p.o.v.SungChan
Elly notaba que algo no iba bien, la forma en la que me abrazaba en la parte de atrás del coche, dejando su cabeza en mi pecho y rodeándome el cuello con sus cortos brazos. De vez en cuando levantaba la cabeza y me miraba, como si quisiera comprobar que no lloraba.
En realidad, ni, aunque quisiera podría haberlo hecho, ya había llorado suficiente durante aquellas pocas horas en las que estuve metido en el baúl aquel. Ese dichoso baúl.
ChaerYeong aparcó el coche en nuestra casa, y la vi hablarnos desde el espejo de delante, pero no llegué a escuchar lo que decía, solo vi como movía los labios. Elly bajó del coche dejándome la puerta abierta para que saliera. Después de nosotros SuHo y RyuJin aparcaron a nuestro lado, y la primera bajo la ventanilla para hablar.
-Elly - llamó a la pequeña que me apretaba la mano – ¿te vienes con nosotros a comer?
La niña me miró un momento y después le negó a su abuela.
-Ves – le dije haciéndole un gesto con la cabeza.
-Me quiero quedar contigo – me dijo ella con una sonrisa triste.
-¿Y perderte todo el helado que te van a comprar? – intenté sonar lo más natural posible al reírme un poco – que esta gente esta forrada, Elly, que si les pides un Pegaso te lo compran tía, no seas tonta, y aprovéchate que eres nieta de un Kim.
-¿Si?
-Y tanto que sí – le dije agachándome para sonreírle – ves, nos vemos más tarde.
Ella me sintió dándome un beso en la mejilla, después dijo adiós con la mano a sus madres y se fue contenta hasta el coche, donde SuHo la sentó en sus piernas para que viera conducir a su abuela. Yo la verdad es que agradecí que se la llevara, hoy no iba a ser un buen día, y eso que solo era la hora de comer.
Caminé como un zombie hasta entrar en su casa, que ya la sentía más nuestra que solo suya.
-¿Por qué no te vas a dar una ducha mientras hacemos la comida nosotras? – me preguntó RyuJin apartándome los mechones de pelo marrón de mi cara.
Yo le asentí y me fui a la ducha. Me desnudé frente al espejo el reflejo que me devolvió fue deplorable. Me dolía todo el cuerpo por la posición en la que había estado esas horas, todo él rojo y con moratones repartidos por la piel por las veces que había intentado romper el baúl con todas mis fuerzas.
No fui capaz de sostenerme en mis piernas y antes de que me diera cuenta estaba en el suelo. El sonido de mi cuerpo cayendo se extendió por el lavaba, me hice un ovillo sobre los azulejos blancos del baño, aquellos que estaba gélidos bajo mi piel en llamas. Lloré como un niño pequeño. Porque lo recordaba todo demasiado bien.
La voz de mi madre desde fuera, sus manos sobre mis cabellos después de sacarme del baúl, como sus uñas se deslizaban por mi cuero cabelludo, rasgándome, haciéndome daño, como si no hubiera tenido suficiente con todo lo que me había hecho.
Llevé mis manos a mi pelo, arañándolo tal y como ella había hecho, porque sentía sus manos allí, necesitaba que se esfumaran, que no volvieran a mi cabeza.
-Vete – grité a su recuerdo – vete, por favor – supliqué.
-SungChan – no fue la voz de mi madre, pero lo pareció, porque una vez más la realidad se mezclaban con las pesadillas.
Cuatro brazos me retiraron las manos de la cabeza, y me sentí ser atraído por el cuerpo de RyuJin, la cual me abrazo, colocando mi cabeza en su pecho. ChaerYeong también lo hizo, quedándose a mi lado, acariciándome las heridas del cuerpo.
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UTOPIA; 2
FanfictionTres años después de las pruebas de la Yakuza, todo parece seguir su curso natural, o por lo menos casi todo. HueningKai sigue al mando de la mafia de BlackPink, todos esta tranquilo, demasiado. Hasta que SooJin, ex miembro de la mafia de Fire, lleg...