero sabía que sí lo hacía no dudaría en gritarle apenas lo viera.
Zayn sonrió un poco, o eso creyó, su expresión fue neutra todo el tiempo y la de su padre igual. Había considerado que clase de cosas le gritaría si lo volvía a ver parado en ese puerta pero en el momento solo lo invadieron unas enormes ganas de abrazarlo, solo podía ver a su hijo en ese chico que apenas reconocía, era el hijo que tanto tiempo había echado de menos. No hizo caso a ninguno de los dos impulsos que peleaban por su atención y simplemente lo dejó entrar.
—Es lindo lo que hicieron —mencionó Zayn señalando a una pared donde había una pintura del mar donde antes no había nada, era el único cambio que percibía en la casa pero tenía que rellenar esa ausencia de palabras.
Su padre asintió con una pequeña sonrisa cansada, lo invitó a tomar asiento y pese a que Zayn había literalmente crecido allí se sentía un intruso.
—¿Al fin vino la chica de…? —la voz de su madre se interrumpió cuando al salir de la cocina se encontró con Zayn, era casi una pesadilla.
La mujer había aceptado bastante tiempo atrás que no volvería a ver a ese chico, se había descarrilado para terminar en otro país con un trabajo tan caprichoso como lo era la actuación y para terminar de pisotear el pastel había salido con otro hombre, para ella estaba en el pasado. En ese punto había admitido que sólo tenía dos hijas y el nombre Zayn estaba prohibido en esa casa. El joven que la miraba expectante buscando una respuesta en sus oscuros ojos era un desconocido, uno poco agradable y mucho menos bienvenido.
—Que se vaya —dijo con ese tono frío que siempre usaba cuando estaba más allá de la molestia.
Zayn protestó antes de al menos procesar lo que estaba por hacer.
—Pero mamá… —sonaba infantil y caprichoso, las dos cosas que había evitado ser toda su vida.
La mujer se pasó una mano por el rostro y le dio una última mirada de advertencia al padre del joven, no iba a repetir su petición, tras esa acción abandonó la habitación. Zayn buscó cualquier tipo de ayuda en los ojos de su padre pero el hombre evitaba su mirada como si verlo a los ojos lo fuese a matar, probablemente lo haría, no soportaba ver esa situación y no poder hacer nada para evitar que su familia se cayera a pedazos.
—Creo que será mejor hacerle caso —le sonrió con tristeza.
Era injusta, cruel y una total tontería la manera en que su madre había reaccionado, estaba seguro de ello y por eso no comprendía porque sentía merecer todo ese rechazo, una remota parte de su consciencia sabía que había viajado tanto tiempo solo para presenciar aquello en persona, había necesitado ver la escena.
Zayn sonrió con la misma pesada tristeza mojándole los ojos y asintió. Su padre lo acompañó a la puerta y antes de cerrar le dio una pequeña palmada en el hombro, apenas un toque que esperaba le hiciera comprender que no lo odiaba, que siempre sería el hijo que había criado y que no le importaba tanto con quien decidiera compartir su vida, que expresara todo lo que el nudo en su garganta le impedía decir, pero era solo un toque y Zayn estaba demasiado devastado para pensar en su trasfondo.
No volteó ni siquiera cuando llegó a la acera y comenzó a caminar lejos de allí, intentó retirarse con la dignidad intacta sin saber que estaba rompiendo más corazones además del suyo. Las lágrimas calientes le bañaban las mejillas porque sabía que iba a recibir eso, y sin embargo llegó hasta ahí para verlo en persona porque la parte de su corazón que adoraba a sus padres se negaba a dejarle creer que lo tratarían de esa manera, estaba llorando porque era capaz de comprender que no tenían una razón para tratarlo así, no cuando su mayor error había sido querer a alguien más, buscar su felicidad en donde le pareció correcto; le dolía saber que tenía que elegir entre su familia y Niall, pero ni siquiera era una elección porque su madre le había dejado muy en claro que no había forma de que volviera a aceptarlo como su hijo.
La habitación de hotel sirvió para que llorara todo lo que sus ojos le permitieron con privacidad. Tras haber comprobado lo que todo ese tiempo había sabido ya no creía tener un objetivo claro, la sola idea de llamar a Niall en ese estado lo avergonzaba porque no quería causarle más problemas de los que ya le había causado y en ese caso la única persona capaz de entender que estaba sucediendo era Louis.
—Hey, ¿cómo va todo? —preguntó Louis en tono animado en cuanto respondió la llamada, se sintió como un imbécil al escuchar el breve sollozo de Zayn.
—Se podría decir que no tan bien —respondió con una risita sin humor, por supuesto que tenía que esconder lo que sentía incluso cuando llamaba para hablar de sus sentimientos.
—¿Quieres hablar de ello o prefieres una clase de cláusulas legales?
Louis revolvió los papeles de su escritorio con frustración cuando Zayn definitivamente comenzó a llorar sin control. Usualmente un comentario como ese lo animaba un poco.
—Hoy vi a mamá —le confesó intentando tranquilizar su respiración.
—Oh —ya sabía que Zayn había hecho ese viaje con el único propósito de ver a su familia pero de algún modo conservaba la esperanza de que no todo saliera tan mal—. Supongo que no fue amable.
—En lo absoluto —Zayn suspiró al otro lado de la línea—. Me odia, estoy seguro.
Louis lo amaba, eran mejores amigos, pero no tenía la menor idea de que hacer en esa situación, no era muy común que hablaran de sus sentimientos de una manera tan abierta y aunque le parecía agradable el cambio en Zayn no estaba preparado para ello.
—No te odia, es tu madre después de todo, solo lleva toda la vida creyendo en algo y debe ser desconcertante —su voz tembló un poco al final porque no estaba seguro de lo que estaba diciendo.
—No la viste, ni siquiera puede verme.
Zayn llevaba un par de horas intentando darle algún sentido a lo que había sucedido, solo había podido concluir que aquello era ridículo y que se sentía patético.
—¿Por qué no intentas ir otro día?
—Comienzo a creer que es la última vez que los veré en mucho tiempo.
No mentía, así lograra arreglar las cosas con Niall o no, no se sentía capaz de volver a esa casa y no implorar perdón o gritar improperios por la manera en que lo trataban, quizá debía esperar a que se enfriaran las cosas antes de volver a intentarlo.
—Quizá no sea tan malo —razonó Louis subrayando un error en el documento que estaba revisando—. ¿Quieres que llame a…?
—No.
Lo había considerado pero no quería hablar con Niall en ese momento, pese a que la opinión de su familia estaba bastante clara sin posibilidades de cambiar pronto Zayn aún tenía que resolver cosas consigo mismo, era difícil deconstruir el sistema de creencias de una vida pero estaba seguro de que el esfuerzo valía la pena.
—Puede que te haga bien escucharle —insistió Louis.
—No, todavía no quiero verlo o escucharlo —mintió, deseaba más que nada verlo y recibir otro de esos abrazos suyos pero sabía que no era justo para ninguno volver a la primera dificultad, lo extrañaba pero quería hacer las cosas bien.
—Vale, entonces ¿vas a volver?
Zayn lo meditó unos segundos, no había pensado en ello pero la idea no resultaba tentadora.
—En realidad creo que voy a buscar un apartamento aquí, solo por un tiempo creo.
La línea quedó en silencio unos segundos pero finalmente Louis suspiró con pesadez.
—Suena… a algo que harías.
Zayn se había tranquilizado lo suficiente como para volver a sentirse culpable por llamar así que se despidió a la primera oportunidad con la excusa de que quería dormir un poco, Louis aceptó pero le repitió mil veces que lo volvería a llamar ese mismo día.
El sol que había brillado con fuerza en la mañana tenía un aspecto apagado, casi como si estuviera quedándose sin batería y Zayn hizo una mueca ante el pensamiento, por la ventana de su habitación de hotel solo se veía a los carros que transitaban por ahí y la fachada del edificio al otro lado de la calle. Si iba a vivir ahí por al menos una temporada necesitaba un plan (también lo necesitaba para distraerse de todo, no quería seguir pensando en sus padres), comenzar con buscar un apartamento era una buena idea.
La búsqueda de un apartamento fue rápida, no estaba en la zona más linda de la ciudad por lo que el alquiler no era excesivo y un par de semanas después estaba instalado tan cómodamente como su situación le permitía, después de todo había dejado todas sus pertenencias útiles en Nueva York.
En cuanto encontró un lugar para establecerse y dejó de pensar tanto en lo que había pasado en aquella visita a sus padre realmente consideró que estaba pasando por un buen momento, había estado solo por mucho tiempo antes de estar con Niall pero volver a ser solo él era bueno, era justo lo que necesitaba en ese momento y sobre todo era liberador.
A veces sin previo aviso una tristeza profunda y que parecía eterna lo invadía, se sentía decaído por horas y la grandeza de todo a su alrededor amenazaba con aplastarlo, extrañaba a su familia y saber que estaban a menos de una hora en auto no hacía más que aumentar el dolor de una herida que estaba lejos de sanar; en otras ocasiones deseaba ver a Niall y pedirle perdón por haber dudado de lo que tenían pero sabía que no era la opción más sana correr a él en ese momento, entonces recordaba que estaba tan lejos que probablemente para cuando llegara a Nueva York la idea ya habría desaparecido y suspiraba antes de descartar el pensamiento.
Su vida poco a poco comenzó a tener estructura de nuevo y pronto se encontró buscando trabajo, no podía vivir de sus ahorros para toda la vida y mucho menos cuando Normal había sido oficialmente cancelada, al parecer la noticia de una pareja dentro del elenco no fue tan bien recibida por los espectadores, o sus padres. Su primer empleo tras todo el caos que había supuesto la ruptura llegó en forma de un anuncio para una aplicación, era extraño pero necesitaba el dinero y no pagaban poco así que aceptó pensando en el mes de renta que un minuto de rodaje podía pagar.
Siguió trabajando en papeles pequeños, apariciones casuales en series de popularidad cuestionable, anuncios de aplicaciones e incluso uno de un móvil, y no se quejaba, todo eso estaba pagando la renta y lo mantenía distraído a ratos. Procuraba pasar el tiempo que no estaba trabajando ocupando su mente en algo a fin de no pensar en que todo podía salir mal en un segundo, ese algo a menudo era un alguien y era Niall; lejos de él era fácil ver que lo extrañaba, que llevaba tiempo sin sentir algo que se comparara con el sentimiento de estar junto a él y que aunque había veces en las que quería gritarle que era un imbécil pretencioso por todo lo que le había hecho pasar terminaba rendido ante esos ojos azules antes de poder pronunciar palabra, pero le afligía pensar que iba a intentar huir si volvía a sentirse así de feliz en algún punto, le aterraba pensar que el problema no eran sus dudas sino su certeza de que era feliz junto a Niall lo que le provocaba querer alejarse. A ratos lograba deshacerse de ese pensamiento y saber que era solo una duda más que resaltaba de entre las otras por su determinación a ignorarla, en esos momentos casi estaba eufórico porque creía que estaba listo para volver a intentarlo, después alguna otra pregunta que creía haber respondido le hacía dudar de si alguna vez lograría avanzar y prefería memorizar un guion entero pese a que sólo tuviera que decir una línea.
Pero la vida mejoró con el paso de los días, si bien todo seguía igual Zayn comenzaba a notar los cambios en sí mismo y cada día que pasaba lo reconfortaba el pensamiento de que quizá estaba un día más cerca de Niall.
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Normal || ziall
FanfictionNiall y Zayn son hermanos en Normal, un programa dirigido a niños entre los cinco y diez años de edad en donde una familia practica la adopción interracial y a través de los capítulos dan lecciones sobre lo importante que es evitar cualquier tipo de...