Título: "fallen star" by the Neighbourhood
-"es difícil no enamorarse de ti"
p.o.v.NaYeon
Salí de mi casa con los cascos de música gigantes puestos en mis oídos, el frío del final del otoño dio de lleno en mi cuerpo, entrando por mi piel y calando en mis huesos. Me abracé a mí misma y comencé a caminar con la mente hundida en mis pensamientos y la vista puesta en el ligero balanceo de las copas de los árboles con el viento de esa mañana otoñal.
Hacia ya una semana que me había mudado con Chan, y todo iba fenomenal. Al principio tenia miedo de que no funcionáramos bien, pero si que lo hicimos. También me aterraba eso de dejar completamente sola a mi madre en una casa vacía en la que no hacía tanto éramos cuatro. Pero ella estuvo muy de acuerdo en que me fuera con Chan. Es más, hubo un momento en el que casi me eché para atrás, y ella fue la que me dio el pequeño empujón para irme con él.
Fui dando una pequeña vuelta, eran las ocho de la mañana, y yo llevaba en pie desde las siete. Me había despertado y no era capaz de conciliar de nuevo el sueño así que simplemente me vestí y decidí salir.
Como si mis pies lo hubieran planeado todo llegué al hospital donde estaba mi padre. Me quedé delante de la puerta, mirándola, observando como entraba y salía gente que acababa su turno de noche, como suspiraban cansados y derrotados del trabajo.
Llevaba bastante sin pasarme por el hospital. Concretamente desde el día que introdujimos la primera clave del pendrive donde estaba todo el plan de mi padre. Llevaba desde entonces dándole vueltas a fechas o números que pudiéramos introducir basándonos en mí.
Pero cada vez que tecleaba algún tipo de combinación el pendrive me la denegaba y Mark solo me mostraba una sonrisa entre apenada y consoladora.
Suspiré y pasé de largo el hospital. Estaba cerca de una de las cafeterías preferidas de Chan, así que me acerqué y compré un trozo de cada una de sus tartas preferidas aparte de dos cafés bien cargados.
Después me fui a casa de nuevo.
Cuando abrí la puerta el calor del nuevo hogar y el olor de la colonia de Chan me recibió. Era agradable y acogedor aquello. Miso también vino a saludarme, yo dejé las cosas en la cocina, conectada por una pequeña ventana al salón.
-Hola, Miso – le dije agachándome al pequeño labrador negro que había resultado ser el alma de la casa - ¿vamos a despertar a Chan? – le pregunté sonriéndole y acariciando detrás de las orejas, el perro ladró como si me hubiera entendido y yo reí – vamos.
Subimos las escaleras hasta la planta de arriba, donde había cuatro habitaciones, dos nuestras y otras dos que no teníamos ni idea de lo que haríamos porque cada uno quería hacer cosas diferentes con ellas.
Entramos en la habitación, y yo vi a Chan con la sabana cubriéndole hasta la cintura, estaba boca abajo, con un brazo bajo la almohada y durmiendo plácidamente. Su espalda quedaba completamente al descubierto, enseñando ese tatuaje de dos grandes dragones entrelazados entre ellos. Miso se le subió a la cama y comenzó a dejar besos en su mejilla haciendo que Chan se removiera entre sueños.
-Arriba, grandullón – dije dándole un par de palmadas en el culo para que espabilara, me acerqué a las cortinas de el lado izquierdo de la cama, esas que eran grandes y grises, y las corrí cada una a un lado.
-Que agradables buenos días – dijo él en tono irónico y suspirando, enterrando la cabeza en la almohada.
-¿Has visto que apañada soy? – dije abriendo la ventana para que entrara algo del viento frío de la calle y ventilara la habitación.
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UTOPIA; 2
FanfictionTres años después de las pruebas de la Yakuza, todo parece seguir su curso natural, o por lo menos casi todo. HueningKai sigue al mando de la mafia de BlackPink, todos esta tranquilo, demasiado. Hasta que SooJin, ex miembro de la mafia de Fire, lleg...