llamada

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Harry y Louis

—Puedo comprar algo de camino a casa o puedo cocinar esa receta que tanto te gusta —sonrió Louis tomando una naranja entre sus manos.

El supermercado estaba un poco vacío debido a la hora pero Louis no tenía un horario muy flexible y era mejor de esa manera, no había mucha gente haciendo fila en la caja registradora y tenía menos posibilidades de encontrar a alguien conocido.

—O puedo cocinar yo —respondió Harry al otro lado de la línea y aunque no pudo ver la expresión de Louis estaba seguro de la mueca que se debía estar dibujando en su rostro.

—Sí, yo creo que paso de eso Styles.

Apenas la relación comenzó a adquirir un tinte más formal Louis se percató de las habilidades y carencias de Harry, era obvio que aunque era un excelente abogado y alguien que mantenía impecable su apartamento la cocina simplemente se rehusaba a congeniar con él. De algún modo parecían complementarse.

—No es justo, está vez iba a sorprenderte, he estado practicando.

Louis terminó de escoger las naranjas de entre la pila y dejó la bolsa en el carro de compra.

—Espero que no, pobre Skor —dijo haciendo referencia al pequeño perro de Harry—. Es cruel hacerle eso.

La risa de Harry sonó ruidosa y Louis sonrió sintiendo su estómago dar un vuelco.

—Está bien, no he practicado para nada y Skor está tan consentido como siempre —un agudo ladrido pareció confirmar sus palabras—. Trae un vino y pedimos algo ¿bien?

Louis mordió su labio satisfecho de lo bien que parecían conocerse, después de todo ya estaba caminando por la sección de licores.

—Vale, te quiero.

—También te quiero, me tengo que ir pero en cuanto te vea juro que no me voy a despegar de ti un solo segundo —se despidió Harry.

Últimamente su relación parecía estar mejor que nunca y pese a que no podían tener más de seis meses de conocerse y poco más de la mitad de ese tiempo saliendo Louis no podía deshacerse de la sensación en su pecho que parecía gritarle todo el tiempo que al fin estaba en casa, que no habría nadie después de Harry.

Tomó dos botellas de su vino tinto favorito y suspiró.

Aunque todo parecía positivo tampoco podía evitar cuestionarse si su felicidad tendría una fecha de caducidad, ambos eran muy opuestos y temía que los detalles crecieran hasta convertirse en obstáculos infranqueables que pusieran fin a la que parecía ser la relación en la que quería establecerse.

Como sea Louis acomodó ambas botellas antes de echar un vistazo a su reloj de muñeca, sobre analizar su relación estaba por hacerlo llegar tarde al trabajo.

Se apresuró a pagar todo e intentó mentalizarse para todo lo que tenía que hacer en el día antes de poder llegar a casa y abrazar a Harry, pero su mente inevitablemente vagó hasta la situación que le había estado robando preciados minutos de sueño últimamente: si todo estaba cayendo en su lugar con Harry en algún momento tendría que decirle a Zayn. Aunque toda la situación de su amigo lo ponía en un lugar delicado respecto a sus opiniones Louis no podía alejar su mente de los peores escenarios. Adoraba a Zayn y le encantaría que tuviera una amistad con Harry pero le atemorizaba tener que enfrentar el rechazo de su amigo.

Sí, definitivamente seguiría posponiendo ese momento.

Zayn y Niall

La primera semana de Niall había resultado incómoda, era difícil adaptarse a un entorno de trabajo nuevo tras pasar años rodeado de la misma gente y se tornaba peor si eras la última persona en integrarse.

Normal || ziallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora