Capitulo 29

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Estoy con la cabeza recostada en las piernas de Marlina, mientras ella me pasa la mano por el cabello

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Estoy con la cabeza recostada en las piernas de Marlina, mientras ella me pasa la mano por el cabello. Nos encontramos sentadas en el pasto, afuera de la universidad, en nuestro tiempo libre.

—Dijimos que íbamos a hacerlo. Jamás lo hicimos.

—Eso es porque hay una que no quiere—dice Abril mirándome, está sentada a mi derecha.

—¿Si saben que pueden ir sin mi, no? No tengo auto así que no veo razón por estar obligada a ir.

—¡Porque sos mi amiga y no quiero ir sola!—chilla Mar y hago una mueca.

Estoy, literalmente, debajo suyo. Me acaba de dejar sorda.

—Pero si va Abril, no vas a estar sola.

—¡Siempre termina metiéndole la lengua a alguno y no quiero ver eso! Por favor, Kyla. Lo habías dicho la otra vez.

Toma mis cachetes y los aprieta, a la vez que hace pucheros. No puedo evitar formar una sonrisa.

Habíamos quedado en ir a algún bar porque Marlina se sentía "sola". Y, Dios, me gustaría ir pero con todo lo que me anda pasando. Dudo mucho que ni a Ryan ni a Owen les agrade la idea porque ni a mí me agrada. Y no sé qué excusa decirles para no ir.

—Estoy todo el día estudiando—se queja Abril—. Por favor, necesito que salgamos las tres a algún lugar.

—Supongo que les traigo la solución.

Levanto la cabeza rápidamente de las piernas de mi amiga y miro al dueño de aquella voz. Con el cabello peligro despeinado, nos da una sonrisa torcida.

Ninguna de las tres habla y el se agacha para estar a nuestra altura, y baja la cabeza para sonreír más. Sabe el efecto que causa en los demás, jodido hijo de p...

—Como les decía—nos habla a las tres pero su mirada está fija en mí—... Quiero invitarlas al baile anual que organizamos los Howard.

Abril me pega un golpe "disimuladamente" en la rodilla, y sé que es es porque está notando que tiene su atención en mí. Lo odio.

—¿Y por qué a nosotras tres?—le pregunto.

—Me pareciste buena onda aquella vez que me atendiste en la panadería... y bastante linda—se encoge de hombros—. Ese es mi motivo para invitarlas.

No... No acaba de hacerlo...

Abro los ojos exageradamente y veo como intenta reprimir la risa por mi cara de horror.

—Bueno, espero verlas allí—nos da un sobre a cada una.

Me guiña un ojo y hace una pasada por mis amigas para asentirles a modo de despedida. Y sin más se vuelve a levantar y se va.

Pestañeo e intento procesar lo que acaba de hacer el muy idiota. De reojo puedo ver a mis dos amigas con la mandíbula en el piso y mirándome sin poder creerlo. Levanto un dedo.

Lazos Peligrosos✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora