UTOPIA; 2

CAPÍTULO 11

Título: "love song" by Lana del Rey

- "se mi única vez en la vida"

p.o.v.Sana

Me removí entre las sábanas de mi cama que se pegaban a mi cuerpo como una segunda capa. No tenía ganas de despertarme, me quería quedar un rato más en la cama a disfrutar del sol entrando en mi habitación y dando de lleno en mi cuerpo, o del calor que me proporcionaban las mantas.

El despertador había sonado hacia una hora, pero no pensaba ir a la Universidad, la verdad es que me empezaba a aburrir eso de ir a clase y prestar atención a unas cosas que jamás utilizaría en mi vida, porque me pensaba dedicar a las armas el resto de mis días.

Cogí el móvil de mi mesita y miré los mensajes que tenía. Pero solo me centré en los que me había enviado MinGi hacia unos minutos.

Zanahorio: ¿No has ido a clase verdad? ¿Quieres quedar?

Zanahorio: ¿Estás dormida? Despiértate, vaga, que me debes una cita, tía.

Zanahorio: Mira pues ya la organizo yo. Estoy en tu casa en media hora.

Zanahorio: Coge un bikini y una toalla.

Zanahorio: Baja, que tu padre me esta mirando desde la cocina y me empieza a dar mal rollo. Parece que me va a sacar los ojos de la cara.

Zanahorio: Mayday, Sana, código rojo. Tu padre se ha puesto a cortar la verdura con un cuchillo enorme mientras me mira.

Yo sonreí con los mensajes y le dije que me diera unos minutos. Me levanté y me recogí el pelo rubio en un moño un poco despeinado. Me puse unos pantalones de chándal y una sudadera larga. Después metí en una bolsa un bikini y una toalla, metí el móvil y la cartera y bajé las escaleras de mi casa.

Entré en la cocina donde efectivamente mi padre cortaba verdura mientras miraba por la ventana que daba a la calle. Yo rodé los ojos y me serví un baso de agua.

-¿Ese del pelo naranja es tu novio? – me preguntó mi padre girándose mientras me bebía el vaso de agua y yo negué con la cabeza – parece un payaso con ese pelo, no me gusta – dijo suspirando y cortando - ¿pero te gusta? Ósea te has enrollado con él o algo así.

-Papá, déjalo – dije dejando el vaso en el fregadero y metiendo una botella de agua en la mochila.

-Solo intento saber un poco lo que pasa en tu vida – me dijo suspirando – va, dime, ¿te gusta?

-¿No puedes solo dejarlo? – dije suspirando y yendo hacia la puerta.

-Antes me lo contabas todas esas cosas – me gritó y yo lo miré desde la puerta con la mirada fija en las verduras – solo intentaba mantener una conversación como antes – su voz fue bastante apagada. Yo no dije nada y salí de la mi casa.

No me apetecía hablar de esas cosas. Me había vuelto bastante reacia a contar ese tipo de cosas desde la muerte de BeomGyu, era como si me convenciera de que nada podía ser igual de bueno que lo que había tenido con él. Por eso prefería no decir nada, no dar nombres, y pensar en lo bonito que estaba siendo hasta que sacara mi lado de mierda con el chico o chica y se acabara.

Pero al contrario de todos los chicos y chicas con los que había estado anteriormente, MinGi rompía los esquemas. Pude que por eso quisiera más y más, porque era la primera persona con la que no solo quería algo físico. No me quería para a pensar en ello, pero en el fondo deseaba que ocurriera algo más.

Estaba apoyado en su coche, aquel que no había visto antes. Llevaba unos pantalones rojos cortos de básquet y una sudadera blanca puesta con la capucha en su cabeza. Él me miró y sonrió y cuando llegue a su altura, me salió ponerme de puntillas y darle un beso en la mejilla.