Normal || ziall

presentimiento

Posar por horas, cambiar tantos vestuarios y no tener tiempo para comer había resultado exhaustivo. Zayn preparaba un té mientras esperaba que su cabello se secara por completo, estaba tan agotado que podría quedarse dormido sobre la barra de la cocina y su cuerpo lo agradecería.

Se dirigió a su habitación con la taza azul claro entre sus manos, estaba caliente pero era soportable. Su móvil comenzó a sonar y maldijo internamente, no solía recibir muchas llamadas de amigos así que seguramente sería de trabajo, lo último en lo que quería pensar después de un día como ese.

—¿Sí? —contestó sin verificar el nombre del contacto.

—Tomlinson aquí —saludó Louis al otro lado de la línea con una leve risa al final, su voz un poco más grave que de costumbre no sonaba tan animada.

Zayn se relajó instantáneamente e incluso se animó un poco antes de responder.

—Oh hola, por un momento creí que sería alguien del trabajo, no tienes idea del día que tuve.

—Me lo imagino, todo parece más agitado últimamente ¿no? —hablaba más rápido —En fin, estoy por tu edificio ¿quieres salir a tomar algo?

El reloj en la pared marcaba poco más de las nueve de la noche, era temprano para la vida en la ciudad pero recostado en su cómoda cama y tan cansado como estaba a Zayn casi le pareció obscena la sola proposición.

—Lo dudo, podemos vernos mañana, salgo temprano —ofreció y escuchó a Louis suspirar al otro lado de la línea.

—Espera un segundo.

Escucho los murmullos de su amigo mientras discutía animadamente algo con otra persona pero esperó bebiendo su té sin prestar demasiada atención a nada.

—Está bien, nos vemos mañana —el silencio duró unos segundos antes de que Louis hablara de nuevo —no me canceles, tengo que contarte algo.

—Claro, claro, nos vemos mañana —se despidió Zayn con una pequeña sonrisa, le haría bien distraerse un poco y poder hablar con Louis siempre lo hacía un poquito feliz.

Cayó profundamente dormido minutos después de terminar la llamada. A la mañana siguiente tenía el cuerpo adolorido por la incómoda posición en la que había permanecido toda la noche, nada que no se arreglara con una ducha caliente.

La jornada en el set fue casi aburrida, Zayn tenía pocas escenas que grabar mientras que Niall se encontraba apurado debido a la gran cantidad de tiempo en pantalla que estaba teniendo en esos episodios. Aunque esos días debían ser buenos para cualquiera Zayn los encontraba tediosos, prefería grabar más tiempo del habitual que observar como todos parecían hacer algo útil a excepción de él.

Por la tarde mientras esperaba a que Louis apareciera en el bar que lo había citado se sorprendió a sí mismo recordando las palabras de su terapeuta en la última sesión.

En la mesa contigua a la suya había dos mujeres conversando animadamente, todo parecía una escena casual y típica de amigas hasta que se tomaron la mano y Zayn fue capaz de ver los anillos idénticos en el dedo anular de cada una. No era raro compartir anillos de ese tipo ¿no?

“Claro que sí” pensó jugando con el borde de la servilleta de papel debajo de su vaso.

Se removió incómodo en el asiento, incapaz de retirar la vista de la unión de sus manos, su terapeuta le había dicho que no había nada malo en cualquier expresión de amor correspondido y aunque sonaba razonable se negaba a creer que algo así podía ser amor. Desde pequeño había sido criado con la idea de que existía una razón por la cual había hombres y mujeres en el mundo, no podía ser de otro modo, todo lo demás era raro.

—Zayn —la animada voz de Louis interrumpió su ensoñación.

Su amigo parecía completamente feliz, usaba un suéter de color naranja oscuro de cuello alto y pantalones formales grises con un patrón de diminutos cuadrados, Zayn casi sintió desconcierto de que el conjunto luciera tan bien con botas negras.

—Dios mío, vives en las nubes, me ignoraste cuando te saludé —se rio tomando asiento.

—Lo siento, estaba un poco distraído, han pasado muchas cosas últimamente.

No mentía, aunque todo parecía tranquilo y estable de nuevo una pequeña parte de sí no podía dejar de pensar que había algo mal en la situación, algo que aún no era capaz de ver.

—Lo sé, justo quería hablar un poco de eso —Louis dirigió la mirada a las mujeres que aún captaban la atención de Zayn y se sintió un poco más nervioso que un minuto antes—. Hey, estoy aquí.

Zayn se obligó a dirigir la atención a su acompañante y decir lo primera excusa que le llegó a la mente.

—Última vez, he estado un poco disperso y estresado, pero me decías algo de…

—De trabajo Zayn —acomodó sus gafas y suspiró antes de continuar—. He estado viendo a alguien que estudia leyes, es abogado de algunas figuras públicas, él es realmente bueno en lo que hace y hablamos un poco de ti.

Louis parecía recitar un discurso que había olvidado en el último momento, balbuceaba nervioso y evitaba la mirada de Zayn.

—Cree que quizá hicimos algo mal cuando firmaste ese contrato, que quizá las cosas podrían ponerse un poco difíciles si tú y ese chico no cumplen con todo lo que estipula y…

—Estamos bien —lo cortó Zayn quien comenzaba a perder el hilo de lo que decía el otro.

—¿En serio?

—Sí, no somos mejores amigos pero lo soportamos, tenemos qué —sonrió un poco para tranquilizar a Louis.

El castaño sonrió casi aliviado antes de volver a hablar rápidamente.

—No me entiendes, es más grave que eso. Harry dice que podrían obligarlos a hacer cosas más grandes —se enredaba en las palabras intentando que Zayn le comprendiese sin llegar a pronunciar el mensaje real.

—¿Harry? —se encontraba confundido ante el rumbo que comenzaba a tomar la que debía ser una conversación casual.

—Es… Es un chico que conocí en el trabajo, hemos hablado y conoce muy bien a Jeffrey, ha trabajado para varias personas que intentan librarse de él.

—No te sigo ni un poco —admitió Zayn sin poder ver la conexión entre lo que Louis decía y lo que esperaba darle a entender.

—Harry teme que te obliguen a fingir una relación con Niall.

La rapidez de sus palabras, el marcado acento británico y la situación en sí hicieron imposible para Zayn comprender a qué se refería, por supuesto que entendía lo que había dicho pero no lograba procesar como podría suceder algo así.

—No pueden —murmuró incrédulo, parecía querer convencerse a sí mismo de ello.

—Sí pueden, está implícito en el primer contrato que pueden tomar decisiones así —Louis parecía sufrir con cada palabra, su expresión afligida reflejaba que de verdad estaba preocupado por su amigo.

—No, no harían algo así.

Zayn comenzaba a sentir que el espacio en aquel bar era muy pequeño, el aire muy pesado, casi sofocante y las luces demasiado brillantes.

—No es algo seguro Zayn, solo quería tomar un par de precauciones en caso de que lo sugieran, podemos conseguir que no sea tan malo como podría ser —tomó su mano entre las suyas, ligeramente más pequeñas y cálidas, reconfortantes y firmes como un ancla que lo arrastró de vuelta a la tormentosa realidad.

Se sentía aterrado, si lo que Louis decía era cierto la reacción de sus padres sería horrible, no tendría permitido volver a casa nunca y probablemente sus padres rechazarían el dinero que les enviaba mensualmente aunque lo necesitaran casi con desespero.

—Debe haber una manera de evitarlo, dime que…

—Zayn, si sucede algo así no podemos evitarlo pero podemos encontrar alguna manera de hacerle saber a la gente que no es real, incluso podemos conseguir que te niegues a ciertas cosas.

Por una vez en su vida Zayn se enfocó en buscar una solución, si las cosas sucedían como el amigo de Louis había dicho no tendría manera de eludir la situación. Había firmado un contrato que lo dejaba atado de manos ante situaciones de ese tipo.

—¿Qué podemos hacer?

Su voz temblaba un poco y en sus ojos resultaba evidente que aún no terminaba de creer la magnitud que la situación podía llegar a tomar, pero estaba listo para hacer algo antes de que todo empeorara.

Louis apretó un poco más su mano en señal de apoyo y sonrió, pasaron el resto de la tarde buscando fallas en los contratos de Zayn, cualquier hoyo legal podría resultar útil ante una situación así.

Niall observaba el móvil en la mesa de la cocina, el aparato lucía tan inerte, frío y silencioso que le sacaba de quicio. Liam había dejado de llamar y eso le brindaba una paz indescriptible, al menos hasta que recordaba la manera en que se había comportado y esa tranquilidad se convertía en un nudo de hierro que le atenazaba el estómago y le oprimía el pecho.

Esta vez esperaba una llamada de trabajo, cualquier cosa que explicara la repentina ola de publicidad que había comenzado un par de días atrás y no hacía más que aumentar, era obvio que había una explicación detrás de eso, una que no le habían querido revelar aún.

Había terminado de trabajar relativamente temprano, ya estaba en su apartamento cuando oscureció y al recordar lo que había sucedido la última vez que había decidido salir prefirió quedarse en casa. Supuso que le resultaría fácil entretenerse en cualquier cosa pero no había contado con lo acostumbrado que estaba a compartir apartamento con Liam, el piso parecía inmenso y ordenado, interminablemente vacío. Sin nada que lo alejara de sus pensamientos terminó en la cocina, observando el móvil como si fuera a explotar en cualquier segundo; esperando una llamada que presentía, no llegaría jamás.

Estaba tan rígido que estuvo a punto de caer del taburete de madera cuando el sonido de una llamada entrante cortó el silencio reinante en la habitación.

—¿Sí? —se había apresurado a tomar el aparato con las manos casi temblando.

—Buenas noches, hablo de la oficina del señor Davis —la voz femenina al otro lado de la línea hablaba con una tranquilidad que sólo lo ponía más ansioso de saber cuál era el mensaje de Jeffrey.

—Lo supuse —murmuró apenas audible.

—El señor Davis quiere verlo mañana por la mañana en su oficina…

—Ahí estaré —interrumpió sintiendo la tensión en su cuerpo disminuir un poco, solo lo necesario para permitirle un profundo respiro.

Terminó la llamada rogando poder obtener algo de sueño, no sabía que sucedería al día siguiente pero se mantuvo positivo, era mejor no sugestionarse. Habían sucedido muchas cosas negativas, probablemente al fin sucedería algo bueno.

A la mañana siguiente Zayn intentó preparar el desayuno, de verdad quiso comer algo esa mañana pero tenía la garganta cerrada en un nudo que apenas y le permitía respirar. Estaba aterrado de tener que ir a la oficina de Jeffrey, ya había avisado a Louis quien a su vez había pasado el mensaje a Harry; aún no sabía de qué le hablarían pero ser precavido nunca estaba de más.

—De verdad estoy aterrado —confesó un par de horas más tarde mientras esperaban a Harry para poder entrar al edificio.

—Lo sé —Louis mantenía una mano protectora sobre su hombro—. Dudo que vayan a proponer algo así, sólo estoy aquí por precaución, no pasa nada.

Zayn sonrió nervioso, fue más una mueca incrédula que una sonrisa de verdad. Esperaba que simplemente estuviera exagerando pero desde el día anterior no había podido sacar esa posibilidad de su cabeza, le parecía remotamente factible pero el mal presentimiento estaba haciéndose un espacio permanente en su estómago.

Harry apareció a un par de metros de ellos y saludó efusivamente a Louis, tenía el cabello marrón recogido en un pequeño pero bonito bollo dejando solamente un par de rebeldes rizos fuera, su estilo era excéntrico pero todo su ser emanaba una confianza inquebrantable y lucía la ropa como su fuese un modelo profesional. Sus ojos verdes brillaban en la más pura alegría viendo a Louis y Zayn sintió una pequeñísima punzada de celos, ningún amigo suyo se alegraba tanto de verlo.

Louis se apresuró a saludar a Harry con un abrazo corto, la expresión del más alto fue de legítimo desconcierto pero recuperó la sonrisa radiante cuando vio a Zayn.

—Hola Zayn, Louis me ha contado mucho de ti, ¿listo para entrar? —su voz aterciopelada era amable e inspiraba confianza, algo que el actor necesitaba demasiado en esos momentos.

—Sí claro, vamos.

Niall nunca creyó que se alegraría de ver a Zayn, pero cuando su compañero entró acompañado de otros dos chicos y Jeffrey se vio obligado a aumentar la distancia entre los dos Niall juró que podría besarlo de puro agradecimiento.

Jeffrey no saludó a ninguno de los chicos por lo que se limitaron a tomar asiento, Zayn estaba junto a Niall en las sillas gemelas de piel negra frente al escritorio mientras que Louis y Harry estaban en uno de los sillones al fondo de la pequeña oficina.

—¿Por qué estamos aquí? —Zayn decidió que si estaba a punto de suceder lo que más temía se podría permitir ser un poco atrevido.

La expresión de Jeffrey se desfiguró en un segundo, le resultaba increíble lo mucho que le desagradaban esos chicos.

—Bien, si vamos a ser directos comencemos hablando de su comportamiento en las últimas semanas.

Niall guardó silencio, no había un lugar seguro en el que posar su mirada en toda la habitación.

—No hemos hecho nada mal —la voz de Zayn sonaba un poco más alta de lo normal y Louis soltó un quejido por lo bajo, la situación lo estresaba de manera increíble.

Nunca resultaba agradable acudir a la ejecución de un amigo.

—Te concedo un mejor comportamiento que el de tu compañero, sin embargo sus contratos están íntimamente relacionados —las únicas veces que Jeffrey cambiaba la monótona expresión de su rostro era cuando estaba poniendo a alguien en una situación difícil, era imposible negar que lo disfrutaba.

Zayn dirigió una rápida mirada a Niall, parecía tan afligido y pequeño en su lugar que hizo que el corazón de Zayn se saltara un latido.

Las esperanzas que tenía Niall de que las cosas fueran bien o que al menos no empeoraran habían desaparecido apenas entró en esa oficina, volvía a ser vulnerable y miedoso cuando se encontraba con Jeffrey.

—Ahora, han seguido bastante bien los acuerdos establecidos la última vez que nos vimos, lo cual va a servir demasiado —apoyaba un bolígrafo contra su mentón con expresión pensativa como si aún no decidiera que iba a decir a continuación.

Harry bufó con molestia, no podía ser más obvio como ese hombre dirigía la conversación. Había visto tantas veces esa narrativa que casi le parecía una escena aburrida, sólo casi porque en realidad se compadecía de esos dos chicos. Louis le había contado un poco sobre la relación que mantenían Zayn y Niall gracias a las ideas de ambos y aunque le parecía que eran personas un poco egoístas no podía sino compadecerse de ellos, nadie merecía pasar por una situación como esa.

—La nueva temporada va a salir pronto y necesitamos una bomba mediática, deben estar en boca de todos.

Niall recordó el espectacular anuncio que había visto por la calle, las sesiones de fotos y… La especial atención que habían puesto en obtener más tomas de él junto a Zayn. No era tan difícil unir los puntos.

—Solo diles la verdad ya —la voz de Harry desplazó el silencio de la habitación, sonaba exasperado.

—En ese caso —guardó silencio un segundo, probablemente buscando las palabras adecuadas —no hay mejor publicidad que una bonita relación para que las jóvenes adoren.

Zayn sentía como la última esperanza a la que se había aferrado se tornaba en hierro caliente entre sus desesperadas manos, nada iba a salir bien.

—Y el público duda que ustedes sean buenos amigos, la rivalidad es buena pero no atrae tanto como el romance y necesitamos tener la mayor atención posible así que ¿por qué no juntar a los protagonistas?

Niall sintió el aire ser arrebatado de sus pulmones en un segundo. Esperaba malas noticias pero no las peores y estaba recibiendo las más desagradables.

—Ya chicos, lo sé —Jeffrey mantenía su monólogo haciendo caso omiso de la reacción de ambos—. Obviamente no los pondremos a salir de inmediato, eso sería algo falso —arrugó la nariz con disgusto.

Louis apretaba los puños en un intento de calmarse, estaba tan enojado que podría lanzarse contra ese hombre y dudaba que alguien fuera lo suficientemente rápido como para detenerlo; solo la mano de Harry en su rodilla lo hizo relajar un poco la tensión en el cuerpo.

—Comenzaremos con rumores y en un par de semanas todos los titulares serán suyos.

Los miró a ambos expectante.

—Y bien ¿qué dicen? —está vez enfocó su atención en Niall quien pareció hundirse un poco más en el asiento, si eso era posible.

No era como que tuvieran opción y Zayn lo sabía pero el temblor en sus manos no cesaba y la garganta le ardía, aunque no sabía si se debía a las lágrimas que intentaba contener o a las ganas de gritar improperios.

—Sí —lo pronunció tan bajito que habría sido imposible escucharlo de no ser por el silencio tan profundo que había.

—Muy bien Niall, esa es la actitud —sonrió con satisfacción Jeffrey.

Zayn estaba atónito, todo parecía tan confuso pero lo que había escuchado era claro e inconfundible. Niall estaba de acuerdo con eso.

—Wow, no creí que estuvieran tan ansiosos de comenzar, quizá en unos años terminan casados —se rio burlón.

Aunque sus palabras no cambiarían nada Zayn quería explotar en descontento, quejas e insultos, en lugar de eso la voz de Harry cortó el hilo de sus pensamientos.

—No, sabes que no los puedes obligar a eso —se acercaba con paso decidido al escritorio donde comenzó a enunciar las cosas que escapaban de lo establecido en el contrato y que por tanto no estaban obligados a hacer.

Eso era bueno, por supuesto que lo era pero Zayn no podía concentrarse en nada, todo parecía llegar a él a través de una espesa niebla que deformaba las palabras dejando en su lugar entonaciones y sílabas al azar sin sentido alguno.

Niall no encontraba la manera de hacerse más pequeño en ese asiento, su última palabra había quemado su garganta al salir dejándolo incapaz de producir ningún sonido. No quería nada de eso, quería ir a casa y conseguir un empleo sencillo lejos de la fama y el dinero pero estaba tan aterrado de lo que Jeffrey podía hacerle que había dado su aprobación antes de al menos entender lo que estaba aceptando.