p.o.v.SungChan
"SungChan" su voz sonó en mitad de la oscuridad, mi cuerpo se tensó encima de la cama "SungChan, cariño" dijo más cerca de mí, quería levantarme, correr hacia cualquier lado y alegarme de aquella voz, pero no conseguía despertar.
El olor era el mismo, pansido y cerrado, asfixiante y terrorífico. Podía incluso notar a mi alrededor la sobre carga de estar encerrado en ese maldito baúl tantas horas. Seguramente llevara más de un día, haciéndome mis necesidades encima de mi y sin tomar ni un misero vaso de agua.
"Tranquilo, cariño, mamá está aquí" dijo y la luz se hizo entre toda la oscuridad. Primero fue cegadora, después me acostumbre a la luz blanca de mi alrededor. Hasta que pude contemplar el rostro de mi madre.
Parecía un gigante mirándome desde allí. Sus arrugas se marcaban, su pelo negro y lacio lucia sucio, con algunas canas repartidas a lo largo de los mechones que se le caían encima de la frente. Sus labios, aquellos que en algún momento de mi infancia habían sido rojos y apasionados. Ahora solo estaban rotos y secos del consumo de alcohol masivo. Todo su cuerpo olía a aquella droga liquida.
"¿Sigues llorando?" dijo riendo "eres igual de nenazas que tu padre" intenté gritarle, defenderme de aquello. No era como mi padre, ni tampoco como ella.
Todo fue inútil y ya la frustración era demasiada, podía escuchar mi corazón latir con violencia en mi caja torácica, el miedo inyectado en cada una de las venas que me recorrían las capas de piel que envolvían mi fino y blanquecino cuerpo.
"Bueno en realidad no lo eres, tu padre tuvo más huevos que tu" aseguró la mujer a la que hacia llamar mamá "se fue, y te dejó aquí, con el monstruo de tu queridísima mamá" dijo riendo con lágrimas en los ojos.
Estás salpicaron mi rostro, yo cerré los ojos con violencia. No se merecía llorar, papá nos dejo por su culpa, me abandono por su culpa.
"SungChan" dijo su voz "SungChan" repitió "Despierta, papá"
Mis ojos se abrieron de par en par, mis manos se agarraban con fuerza a las sabanas que cubrían mi colchón, mis venas marcándose por la fuerza en las que lo agarraban. Me senté de golpe en la cama mirando a mi alrededor, era la habitación de siempre, en la que dormía cada noche, todo esta en orden. Y ella estaba muerta.
Me sentía empapado en sudor y mi pelo pegado en mi frente.
-SungChan – escuché la suave voz de Elly.
La niña estaba de rodillas en la cama, su respiración también estaba acelerada, supongo que por el susto. Yo suspiré mirándola, sus ojos llenos de terror y miedo. Y por un momento me dieron ganas de vomitar, porque me miraba igual que me había mirado cuando maté a su padre. Pero esta vez era diferente, estaba preocupada, y daba gracias a dios de que no se acordara de nada.
-Estoy bien – le dije sonriéndole como pude.
-Gritabas mucho – me dijo lanzándose a mis brazos, rodeándome el cuello con sus pequeños brazos, yo la agarré fuerte.
La verdad es que Elly me daba una tranquilidad que no me la daba nadie en este mundo. Puede que fuera su manera dulce y inocente de ver la vida, que me mantenía con los pies en el suelo.
-Lo sé, lo siento – le dije acariciándole su largo pelo – no quería asustarte.
-¿Era muy fea la pesadilla? – me dijo mirándome a la cara de nuevo.
-Había zombis – dije y ella abrió mucho los ojos – eran verdes y feos – ella arrugo el ceño – ¿y sabes cuál era su comida favorita? – ella negó energéticamente con la cabeza - niñas pequeñas con el pelo negro.
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UTOPIA; 2
FanfictionTres años después de las pruebas de la Yakuza, todo parece seguir su curso natural, o por lo menos casi todo. HueningKai sigue al mando de la mafia de BlackPink, todos esta tranquilo, demasiado. Hasta que SooJin, ex miembro de la mafia de Fire, lleg...