vecino

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Zayn sentía unas náuseas horribles, estaba empacando las cosas de su departamento con ayuda de Louis y Harry, a decir verdad sus amigos estaban haciendo casi todo.

—Toma —Louis le extendió un pañuelo desechable de una manera tímida.

No se había dado cuenta de que había comenzado a llorar de nuevo, lo había hecho tanto en las últimas veinticuatro horas que seguramente ya no sentía nada al derramar lágrimas silenciosas.

Antes de poder aceptar el pañuelo corrió al baño cubriendo su boca con ambas manos. Por la mañana Louis le había preparado un desayuno ligero y lo había obligado a comer diciéndole que lo haría sentir mejor, pero ahora Zayn se arrepentía de haber probado bocado. Su cuerpo estaba reaccionando a la situación como si se hubiera intoxicado, y no era para menos, enterarse de que tendría que comenzar a fingir ser una pareja feliz junto a la persona que le había mostrado un ferviente rechazo desde el primer día pondría enfermo a cualquiera.

Regresó al salón del apartamento sintiéndose un poco más débil, ver tantas cajas con sus pertenencias no ayudó en nada a su estado de ánimo.

—Descansa un poco, Harry y yo terminaremos con lo demás.

Zayn asintió afligido por poner una responsabilidad así sobre los hombros de esos chicos pero no tenía energía para preparar una mudanza y menos cuando iba directo al complejo de apartamentos en el que Niall vivía. No iban a vivir juntos por supuesto, sólo lo suficientemente cerca para que todo el mundo creyera que sí.

Sentado en los sillones que tantas veces habían hecho de cama se dio cuenta del poco control que tenía de su vida, hacía lo que otras personas querían y eso beneficiaba a todo el mundo menos a él. Casi como una maldición la voz burlona de Niall volvió a su cabeza, la estúpida frase del chico retumbó atrapada en los pensamientos de Zayn.

“Regresa a tu país”

Definitivamente era irónico que eso era lo que Zayn más deseaba en ese momento. Comenzaba a odiar América, no le había sucedido nada bueno desde que llegó a ese estúpido continente.

Debieron pasar un par de horas hasta que Louis y Harry terminaron de bajar las cajas pero él no se dio cuenta del paso del tiempo, estaba perdido en un mar de pensamientos que se agitaba violento dominado por la ira y la nostalgia. La verdad era que se sentía completamente vulnerable y usado, se sentía como el chico de rostro bonito y exótico que se jodía para que otros pudieran vivir como reyes.

—Tenemos que irnos —Louis acarició su mejilla con una mano cálida, normalmente Zayn habría rechazado el contacto al parecerle de una naturaleza demasiado íntima pero en ese momento suspiró aliviado al darse cuenta de que aún podía sentir la calidez de un toque afectivo.

El camino a su nuevo piso fue silencioso, Harry no hacía preguntas y Zayn no podía estar más agradecido por ello, comenzaba a ver al chico como un amigo.

El edificio parecía mucho más lujoso que el anterior y eso lo disgustó inmediatamente, ya lo había rechazado antes de verlo pero en ese momento tuvo una excelente razón para expresarlo en voz alta.

—Es para gente rica —murmuró, tenían portero y eso decía mucho sobre la zona en la que estaba ubicado.

—Y que lo digas —se rio Harry, ya llevaba una caja en brazos y se disponía a entrar al edificio.

El rizado mantenía una actitud positiva ante la situación, estaba seguro de que había conseguido negociar lo suficiente como para hacer la experiencia lo menos traumática posible para Zayn, pero él y Louis opinaban distinto. Louis sabía lo difícil que estaba siendo para su amigo, era consciente de las ideas de Zayn, no las aprobaba y en secreto se sentía lastimado por ellas pero respetaba lo que él quisiera opinar, siempre mantenía la esperanza de que algún día pudiera cambiar su forma de pensar.

Normal || ziallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora