▪8▪

2.5K 325 61
                                    


Después de una largas horas de estudio, Auron salió disparando de aquella habitación en donde normalmente tenían sus clases.

Si había algo que más odiaba sin duda eran las horas interminables que tenían de enseñanza y lectura, no es que no fuera inteligente, solo que tenía cierta pereza en hacer algunas cosas.

Se dirigió a su cuarto y tomó su capa para luego colocarsela, tapando todo su cuerpo dejando solo su rostro al descubierto aunque no se lograba distinguir del todo, sabía que si tenía a jugar a fuera debía colocarsela y tenía que aprovechar esas pocas veces que Reborn le dejaba salir.

-No te vayas muy lejos! -Se escuchó de fondo al mayor- En media hora saldré a buscarte!

-Ok! -Con cierta rapidez, abrió las grandes puertas que daban a un pasillo donde se encontraban los guardias que luego daban al exterior.

Sin darse cuenta, pisó la punta de su capa que caía al suelo, esto hizo que se resbale pero gracias a uno de los guardias este no logró caer al suelo.

-Wow, ten cuidado jovencita -Dijo con dulzura mientras lo ayudaba a pararse correctamente.

-L-lo siento...-Dijo avergonzado mientras agachaba la cabeza.

-No te preocupes, por cierto se te cayó esto -Auron miró al guardia y pudo ver que este le estaba entregando una pequeña flor.

-Esto...no es mío..

-Lo sé, quédatela  -Volvió a decir con el mismo dulce tono que transmitía, haciendo que el menor se sonrojara  y tomara la flor que le entregaba el mayor.

Siempre que salía al exterior saludaba al mismo guardia que cuidaba la entrada, se podría decir que le había cogido algo de cariño por lo tierno que siempre fue.

-Gracias! -Dijo con felicidad dedicándole una tierna sonrisa.

-Dejame ponértelo en un lugar en donde no se te caiga -Volvió a tomar la flor y se la colocó en un bolsillo que tenía la capa sobre su pecho- Ahí está.

-Lo cuidaré! N-nos vemos -Volvió a correr hacía la puerta para luego salir a las afueras de su gran casa, no muy apartado del mercado en donde solo las casas con buenos recursos podrían ir. Pero primero debía cruzar un bosque que no era muy grande.

Decidió cruzar con tranquilidad para no volverse a tropezar, ya que en el bosque habían muchas rocas y prefirió tener cuidado.
Una vez llegó al mercado se aseguró de que estuviera bien tapado para no buscar problemas.

Al parecer a esa hora habían muchas personas en este, caminó con cuidado mientras observaba a su alrededor, por alguna razón le gustaba ese tipo de ambiente donde no se sentía del todo observado.

Los de ese lugar no tenían ni idea de que era parte de la familia Álvarez ya que estos nunca lo unían mostrado públicamente y menos tapado.

-No se preocupe señora, con eso ya alcanza -Se escucho un poco cerca de donde se encontraba el menor.

-Usted joven es un Ángel, la próxima le prepararé algo para ti -Dijo una señora mayor.

-No tiene que molestarse, que tenga buen día.

Auron se acercó a ellos, no por lo que decían sino por el delicioso olor a pan que le llamaba la atención, pues era la panadería después de todo.

Se asomó un poco para ver por dentro, pudo ver a un chico con cabello castaño atendiendo ahí, lucía muy joven como para estar trabajando, pero parecía que amaba lo que hacía por la sonrisa que no se le quitaba aunque estuviera solo.

-Apartate! -Se escuchó detrás de él y sintió como alguien lo empujaba por detrás haciendo que caiga al suelo, no se había dado cuenta que estaba en el camino de alguien más.

Esto llamó la atención del joven de la panadería.

-Estas bien? -Dijo preocupado, el menor se levantó rápidamente y limpió la tierra que tenían sus rodillas junto a unos raspones.

-..Amm..yo..

-Ven, estabas mirando desde afuera no? -Auron solo se le quedó mirando- No tengas miedo, no te haré nada malo -Dijo con tranquilidad, este solo negó con la cabeza y salió corriendo de aquel lugar.

Ese era el mayor contacto que ha tenido desde que había comenzado salir, le daba miedo, Reborn lo había mal acostumbrado a que tenia que pedir permiso para todo, eso creaba una gran inseguridad en el pequeño.

Se escondió no tan dentro de un callejón que estaba cerca y se aseguró que nadie lo estuviera viendo, al menos desde ese lugar podía ver a las personas que es lo que disfrutaba hacer.
Pudo ver como una pelota se acercaba rodando a él lentamente, junto a unos niños que lo seguían detrás.

-Patéala! -Dijo uno con emoción y Auron lo miró confundido.

-Y-yo? -No estaba del todo seguro si es a él a quien le miraban.

-Si! Nos falta uno en el equipo, juegas? -Otra vez llegaba esa inseguridad recorrer por su cuerpo, no parecían malos, pero sus ropas estaban completamente sucias, y le podían agarrar confianza a alguien que estaba tapado así nomás?.

-No creo..

-Estas muy solo aquí, vamos a jugar! -Dijo con la misma emoción otra vez tomando la pelota del suelo, eran niños después de todo.

-Solo tengo que patearlo?...-No se había dado cuenta pero su cabeza no estaba cubierta por la capucha de su capa, era por eso que los demás niños se habían acercado a invitarlo.

-Claro! Ven que te enseño! -Todos corrieron a la pequeña cancha que se habían creado en ese lugar, Auron se lo quedó mirando por unos segundos, pero esa emoción ese la habían transmitido dándole un poco de intriga lo que estaban por hacer.

Con paso lento siguió a los demás mientras veía que los demás ya habían comenzado a jugar, parecía divertido, quería intentarlo..

El miedo se había ido un poco de él haciendo que ese paso lento se convirtiera en un trote para luego comenzar a correr...bueno..no alcanzó a correr...porque.

-Auron -Sintió que alguien lo sujetó su brazo con fuerza deteniendolo rápidamente, se había asustado por un momento hasta que volteó a ver quien era esa persona, llevaba una gorra, gafas de sol negras y un barvijo que cubría la mitad se su cara, se trataba de Reborn.

Acostumbrarme a ti  [RebornPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora