Te Here Ohana/Zosan

En el que Zoro sorprende a Sanji

DISCLAIMER: One piece es de Goda.

ADVERTENCIAS: OCC(?), errores ortográficos, AU, capítulos cortos, idioma diferente y TRAMA LENTA, REPITO , TRAMA LENTA.

ˏˋ((🌿))

Cuando desperté estaba solo, sofocado por el calor de la noche e irritado por los insectos que oscilaban por la zona. Recordaba vívidamente las palabras del tigre, y aunque quise autoconvencerme de que había sido un sueño, todavía sentía en mi pecho el dolor de su declaración.

Confuso, con las formas a mi alrededor todavía danzando por sobre las sombras de mis mareados ojos, me enderece. Sentí todos los huesos de la parte superior crujir como bisagras oxidadas y después me remoje los labios, dándome cuenta que los tenía agrietados

Acostado en una estera, aparté la manta de enredaderas y hojas que cubría mi cuerpo y me vi magullado y golpeado. Parecía alguien que había sido acribillado salvajemente, aunque suponía que todos esos golpes contra el suelo y tropiezos justificaban los cardenales que subían desde la pantorrilla hasta el muslo. Me revise el lugar en donde me habían enterrado la lanza y acaricié la prenda que apretaba con fuerza mi herida. Aun no sabía nada de lo que había pasado luego de mi desmayo, pero tenía la certeza de que todos estaban bien.

Se respiraba en ese momento un aire límpido y húmedo, y luego relució frente a mis ojos la chispa de una llama que temblaba a las afueras de la choza.

—Veo que ya despertaste.

Escuche, mientras que una grácil sombra entraba. Las enhiestas llamas se alzaron hacia el cielo y oí entonces los murmullos de la tribu, como si al despertar me encontrara sordo y sumergido en mi situación.

—Robin...

—Ten, es agua fresca

Tendiendo un cuenco pardo, bebí de un trago lo que me daba y sentí que me volvía el alma al cuerpo, como si el calor se hubiese evaporado.

—Estábamos preocupados.

La mire de reojo. Estaba igual que siempre, el cabello largo y liso por sobre la espalda y la túnica oscura hasta sus tobillos. Me sorprendió devolviéndome la mirada y sonrió.

—Dormiste dos días enteros —explicó—. Pensamos que necesitabas descansar pero te dio fiebre ayer y si vieras, Zoro no dejaba de parlotear.

—¡¿D-Dos días en-enteros?!  

Ignorando lo que dijo del tigre, me sorprendí por el tiempo que me mantuve dormido. Tal vez si los dioses hubieran querido, hubiese dormido para siempre, pero una fuerza me había empujado a abrir los ojos esa noche.

—Sí. Además de eso habían muchos heridos, así que debíamos turnarnos para cuidar de todos.

De pronto un aluvión de dudas vinieron a mi cabeza, de modo que recordé toda la angustia que sentí cuando desperté ese día con Zoro a mi lado, sin embargo antes de preguntar Nico agarró mi mano y me alentó a respirar profundo, mirándome con ojos de oscuro color.

—Todos están bien —declaró—. Todos estamos bien.

Me dijo que Zoro había acabado brutalmente con los hombres de la tribu rival. No fue explicita, pero sabia que no había terminado siendo piadoso. Dijo algo sobre que él estaba apurado por ir a recogerme pero que la batalla se alargó y fue algo descuidado. Me asuste cuando dijo eso pero explicó que no  fue una herida profunda, que la cicatriz aunque grande, no era para el tigre un problema.