CAPÍTULO 15

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Título: "i love you" by billie eilish

-"tal vez deberíamos intentarlo"

p.o.v.MinGi

Me apoyé en el árbol a coger algo de aire que llevar a mis pulmones. Estaba cansadísimo, notaba mi respiración sumamente acelerada, mi pecho subía y bajaba de forma arrítmica y mis músculos estaban en tensión. Me quité el sudor de la frente y intenté volver a recuperar el aire en mis pulmones mirando el paisaje a mis pies.

Había salido hacia ya dos horas, y no había parado de correr o andar. Llevaba una semana sin hablar con Sana, solo una puñetera semana y mi trastorno ya empezaba a reclamarla. El vacío en el pecho era totalmente psicológico, pero notaba un puñetero hueco en mi pecho y como este cada día se hundía un poco más dentro de mí, rasgándome la piel, los músculos y los huesos, llegando a los más hondo de mi alma. Juraba que era lo más doloroso que me podía pasar.

Ya no sabía tampoco cuantas veces SeongHwa había mandado a gente a volverme a hacer la puñetera habitación, porque hasta la pared la había desmontado a base de puñetazos y tirar la silla contra ella.

Miré hacia un lado, encontrándome la cafetería a la que la había llevado para ganármela por primera vez. Me llevé una mano al bolsillo de mis pantalones de deporte cortos y toqué un par de monedas allí. Así que me acerqué y compré uno de esos batidos de chocolate gigante que tan buenos estaban. Después me senté en una de las sillas mientras miraba el dorso de mi mano lleno de arañazos que yo mismo me había hecho.

-Un batido de fresa grande – yo levanté mi mirada y allí me encontré a Sana.

Llevaba puesto unos pantalones negros de asalto, una camiseta de manga larga negra pero descubierta de los hombros, su pelo rubio estaba recogido por la parte de delante, dejando que el resto del pelo cayera en sus hombros y su espalda. Sana se balanceó encima de sus bambas negras mientras esperaba su batido. Estaba preciosa, y solo me daban ganas de ir hacia ella y cogerla de la cara para dejar un beso en sus labios pintados de aquel intenso rojo.

-Gracias – dijo cuando le entregaron el batido y pago. Le dio un sorbo y se fue a sentar en una de las mesas.

No fue hasta que se sentó en la mesa frente a mi que me vio. Nuestros ojos se encontraron y los suyos fue con sorpresa. No sabía que expresión tendrían los míos, pero espero que tampoco delataran las tantísimas ganas que tenía de verla.

-Hola – me dijo ella sonriendo de manera ladeada - ¿Qué haces aquí?

-Daba una vuelta – dije con simpleza - ¿y tú?

-Daba una vuelta – me dijo ella también.

Luego se creo un silencio, no era incomodo, para nada, solo era un silencio que gritaba muchas cosas sin que se llegaran a escuchar. Tan solo las sentíamos, o eso me lo pareció a mi cuando los dos nos llevamos la pajita a los labios y bebimos. Sabíamos que los más normal sería que nos fuéramos, porque ya no era como antes, ahora teníamos ordenes directas de matarnos.

-¿Te cayó bronca? – pregunté metiéndome las manos en los bolsillos de mi sudadera blanca – Vi a tu padre cuando salía del sitio, no parecía muy contento cuando escuchó la bronca de YunHo.

-Mi padre ya no espera nada bueno de mí, MinGi – dijo ella sonriendo y apoyando las manos en la mesa de madera roja – Pero supongo que eso ya lo sabes. Me tienes estudiada – se llevó la bebida a los labios y ladeó un poco la cabeza.

-Sabía que no estabas en tu mejor momento con tu familia – le confesé – pero te juro que te escuchaba con atención cuando me contabas lo de tu familia o me hablabas de BeomGyu.

UTOPIA; 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora