CAPÍTULO 7

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Título: "blue flame" by Astro

-"caí ante ti"

p.o.v.HyunJin

Me levanté de la cama y le di al botón de al lado para subir las persianas y que la luz de fuerza diera de lleno en mi cuerpo. Miré como la persiana se iba enrollando en ella misma hasta quedar del todo alzada. Quité las sabanas de encima de mi cuerpo y dejé un brazo flexionado debajo de mi cabeza y el otro lo deje encima de mi estomago desnudo.

Miré por la ventana el día lluvioso que se avecinaba, el cielo estaba encapotado y corría una brisa helada que entro en mi habitación y hizo que los folios del examen que tenía ese día por la tarde se movieran. Se notaba que el otoño ya estaba llegando a la mitad y con él vinieron los recuerdos de ella.

Los días de lluvia me sabían a los besos que nos dimos aquel día YuNa y yo. Me recordaban a sus manos empapadas jugando con los mechones de mi pelo, a sus labios fríos acariciar los míos y a su respiración acelerada encima de mi boca mientras temblábamos de frío.

Mi gata subió a la cama y se quedó a mi lado, yo dejé una mano en su cabeza y la acaricié con delicadeza notando su pelaje gris entre mis dedos. YuNa la odiaba, pero es que mi gata la odiaba a ella, era un sentimiento mutuo. Ese recuerdo me hizo sonreír.

-En el fondo seguro que la echas de menos – le dije a mi gata que me miró sin entender que le decía – no me jodas, si hasta te regalo una manta – dije riendo y señalando la manta que había en su cama, a los pies de mi colchón – eres una celosa – dije riendo y levantándome de la cama.

Le di un beso en la cabeza y caminé hacia mi lavabo. Me puse frente al espejo y me eché algo de agua por la cara, intentándome despejar, porque ese día me había despertado con mucho cansancio y sin ganas de hacer nada. Cuando levanté la mirada y observé mi reflejo en el espejo y la vi a ella.

YuNa estaba detrás de mí, apoyada en la pared y mirándome fijamente. Estaba mojada, con el pelo rubio chorreando y cayéndole gotas que se perdían dentro de su ropa empapada. Su sonrisa era suave, natural y preciosa. Yo me noté el corazón latir rápidamente, como si estuviera corriendo una maratón. Mis manos se agarraron con fuerza de los bordes de mi lavamanos, y mi respiración se aceleró, notaba como un sudor frío me cubría la piel y como mis iris negros no se despegaban de su sonrisa.

YuNa levantó la mano lentamente y me saludo.

-Basta – grité cerrando los ojos.

Tenia miedo de volver ha abrir los ojos y encontrármela, muchísimo. No sabía como borrar esa imagen de mi mente y que se fuera. Y no me podía llegar a creer que había llegado a ese extremo de imaginármela de aquella forma.

Tomé una larga bocanada de aire y me armé de fuerza. Cuando abrí los ojos de nuevo, lentamente y con el terror recorriéndome la sangre, no estaba. YuNa ya no estaba, había sido todo obra de mi cabeza.

-Joder – dije suspirando y volviéndome a lavar la cabeza – no sabía que había hecho una ouija.

Me lavé la cara por ultima vez y me lavé los dientes. Me peiné y después salí de mi habitación vestido ya con unos pantalones del chándal negros, una sudadera roja enorme y unas bambas blancas, me puse la capucha y me dirigí a la cocina. Mi padre había tenido turno de noche, así que estaría durmiendo. DaHyun se había quedado esa noche a Hyuna porque Daniel y ella habían insistido en que querían estar juntos, así que sería ella quien la llevara al colegio. Sana, pues ni idea de donde estaría, como siempre.

-Mamá – la llamé, porque supuse que estaría en pie ya – mamá – la volví a llamar. 

Fue cuando acabé de bajar las escaleras y escuché un sollozo. La encontré en una esquina del sofá, abrazándose a ella misma y llorando.

UTOPIA; 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora